El séptimo capítulo de esta quinta temporada de Juego de Tronos ya está aquí. Se llama The gift (El Regalo, en español) y se estrena como director Miguel Sapochnik (Fringe, House). Puedes leer el recap del episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Espero que no la necesites
Jon se va. Deja el Muro. Acompañará al nuevo líder de los Salvajes como éste le pidió, para convencerles de que crucen hacia el sur. Allison Thorne no está muy de acuerdo con aquello, que le parece un insulto a todos sus hermanos caídos. Sam tiene algo que darle a Jon para su viaje: la daga con la que consiguió matar a aquel Caminante Blanco. “Espero que no la necesites”.
En el Castillo Negro, Sam visita al Maester. Aemon se está muriendo, postrado en una cama. Y empieza a delirar: el hijo de Elí le recuerda a su hermano Aegon V Targaryen, quien fuera rey de los Siete Reinos y abuelo de Daenerys. Aunque él le llamaba Egg. El Maester cuenta cosas interesantes. La primera es que su hermano era así de pequeño, alegre y risueño (yo ya me veo a ese bebé subiendo al Trono de Hierro). La otra es que le aconseja a Elí que se desplacen al sur, antes de que sea demasiado tarde. ¿Intuición?
Su guardia ha terminado
Aemon muere entre gritos llamado a su hermano, con 104 años. Y con él, muere también todo rastro Targaryen en Poniente. Que sepamos, ya solo queda Daenerys con ese apellido, aunque ella no sabía ni que tenía un tío lejano por ahí. Sam se encarga de su funeral y nos enteramos de que ha sido consejero de, al menos, una docena de Lord Comandantes. “Era de sangre de dragón, ahora su fuego se ha extinguido. Y su guardia ha terminado.”
Una de las principales consecuencias de la partida de Jon y la muerte de Aemon es que Sam se queda solo. Y justo cuando aparecen los problemas. Elí es la única mujer en Castillo Negro y eso despierta la curiosidad y simpatía de algunos guardianes. Sam va en su ayuda y desenfunda su espada. Aunque mató a un Caminante Blanco, fue más bien por suerte.
Cuando la cosa va a pasar a mayores y van a luchar, aparece Fantasma, el lobo huargo de Jon y –obviamente- los dos acosadores salen de allí corriendo. Está claro que Jon no ha dejado solo a su compañero.
Otro bastardo
El esperado encuentro (real) entre Sansa y Theon tiene lugar en este capítulo. Sansa parecía muy fuerte el anterior, pero todo aquello se vino abajo y ahora pide ayuda a Theon, que parece despertar poco a poco. Él traicionó a los Stark, se lo debe. La joven está encerrada, pero él le asegura que, tratándose de Ramsey, siempre podía ser peor.
Sansa comete un gran error cuando le cuenta su plan de escape al joven, mientras trata de hacerle recordar quién es. Tiene que ayudarla, y para ello necesita que encienda una vela en la torre más alta de Invernalia. Pero Theon va derechito a contárselo a su marido.
Ramsey ha tenido un golpe de suerte. Stannis se acerca, pero el invierno también. Con ese temporal de nieve que azota el Norte, sus hombres tienen ventaja sobre un ejército nada acostumbrado a luchar en aquel clima. Confía en que será Guardián del Norte, a su lado. Sansa no está tan segura de aquello, su suegra está embarazada. ¿Y si es un niño? Ramsey es claro, él es bastardo, pero reconocido por decreto real. “Por decreto de Tommen Baratheon, otro bastardo”.
Ramsey recoge el golpe y lo asimila. Y le recuerda a Sansa que ella tiene un hermano bastardo, Jon. Es en ese momento cuando se entera la joven de que su hermano es Lord Comandante. Y nos damos cuenta nosotros de lo incomunicados que están los Stark, sin saber nada del resto. La traición de Theon tiene consecuencias y Ramsey le enseña a Sansa otra visión fatal: la señora que le dio la idea de la vela en la torre ha muerto mientras era torturada. Se le complican las cosas para salir de allí.
Si no marchamos ahora
Stannis lo veo todo muy negro. O blanco. La tormenta de nieve le está dejando sin hombres, sin caballos y sin comida. Uno de sus aliados, los Cuervos de Tormenta (mercenarios a los que pertenece Daario Naharis, por ejemplo), han desertado. Eso son 500 hombres menos. Stannis, sin embargo, no se da por vencido. Ser Davos, su mano derecha, le asegura que lo mejor es volver al Castillo Negro, pero el invierno podría durar años. “Si no marchamos ahora y lo arriesgamos todo, habremos perdido”.
Su mano izquierda, Melisandre, sabe que va a ganar. Ella ha visto en sus visiones una gran batalla en la nieve y se ha visto a ella misma en Invernalia. Pero ello requiere un sacrificio, de alguien con sangre real. El ideal sería Gendry, aquel muchacho bastardo del rey Baratehon, pero no le tienen a mano. Y ni sabemos dónde está, aunque sí que es caballero de la Hermandad sin Estandartes.
El caso es que tiene otra opción. Stannis también tiene sangre real, pero claro, él es necesario. Ello solo conduce a una posible candidata: su hija Shireen. Stannis, sin embargo, queda muy disgustado con las insinuaciones de su amante. No deja de ser su hija.
Reencuentro
En los alrededores de Meereen, tiene lugar una subasta de esclavos en la que el protagonista absoluto no es otro que Jorah Mormont. Su historia y renombre suben rápidamente el precio. Un señor le compra, y entonces salta Tyrion asegurando que también le tiene que comprar a él, pues son equipo. El caso es que al final consigue que se lo lleven también.
