Del 5 al 14 de octubre el Festival de Sitges ha presentado una selección de la flor y nata del thriller y del cine fantástico independiente producido este año. Esperando que lleguen a estrenarse, ofrecemos 10 películas recomendables que llevan la etiqueta del festival y que los amantes de lo inquietante, del misterio y del terror no deben perderse.
10 RECOMENDACIONES DEL FESTIVAL DE SITGES 2018
Sitges es el festival de cine fantástico más longevo y más relevante celebrado en territorio español. Su éxito y su prestigio durante 50 años tienen mucho que ver con el concepto amplio con el que se aborda el género; evidentemente la mayoría de las películas proyectadas no son ligeras, tienen contenidos o escenas fuertes, y normal people scare me o las verdaderas películas de terror son las comedias románticas son lemas que se leen con frecuencia en los tuits y en las camisetas de los espectadores, pero el cine de Sitges rebasa ampliamente el cliché del gore y la sangre. El festival consigue reunir cada año una interesante colección títulos inquietantes, en la frontera entre el cine de autor y de género, y su última edición no se ha quedado atrás.
El título ganador del certamen, Clímax, se acaba de estrenar, y no tardarán en pasar por las pantallas Suspiria, el último título de la saga Halloween o Superlópez. Pero aparte de estos títulos evidentemente comerciales, vamos a recomendar otros 10 que probablemente vayan a tener menos difusión y habrá que estar pendientes para no perderse su paso breve por las pantallas, por otros festivales o para buscarlos en plataformas diversas. El catálogo de Sitges es grande y, como el de cualquier festival de cierta envergadura, casi inabarcable, por lo que seguro que no están en esta lista todas las que son, pero sí son todas las que están.
Upgrade (Leigh Wannell, Australia)
Puesta al día de Robocop, el hombre medio humano y medio cyborg, así como de Videodrome y todo el discurso de la nueva carne de Cronenberg, a lo que se añade la estética nocturna de cine negro sucio de Blade Runner y un simpático tono de desparpajo y sentido del humor de serie B; sin ninguna grandilocuencia ni adoptar un tono grave consigue plantear un discurso sobre la posible humanidad mejorada del futuro próximo muy superior al de películas de mucha más pompa. Upgrade ha conseguido distribución de una multinacional, por lo que puede ser un nuevo título puntero del cine de culto; desde luego lo merece.
El ángel (Luis Ortega, Argentina)
Un trepidante relato de cine negro sin contenido fantástico basado en hechos reales sucedidos en la Argentina de los años 70; la cuestión política y social se queda en apuntes y el fuerte de la función es la acción y las aventuras de un delincuente juvenil de rasgos angelicales pero un comportamiento situado en la psicopatía. La historia de El ángel se cuenta según las pautas de la novela picaresca, lo cual la aproxima mucho más al cine kinki de la transición que a los thrillers de perturbados.
Tráiler de El ángel
The Wind (Emma Tammi, USA)
Un western de terror con perspectiva de género. Harta de ver películas del oeste en las que los hombres se van de aventuras y las mujeres se quedan en casa, la directora empezó a pensar en qué ocurría con aquellas mujeres solas en casas aisladas y así se gestó The Wind, un relato de terror psicológico y minimalista en la que una mujer ve y oye cosas en el desierto exterior y es tomada por loca por su marido; la otra mujer de la historia comparte el punto de vista masculino hasta que a ella le empieza a ocurrir lo mismo. Un relato denso y absorbente que bebe de las fuentes más clásicas de la literatura gótica.
Keepers (Krystoffer Nyholm, Reino Unido)
Gerard Butler renuncia a su status de estrella y a su forma física y se da un paseo por el cine independiente ambientado en su tierra, Escocia, dirigido por un sueco con experiencia en televisión. Una historia claustrofóbica, solvente y muy bien narrada en la que se va incrementando la tensión entre los tres hombres de diferentes edades encargados de mantener el faro de una isla. En el reparto de Keepers también destaca Peter Mullan, un habitual del cine británico.
Beast (Michal Pierce, Reino Unido)
Otra historia de una isla en el Reino Unido, en esta ocasión en una comunidad muy cerrada donde se mira con recelo al forastero. Una chica crecida en una familia castradora y disfuncional, con pasado oscuro y problemas graves de autoestima, descubre el amor de una forma perturbadora. Otro thriller con mucho calado psicológico y emocional y un excelente trabajo de la actriz protagonista, destacado en el palmarés del certamen.
A Bluebird In My Heart (Jérémie Guez, Bélgica – Francia)
También destaca el trabajo del intérprete protagonista, el danés Roland Moller, en una película que comienza con un ritmo tranquilo y un tratamiento de personajes muy próximo al cine social, pero que irá decantándose al cine de género a medida que vayamos penetrando en la psicología del personaje principal, un expresidiario con problemas graves para controlar sus emociones pero capaz de desarrollar una historia tierna paternofilial con una adolescente problemática.
Siete cabezas (Jaime Osorio, Colombia)
La naturaleza en estado libre de un parque natural en Colombia es el escenario donde unos científicos empiezan a detectar comportamientos extraños en los animales y también en el lugareños que les sirve de guía. Las referencias al Apocalipsis y las pinceladas de ecologismo redondean la historia que adolece, eso sí, de un ritmo lento en el que casi toda la acción se precipita de golpe hacia el final.
L’heure de la sortie (Sébastien Marnier, Francia)
Un inquietante relato acerca de una clase de estudiantes de alta capacidad unidos entre sí de una forma enfermiza y aislados del resto del mundo por su sentimiento de superioridad. Tiene la factura impecable del cine de autor francés y un planteamiento que engancha al espectador, además de abordar la cuestión LGTBI de forma muy natural como un aspecto más de la historia, algo que no es tan habitual como debería. No obstante, el montaje falla al ofrecer muchas escenas reiterativas que cargan demasiado las tintas y demoran en exceso el clímax del relato.
Diamantino (Gabriel Abrantes, Portugal)
Una sátira social que utiliza la fábula y la ciencia-ficción para ironizar con mucho sentido del humor con la obsesión por el fútbol y con el populismo político transgrediendo las fronteras entre géneros. La intención es muy buena y se consiguen ciertos resultados, aunque limitados por los escasos medios de la producción que revelan la falta de dimensión industrial de la que sigue aquejado el cine portugués.
Ederlezi Rising (Lazar Brodoza, Serbia)
Y cerramos la lista alternativa de nuestras 10 películas menos conocidas pero altamente recomendadas de Sitges 2018 con otra historia en la que se utiliza la ciencia-ficción para hablar de la dirección a la que se encamina la sociedad europea. Rodada en inglés y protagonizada por una antigua actriz porno, puede considerarse una versión hardcore de Her, donde se da una vuelta de tuerca a las posibles relaciones personales y sexuales entre humanos y androides, además de una crítica del narcisismo al que está llevándonos el modelo liberal de mercado.
Tráiler de Ederlezi Rising
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Última actualización: 26/10/2020