Warren Beatty hace un particular tributo a Hollywood que no se sabe exactamente qué quiere decir. Lily Collins y Alden Ehrenreich brillan en una película cuyo guion va dando bandazos.
El oscuro enfoque de la industria
2017 ha sido el año de regreso de Warren Beatty. Más allá de la famosa y bochornosa noche de los Oscar, en la que se vio al cineasta “echarle el muerto” a Faye Dunaway dándole el sobre que no era, La excepción a la regla es también el del regreso de Beatty a la dirección tras 18 años desde el estreno de ‘Bulworth’ y 15 años desde que se le vio actuar en ‘Enredos de sociedad’.
Año 1958. Marla Mabrey es una jovencita baptista, de una familia muy devota y proveniente de un pequeño pueblo situado en el medio oeste de Los Ángeles. Su sueño es convertirse en actriz aunque siguiendo los consejos de su madre: Mente abierta, piernas cerradas. La joven empieza a trabajar para el multimillonario Howard Hughes. Allí conoce a Frank Forbes, el chófer del magnate y también un chico lozano y con fuertes creencias religiosas. Entre ambos surge el amor, pero éste será prohibido, porque la primera regla que impone Howard Hughes para trabajar con él es que sus empleados no tengan relaciones entre ellos.
La doble moral de Hollywood
Al menos en Estados Unidos, existen pocos cineastas que sean capaces de afrontar prácticamente a solas un proyecto. El regreso de Warren Beatty se esperaba como agua de mayo desde que se anunció. Sin embargo, lo que prometía ser una vuelta por todo lo alto, con aspiraciones a varios premios, se convirtió en una de las muchas decepciones que han ido dejando cineastas de importante recorrido como Ang Lee o Steven Spielberg con ‘Billy Lynn’ o ‘Mi amigo el gigante’.
Porque ‘La excepción a la regla’ intenta contar en tres actos tres películas completamente distintas. Primero llega un drama sobre una jovencita que desea triunfar en Hollywood, después viene un romance imposible y, por último, el triste relato de un soñador multimillonario. Ciertamente, resulta difícil saber qué ha querido decir exactamente Beatty con su película, ¿acaso mostrar el lado amargo de la vida hollywoodiense? ¿Las contradicciones de la moral religiosa en un ambiente artístico? ¿El ocaso de un hombre que lo tuvo todo pero que perdió la cabeza?
Un regreso abstracto
Toda una amalgama de ideas en la que el director expresa cierto toque melancólico, y hasta nostálgico, hacia el Hollywood clásico que va en la línea de ‘Café Society’ de Woody Allen. Pero, a diferencia de la cinta dirigida por Allen, Beatty no logra traer un mensaje claro ni tampoco su crítica se percibe como el trasfondo central de la cinta. El amor que surge entre la aspirante a actriz y el chófer queda deslucido por las continuas interrupciones que provoca el propio guion, escrito por Beatty. Cierto es que las actuaciones son espléndidas, Lily Collins logra salvar los muebles de una película completamente difusa y Alden Ehrenreich hipnotiza con su mirada, pero no son suficientes para evitar sentir que se está un filme que es más un cajón desastre que una cinta a la altura del director de ‘Rojos’ o ‘Dick Tracy’ y actor de ‘Bonnie y Clyde’ o ‘Bugsy’.
Con lo cual, ‘La excepción a la regla’ es el regreso difuso de un cineasta de los que ya no se hacen, una decepción para todo aquél que espera una gran vuelta. Eso sí, sus interpretaciones hacen que, al menos, su visionado merezca la pena.