Jorah se entera de que si pasa “las semifinales” podrá combatir en Meereen para la reina Daenerys. Pero no hace falta y justo se acerca con su futuro esposo a verles luchar; tiene que aguantar como se destripan ahí en medio ante los aplausos del público. Jorah no aguanta verla sufrir y sale a la arena a tumbarlos a todos, pero sin matarles.
Mientras Jorah deja K.O. a todos sus compañeros, Tyrion se da cuenta de tiene que actuar. Logra salir gracias a un señor que le rompe sus cadenas. El encuentro entre Mormont y Dany no es como él quería y la reina ordena que lo quiten de su vista. Pero él tiene un regalo para ella, y es entonces cuando aparece Tyrion y se presenta.
Nosotros los muchos
Adoro con todas las letras a Lady Olenna. Va en busca, en Desembarco del Rey, de una solución para su familia, la mitad encarcelada. “¿Dónde puedo encontrar al Septón Supremo o Gorrión Supremo o lo que sea ahora?” Olenna caza en seguida al Gorrión, cuya fama achaca al populismo. Con tal de excarcelar a sus nietos, Olenna pone a su disposición el oro de los Tyrell.
Vista la negativa al soborno del Gorrión, Olenna pasa al modo amenaza. Dejarán de mandar alimentos a la capital, y la gente se morirá de hambre, y le culparán a él. Pero el Gorrión siempre tiene una respuesta y les asegura que su familia ni ara los campos ni recoge cosechas. “Vosotros sois los pocos, nosotros los muchos”. Olenna se va de allí disgustada, pero recibe una carta con el sello de Petyr Baelish. Aquí nada se puede dar por sentado.
Por su parte, Petyr recorre una de sus casas alegres mientras descubre que está todo destrozado. Han convertido Las Vegas en el Vaticano, y con ello se han ido al traste sus negocios más lucrativos. Allí se encuentra con Olenna y una de las primeras frases que le estampa demuestra su maestría: “Nuestros destinos están unidos, Lord Baelish; juntos matamos a un rey”. Petyr tiene algo para ella, lo mismo que tuvo para Cersei: un joven.
Cersei y el Septón
En el Palacio Real, Tommen está que se sube por las paredes: su mujer, la Reina, está en prisión y él no puede hacer nada. Su madre Cersei intenta calmarle. Ella misma vio morir a su marido y a su hijo y no pudo hacer nada. Eso sí, ahora se presta voluntaria para hablar con el Gorrión. También visita a su nuera y su encuentro termina mal. El plan de Cersei parece que está funcionando.
De la conversación entre Cersei y el Septón nos enteramos de que él y otros seis septones les juzgarán, pero que pueden salvarse si confiesan y se arrepienten. Eso sí, depende de su contrición y la gravedad de lo que hayan pecado. Y, hablando de pecado, el Septón suelta la bomba. Un joven se unió hace tiempo a los Gorriones, un joven que lastraba una carga muy pesada. Y se deshizo de ella, y aquello salpica de lleno a Cersei. Habla de Lancel (su primo, con quien tuvo lío), y Cersei es arrestada.
Dorne
En Dorne, Jaime consigue hablar a solas con su sobrina Myrcella. La chica se sorprende por su cambio físico. Antes tenía más pelo, bueno, y dos manos. Además, la joven no quiere marcharse de allí. Quiere a Trystane y se van a casar. ¿Cómo resolverá todo aquello?
En los calabozos de los Jardines del Agua, las Serpientes de la Arena y Bronn esperan su futuro. El del compañero de Jaime pinta mal, pues el veneno de la lanza de una de las Serpientes empieza a hacer efecto. Se trata de un ungüento proveniente de Asshai, ciudad del sureste de Essos, de donde viene, por ejemplo, Melisandre. Allí también tienen el antídoto, pero queda muy lejos. En Poniente, el único antídoto lo tiene una de las Serpientes, y –ante todo pronóstico- se lo da.
Opinión
Si algo hay destacable en este episodio es el arresto de Cersei, sin duda. Pero mucho más importante me parece la mano ejecutora de todo aquello: Petyr. Le cuenta a Lady Olenna que tiene para ella un joven, lo mismo que le entregó a la Reina Madre. El joven que le dio a Cersei fue el que confesó que se acostaba con Loras. El joven que tiene para Olenna es el propio Lancel.
Con este juego, parece que al final Baelish ha visto en su enemigo natural –el Septón- un aliado fiel. El Lord sabe los secretos oscuros de todos ellos, y lo único que ha hecho es poner las cartas sobre la mesa y va girándolas a su gusto. Pero cuidado, porque el Septón es imprevisible y Tommen ya ha amenazado con empezar una guerra si es preciso.
En Meereen, a Dany le cambia totalmente la cara cuando se presenta allí Tyrion. ¿Qué supone esa aparición? ¿Cambiará la idea que tiene la Reina sobre Jorah? ¿Se le ocurrirá algún plan para utilizar al Lannister e invadir Poniente? ¿Soy yo o Daario se ha vuelto un poco muy manipulador?
Por último, ¿es buena idea que Jon deje el Muro? No, obviamente, es la peor idea que podría tener nadie nunca. Y más ahora, que allí solo le quedan Sam y su lobo. ¿Se amotinarán en su ausencia sus hombres? ¿Quedará atrapado al otro lado del Muro con los Salvajes?
Puntuación: 8
Última actualización: 25/05/2015