Siempre es un imposible poder hacer físico o palpable cualquier tipo de sentimiento, pero si de lo que hablamos es de amor, esta imposibilidad se transforma en una epopeya sin fin más difícil de explicar que la Teoría del Big Bang. No pocos han sido los que han intentado plasmar el amor en la gran pantalla, pero quizás hasta ahora nadie lo haya expresado de forma tan manifiesta, sin mostrarlo a través del sentido de la vista, sino dirigiéndolo a través de ondas elásticas, de sonido.
Spike Jonze dirige en “Her” una compleja propuesta cinematográfica que no será del gusto de todos, imaginando un futuro cercano muy similar a lo que tenemos ya en nuestro presente. Un hombre incapaz de aceptar su reciente separación matrimonial (Joaquin Phoenix), termina enamorándose de la voz de un avanzado sistema operativo de ordenador (Scarlett Johansson). Más allá de que casi cualquier hombre se enamoraría de Scarlett ya sea en formato físico, extrasensorial o multimedia, Spike parte de una premisa en apariencia demasiado ficticia como para trasformarla en una posible realidad.
Pero será sólo cuestión de minutos que tus dudas se disipen (para bien o para mal), con una representación del amor y la vida aplastante, directa y donde más duele. “Her” te transmite las mismas sensaciones que al leer una buena novela, imaginándonos al personaje protagonista, en este caso esa dulce voz que esconde una compleja entidad que se desarrolla en nuestro cerebro sin la necesidad de percepción visual.
A Joaquin Phoenix, extraño por naturaleza, le viene que ni pintado el papel, viviéndolo y haciéndolo creíble, y emocionándonos con miradas, gestos y comportamientos que hablan por si solos. Una fantástica banda sonora, con temas de Arcade Fire, Kim Deal e incluso una canción bajo la voz de Scarlett y Phoenix, no hace más que ayudar con cada una de sus notas a enriquecer un aspecto visual modernista, nada barroco y con algunas secuencias totalmente cautivadoras.
Esta relación virtual de amor imposible, es el reflejo de lo etéreo de la pasión, y de lo intangible pero doloroso que puede llegar a ser el desamor. Una relación hombre maquina que nos persigue en nuestro día a día, la dependencia humana de las tecnologías y que confunden la propia realidad, pero manejada magistralmente por Spike Jonze para que sea tan abstracta como profunda, pasional y llena de ternura.
“Her” es una historia de amor y dolor, tan amarga y poética como “Dolls” de Takeshi Kitano, e incluso similar en su banda sonora a la realizada en 2002 por Joe Hisaishi, pero única en su concepto. Te hará reír, emocionarte, conmoverte, incluso llorar, sentirás que esa voz no tiene forma pero está ahí, y que tú también podrías enamorarte de ella. A “Her” o la amas o la odias, como el amor, o lo sientes o no lo sientes, pero tienes que creer en él.
4 / 5