Bat-Informe: Trayectoria de Batman en el cine

Ahora que llega el final de la trilogía de Chritopher Nolan sobre el hombre murciélago vamos a repasar la trayectoria del personaje de Batman en los últimos años.

Batman – 1966

La película comenzaba con una serie de agradecimientos a los amantes de las aventuras y la diversión, algo que desaparecería por completo tras esta película de 1966. Hija de su época y de una serie de televisión, en un principio estaba destinada a convertirse en el piloto de la misma, pero su elevado presupuesto hizo que la película se filmara tras la primera temporada. En esta ocasión, el dúo dinámico debe hacerse fuerte ante un equipo formado por cuatro supercriminales actualmente en libertad: Arlequín, Acertijos, Pingüino y Mujer Gata, que planean deshidratar el mundo ¡Menuda sardina!

Año 2012. Nunca pretendió que la tomáramos en serio y así lo hemos hecho toda la vida. Gran banda sonora, puñetazos que podían leerse y un montón de bat-vehículos macarras.

 

Batman – 1989

Año 1989. Prince todavía respondía a ese nombre y Tim Burton, un tío con unos pelos imposibles que venía de rodar La gran aventura de Pee Wee y Bitelchús para Warner Bros, logrando una excelente rentabilidad, era el elegido por la major para llevar a las pantallas la complicada tarea de rodar la película definitiva sobre Batman y tomar las riendas de un megaproyecto que llevaba esperando en los estudios desde 1979. Nombres como Ivan Reitman o Joe Dante sonaron para dirigir una propuesta que podrían haber protagonizado Mel Gibson, Charlie Sheen o Bill Murray, pero que, ya con Burton en el proyecto, terminaría protagonizando el mismísimo Bitelchús. Y no fue algo que los fans aceptaran de buen grado, Bob Kane incluido. La presencia del otro gran monstruo de la función, el Joker de Jack Nicholson, -puesto que Wayne/Batman es la otra cara de la misma moneda-, allanaría el terreno tanto que a veces olvidamos a Kim Basinger como la compañera de fatigas de Keaton. Nicholson, por cierto, firmó el contrato de su vida al embolsarse seis millones de dólares y un 15% de los beneficios de la taquilla. El 21 de junio de 1989 WB estrenaba la película más taquillera de su historia y duraba dos horitas justas.

Año 2012. Prince no recuerda cuál es su actual nombre artístico y Christopher Nolan ha reseteado el trabajo de Burton con una trilogía que está a años luz de la visión del gótico rizoso. La película aguanta el tipo porque Keaton demostró tener carácter, Nicholson un montón de color y el hombre murciélago vestía el mejor traje de su historia cinematográfica. El Bat-Dance ha envejecido mucho peor, pero en 1989 ya sabíamos que era algo horrible. También tiene el mejor poster de todas las aventuras del personaje.

Batman vuelve – 1992

Burton decidió que el año después de Batman sería oportuno crear un personaje icónico de cosecha propia y le regaló a Fox Eduardo Manostijeras, el principio de un sinfín de fenómenos. La película fue un éxito de crítica y público que, según los expertos, roza la perfección. Pero vamos a por la secuela. Burton estaba quemadito con la experiencia previa –la presión, ya sabes- y no tenía muy claro si encargarse de la secuela. En WB lo tenían clarísimo: era la única opción. Y cuando el director leyó el guión de Daniel Waters acabó convencido… y enamorado de Catwoman. Con muchos más “monstruos” que la primera parte, más tétrica pero también con una importante carga de humor negro, Batman Vuelve (1992) fue otro súper éxito aunque la opinión popular fue mejorando con el paso de los años. Creo que puede definirse con mi caso particular: siempre tengo ganas de revisar el primer Batman y al final termino viendo las dos y disfrutando más de la segunda.

Año 2012. Menuda bizarrada de película la segunda parte de Batman. Con un par. Y en dos horitas justas otra vez.

Batman forever – 1995

Joel Schumacher solía rodar pelis molonas de vez en cuando y por entonces era el responsable de dos películas que me habían vuelto loco de chaval: Línea Mortal y Jóvenes Ocultos. Por eso todos aplaudimos con las orejas que se encargara de la bat-franquicia y además invitara a Jim Carrey al viaje. Lo de Nick Rivers como Bruce Wayne ya nos pareció raro entonces. Me gustaría dejar claro que los principales responsables de la locura de neón colorista desafortunada y el horterismo reinante en la película –y en la siguiente, claro- fueron los ejecutivos de Warner, bastante asustados por el tono oscuro de la anterior aventura de Batman. Era 1995 y WB puso sobre la mesa 100 millones de dólares, convirtiéndola en la peripecia más cara del personaje y recaudando el triple. Contra todo pronóstico, Bob Kane alabó la interpretación de Val Kilmer.

Año 2012. Maldita sea, hacerse mayor significa aburrirse un poco viendo una peli con el mismo presupuesto que Terminator 2 y que en comparación con el armatoste de Cameron parece Mi primo Vinny. Ah, ¿Bob Kane dijo eso de Val Kilmer? Bob, ni puta idea de cine. Qué mal rato repasando una peli de mediados de los noventa que parece tan… noventas. El recuerdo era mejor.

