El mal llamado cine gay se ha convertido en un término para fragmentar, más si es posible, un tipo de producción que está hecha por y para público casi exclusivo LGBT (Lesbianas, gais, bisexuales y transexuales). De esta forma, se crea un tipo de subproducto semejante al de, por ejemplo, los hispanos en Estados Unidos. ¿Esto es malo? No, pero tampoco bueno.
De vez en cuando, de este tipo de proyectos, sobresale alguno dejando una obra magistral que deja poso. Ejemplos de lo anteriormente dicho son ‘Weekend’, ‘High Art’ o ‘El desconocido del lago’. Cintas que lograron llegar a un tipo de espectador global al contar un relato con una vena universal. El debutante Hong Khaou lo ofrece con ‘Lilting’, un elegante y dedicado retrato de la pérdida de la pareja sentimental, así como afrontar el duelo del nido vacío.
Richard es un joven londinense que acaba de perder a su novio, Kai, en un accidente de tráfico. Su pareja, un joven de origen chino, murió justo cuando iba a contarle a su madre que es gay y que se iba a vivir con él. Poco tiempo después, Richard visita a Junn, la madre de Kai, al geriátrico en el que vive en Londres. Pese a las barreras culturales e idiomáticas, ambos sabrán entenderse para apoyarse en la pérdida de un ser querido.
Khaou cuenta un relato muy personal e intimista para su debut como director. Debido a que se quiere tomar en serio lo que cuenta, el asumir la pérdida de un ser querido, la cinta goza de una solemnidad y sobriedad adecuada para el tema que trata. La propuesta es una producción hecha para el lucimiento de sus actores protagonistas. En este sentido, Ben Whishaw se torna en un personaje invadido por la tristeza, por el peso de la pérdida de un amor que aún tenía mucho que ofrecer. Junto a él, la magnífica Cheng Pei-Pei, una de las actrices más reconocidas de China y Hong Kong, que muestra no sólo esa tristeza, sino también la incomprensión de una sociedad a la que no entiende y con la que tampoco sabe cómo comunicarse con ella.
Esos elementos hacen que ‘Lilting’ sume puntos y cuente una historia entrañable y con más niveles de complejidad. Ya que no sólo es amor, sino que también se aborda el problema de la falta de integración de ciertos grupos migratorios. Una de las escenas más logradas es cuando el joven tiene que hablar con su suegra mediante una intérprete.
Sin embargo, ‘Lilting’ muestra que los sentimientos y las emociones van más allá que los idiomas y las diferentes culturas, aunque sean completamente opuestas. Quizás carezca de ambiciones mayores, pero Khaou sabe crear una historia muy auténtica, que consigue transmitir verdaderos sentimientos de manera delicada, elegante e intimista. Una delicia que va más allá de lo que aparenta.
