El filósofo existencialista, escritor y pareja de la célebre Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre dejó varias frases y pensamientos para la posteridad pero quizás ésta sea el que mejor describa al sexto largometraje de Alejandro Amenábar: “Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad”.
Seis son también los años en que el aplaudido realizador ha estado ausente tras ‘Ágora’, una cinta que ya daba síntomas de por dónde estaba yendo el cine de Amenábar. Y es que ‘Regresión’, cinta de apertura del 63 Festival de San Sebastián, era una de las propuestas más esperadas no sólo de este año sino de este lustro y también se ha convertido en una de las mayores decepciones últimas del cine español.
Durante los años 80 hubo varios casos en Estados Unidos que denunciaban la posible existencia de varias sectas satánicas alrededor de todo el país. Se hablaba de posesiones, ritos sádicos, asesinatos, y todo tipo de crueldades. En 1990, en el estado de Minnesota, el detective Bruce Kenner investiga el caso de una joven, Angela, que ha huido de su casa tras haber sido, supuestamente, violada por su padre. Él admite su culpa, sin embargo, no recuerda nada del suceso. Con la ayuda del doctor Raines, se harán ejercicios de regresión para que el acusado extraiga de su mente esos recuerdos. Esto desatará una siniestra conspiración que va mucho más allá.
Amenábar vuelve a sus orígenes, al thriller, que también supo hacer en sus tres primeras cintas. Sin embargo ‘Regresión’ no tiene la misma frescura que tuvieron en su momento ‘Tesis’ o ‘Abre los ojos’. El realizador y también guionista crea una red de conspiración y mentiras tan frágiles como el cristal. Deja demasiados hechos al azar, con varias inverosimilitudes, y los que deberían ser provocados se ven demasiado forzados. Sobre todo, porque lo que pretende relatar el realizador es un resultado opuesto al que plantea, queriendo retorcer las apariencias y sobresaltar al espectador.
Sin embargo, y pese a contar con una buena fotografía y actores más que solventes (Ethan Hawke y Emma Watson hacen lo que buenamente pueden), Amenábar comete fallos propios de un debutante enredando más la trama y, sobre todo, dándole un toque académico y solemne que le va completamente a la contra, especialmente tras la resolución de los acontecimientos.
En ‘Tesis’, ‘Abre los ojos’ y ‘Los otros’, el director jugaba con el subconsciente de la persona, con situaciones que podrían estar en la mente del protagonista y es lo que se muestra realmente, entremezclando realidad y ficción. Eso le funcionó gracias a que era centrado en un personaje. En ‘Regresión’, la ambición es mucho mayor, quizás desmedida, lo que lleva a una cinta confusa y, sobre todo en el último acto, cercano al melodrama cómico.
Todos estos fallos se podrían, incluso, perdonar si no fuese porque el cineasta llevaba seis años retirado y se esperaba que su regreso sea con una propuesta que vaya más que lo suficiente. Puede ser que el reconocimiento y los premios le hayan ido a la contra y se haya visto presionado a ser más épico de lo que realmente debería ser esta película. No se sabe, el caso es que ‘Regresión’ es una regular mezcla entre los placeros ocultos de ‘Eyes Wide Shut’ y la histeria colectiva de la serie de animación japonesa ‘Paranoia Agent’. Con esos elementos, Amenábar las tenía todas consigo pero no ha sido así, dejando en la retina una cinta palomitera y que arrasará en taquilla, pero nada más haciendo de ello una auténtica decepción.
2 / 5