Batman y Robin – 1997

Tim Burton había rodado Eduardo Manostijeras entre un Batman y otro y Schumacher también rodaría otra película, en este caso una olvidable adaptación de una novela de John Grisham titulada Tiempo de matar. Y es que los noventa estuvieron plagados de juzgados estresantes. 1997 sería el año del peor Batman de todos los tiempos. Y el más caro. George Clooney, que mira que mola, se llevó diez kilos por poner cara de idiota que anuncia Martini y tirar de bat-tarjeta de crédito mientras vestía los trajes más estúpidos de la franquicia –y peligrosamente parecidos a lo que Nolan perfeccionaría después. Si es que Nolan es un perfeccionista, hombre- y repartía bat-patadas a diestro y siniestro. Nuestra querida Uma Thurman y el gran Arnold Schwarzenegger hacían lo que podían detrás de unos disfraces terribles. También salían Alicia Silverstone –que por entonces ya estaba lejos de Veneno en la piel- y Elle Macpherson, que quedaba rebonita colgada del brazo de Clooney. La película fue un desastre de proporciones épicas y en USA no recaudó su presupuesto.

Año 2012. ¿Cómo es posible que la haya visto esta semana y no recuerde nada?

Batman Begins – 2005

Así, con un par. Aquí empieza esta movida y no quiero saber nada de Burton, Schumacher ni Clooney. Ocho años después de la bat-catástrofe y con el director de Ed Wood triunfando en la vida y Schumacher en perpetua condena, llega el director de Memento y aquella otra tan pesada con Robin Williams y Pacino que no era mucho mejor que Smila: misterio en la nieve –y que era un remake de una peli noruega- y resetea el universo de Batman en un film que nos pilló por sorpresa. Podría decirse que picamos. Una vez vista, Batman Begins (2005), nos dejaba satisfechos con su reparto coral –como los de las viejas pelis de catástrofes de la casa- pero que analizada con calma, nos dejaba un sabor agridulce en el paladar. Las peleas a puñetazo limpio sobre el hielo, en una pantalla IMAX, sigue siendo una de las experiencias más desagradables que he tenido como espectador. Christian Bale es el primer actor que INTERPRETA al personaje y se apoya en una dualidad vocal que hará historia y que abrió la veda de las coñas que estaban por llegar. Ra’s al Ghul y El Espantapájaros ponían la maldad. Momentazos de genio los tiene, Nolan es un director muy competente pero estaba dejando claro que él no estaba aquí para bromas y que aquí no habría bat-spray repelente de tiburones. Con un presupuesto, de 150 millones recaudaría 372 en todo el mundo.

Año 2012. Creo que ya la hemos visto suficientes veces.

El caballero oscuro – 2008

Entre medias Nolan firmó una de sus mejores películas, la complicada adaptación de la novela El Prestigio (Chritopher Priest), con Batman y Lobezno interpretando a un par de magos maltratadísimos por el amor y por la vida. Era una película de apenas cuarenta millones que lucía como una superproducción y que además contaba con David Bowie interpretando a Nikola Tesla. Un technothriller ambientado a finales del XIX con muy poco techno. Una película muy disfrutable y una de mis favoritas cuando se trata de Nolan. Era tan buena que apenas recaudó su presupuesto.

Nolan quería hacer una película de Batman grande, enorme, aparatosa pero también realista, y enloqueció a Heath Ledger para recrear un clásico de la casa: El Joker. Pero un Joker de verdad, uno creíble pero que tire de ropa chillona y que siga teniendo la cara pintada de blanco. Pero de blanco realista. Está mal que lo piense y peor que lo diga, pero si miramos la recaudación mundial de Batman Begins (372 millones) a lo mejor nos damos cuenta de una vez de que el principal responsable de los más de mil millones que se llevaría su continuación había sido el morbo. El bueno de Ledger, un todo terreno con toda la vida por delante y un futuro espectacular, moría poco antes del estreno. Y luego empezaron a llegar las avalanchas en forma de “mejor película de la historia”, “Un villano para la historia” y demás bazofia “para la historia”. No seré yo el que diga que El Caballero Oscuro es una película mala porque no lo es. De hecho, es una película estupenda, hiperbólica, gigantesca… y un poco brasas. Dos horas y media de policiaco con cuernos. El resto es historia.

Año 2012. Tras el subidón –a ratos- del blockbuster de 2008, nunca viene mal repasarla en HD. Lo difícil es terminarla. Buena elección cambiar a la ex mujer de Tom Cruise por la hermana de Donnie Darko. Aunque tengan la misma cara.

El poder de Batman

Terminamos nuestro repaso de la trayectoria de Batman en el cine con un poco de humor. El poder de Batman, parodia porno de exquisito gusto, utiliza el estilismo de la versión de los sesenta y añade un montón de chicha, mujeres espectaculares y un reparto “de peso”. Canal + la emite de vez en cuando. Dentro de unos años podría ser la que más veces hayamos visto.

Última actualización: 02/12/2016