El próximo 4 de Abril se estrena Need for Speed, todo un exponente para los amantes de las carreras callejeras cuyo sueño por fin se hace realidad. Poco importa la calidad del argumento, la profundidad de los personajes o la similitud o no con la famosa franquicia de videojuegos. Lo que los espectadores queremos ver es velocidad punta, aceleración y súper deportivos compitiendo entre sí con unos efectos especiales de órdago.
Quizás en 2014 sea relativamente fácil conseguir esta hazaña, pero no es ni de lejos la primera vez que se intenta retratar la velocidad en celuloide. Ya lo intentó en 1969 Paul Newman en 500 millas, una mirada a la famosa competición de Indianápolis. Sorprendentemente el resultado es notable. Aparte del drama amoroso presentado entre el protagonista y su mujer, las escenas grabadas de la competición real en el año anterior, superpuestas a montajes de ficción, superan con creces el nivel actual de muchas producciones. Destaca sobre todo el espectacular accidente entre 17 bólidos que pasará a la historia como una de las escenas de carreras más llamativas.
Centrándonos en la competición deportiva, la Fórmula 1 ha sido hasta el siglo XXI la más castigada de todas las modalidades, con apenas un olvidable film de Sylvester Stallone, Driven (2001), en el que la velocidad apenas es patente y de la que sólo se puede salvar una utópica última carrera.
Por suerte en 2010 se estrenó el documental Senna, sobre el famoso piloto cuya leyenda terminó en un trágico accidente, para así convertirse en mito. Justo en 2013 este Gran Circo recibió por fin merecido homenaje en Rush, una película que combina todo el potencial de efectos especiales posibles hoy en día, con un argumento sólido, basado en la rivalidad entre los pilotos Niki Lauda y James Hunt durante el campeonato de 1976.
No obstante, la velocidad delante de la cámara se ha presentado mejor en competiciones callejeras. En el año 2001 dio inicio una saga que aún en 2014 sigue dando de qué hablar. A todo gas, la primera parte de Fast & Furious, enfrentaba a unos jóvenes Vin Diesel y Paul Walker en las famosas competiciones de tunning realizadas entre las calles de Los Ángeles y zonas de desierto cercanas.
Fue el principio de la presentación de coches tuneados, música electrónica y hip hop a volúmenes muy por encima de lo permitido por la ley y, curiosamente, apenas accidentes automovilísticos. Puede que la saga haya derivado más hacia persecuciones entre buenos y malos que a competiciones ilegales entre el tráfico nocturno, pero la velocidad es palpable en cada secuencia de cada película. Lamentablemente, 6 entregas más tarde nos enteramos hace unas semanas que Paul Walker ya no podría seguir participando, tras un terrible accidente que acabó con su vida. Veremos como evoluciona una franquicia que estaba en su mejor momento trá las divertidísima Fast & Furious 6.
Sin llegar al nivel de popularidad de la Saga Fast & Furious, vale la pena destacar otra versión de la velocidad en el cine, de mano de thrillers de acción cuyos argumentos son, en los dos casos más llamativos, de origen francés.
Gérard Pirès con guión de Luc Besson inició en 1998 la trilogía Taxi, en la que las persecuciones entre calles parisinas a bordo de un taxi tuneado, elevó el nivel del género a límites insospechados.
En el año 2002, Luc Besson vuelve a escribir una historia para que Corey Yuen la dirigiese con Jason Statham de protagonista. Se trataba de Transporter. En esta ocasión, la trama pierde comedia a favor de la acción, de nuevo en una trilogía aunque con algo más de ficción y primeros planos de cambios de marcha y giros de rueda. Trepidante e imprescindible para todos los amantes de la velocidad.
Ahora en Abril tenemos una nueva dosis que mezcla competición (ilegal, eso sí), con velocidad, accidentes, efectos especiales… ¿La trama? Bueno es sobre un ex corredor que sale de la cárcel en busca de venganza, para lo que tiene que llegar a una carrera callejera contrarreloj, pero ciertamente todo esto es secundario, ¿qué puede importar el argumento cuando hay tres súper deportivos zigzagueando en carreteras de montaña perseguidos por un helicóptero?. Además como protagonista principal veremos a uno de los actores de moda, Aaron Paul (Jesse Pinkman en Breaking Bad), acompañado por Dominic Cooper y Michael Keaton, ¿hacen falta más ingredientes para no perdérsela?
Tráiler en español de Need For Speed
Última actualización: 07/02/2014