Hace quince años Ricky Gervais revolucionó la televisión con una serie llamada The Office. La ficción no inventó pero sí popularizó el genero de falso documental aplicado a una comedia que provocaba en el espectador una extraña e incomoda mezcla de hilaridad, vergüenza ajena y pena por un personaje, el jefe de la oficina David Brent, que nunca dejaba claro si era un cretino sin dos dedos de frente o un tipo necesitado de amor.
Ricky Gervais vuelve a dar vida al icónico David Brent
The Office contó con un remake estadounidense que superó en éxito al original y se prolongó a lo largo de nueve temporadas. Esta versión conservaba el formato de falso documental y el tono absurdo de la serie madre, pero sus personajes terminaban resultando más definidos y humanos. El jefe interpretado magistralmente por Steve Carell provocaba desde el inicio compasión y empatía, una especie de Peter Pan mezclado con showman metido en la aburrida rutina diaria de una oficina. Ambas series, la inglesa y la americana, son de obligado visionado y dependerá del gusto del espectador que se decante por una u otra.
Ahora, casi quince años después del final de la The Office británica, Gervais ha traído de vuelta con la ayuda de Netflix el personaje que le dio la fama. David Brent: Life on the road tiene todas las ventajas pero también las desventajas de este tipo de películas. Los fans de la serie original estarán encantados de reencontrarse con un viejo conocido, pero los que lleguen de nuevas sin conocer el back up del personaje pueden percibir un producto limitado y un tanto repetitivo en desarrollo. La película conserva como no podía ser de otra manera el tono de falso documental para narrarnos el intento de Brent de cumplir su eterno anhelo: convertirse en una estrella de rock.
Estructurada como si de una road movie se tratase, Gervais ha creado toda una serie de canciones que el personaje de Brent va interpretando a lo largo de la absurda gira que ha decidido emprender por varias localidades. Y es en estas canciones donde esta el mayor acierto de la película. Las letras absurdas, los plagios estilísticos de grupos como Cold Play y la vena cómica de Gervais para interpretar a Brent provocan la carcajada en varios momentos tanto a los iniciado ya en el universo de The Office como a los que lleguen de nuevas. Imprescindible por supuesto verla en versión original para apreciar tanto las canciones como la hilarante risa a lo Amadeus del protagonista.
A nivel estrictamente cinematográfico David Brent: Life on the road peca de una dirección y look visual algo televisivo, Gervais no ha intentado innovar en este sentido y parece más un capítulo especial de la serie que una película de cine. Como homenaje y fiesta de reencuentro para los fans funciona a la perfección e incluso consigue humanizar algo más al personaje de Brent de lo que lo hacia la serie. Gervais consigue que conforme avance la película el protagonista parezca el personaje más cuerdo y con corazón de la historia con un mil veces visto, pero siempre necesario mensaje, en pos de que cada persona intente realizar sus sueños y huir de la macabra rutina del mundo laboral.
Steve Jobs decía que cada persona tenía que intentar trabajar en lo que le gustase para que no tuviese la sensación de tener que ir a trabajar a diario. David Brent: Life on the road viene a transmitir el mismo mensaje pero con menos solemnidad, más gracia y proporcionando hora y media de humor inteligente incluso cuando no lo es. Obligatoria para los fans y excelente oportunidad para los no iniciados para recuperar la serie original y sobre todo el remake americano.
Tráiler de David Brent: Life on the Road
