Este cuarto capítulo de la séptima temporada de Juego de Tronos es grande, muy grande. Y así es también nuestro particular análisis -largo, largo-. En apenas 50 minutos pasan muchas cosas importantes, que le ha tocado dirigir a Matt Shakman (Fargo, The Good Wife), que se estrena así como director en la serie. El título, Botines de Guerra (The Spoils of War), hace referencia al saqueo de Altojardín después de lo ocurrido en el episodio anterior. ¡Alerta spoiler!
Desembarco del Rey
Los soldados ganan guerras, pero el oro gana soldados. Ese es el planteamiento que Cersei tiene en mente todo el rato. Empezamos nuestro análisis con ella que, para empezar, va a usar todas las riquezas que ha saqueado de Altojardín para pagar las deudas de su familia con el Banco de Hierro. Sus tropas ya van camino al sur, con dinero y comida, ya que les pilla de paso.
Muy contento de ello está el representante del Banco, Tycho Nestoris. De hecho, ya que van a pagar su deuda, el banco estará complacido de volver a prestarles más dinero, que Cersei piensa usar para contratar a mercenarios que ayuden a su causa. Los elegidos son la Compañía Dorada, provenientes de Essos, uno de los ejércitos de mercenarios más reconocidos.
La Compañía Dorada ha sido obviada en la serie hasta el momento (no así en los libros). Pero en pantalla ha sido citada en dos ocasiones, ambas en la cuarta temporada: en el tercer capítulo, Davos aconseja a Stannis contratar a los mercenarios para su ejército; en el séptimo, nos enteramos de que Jorah Mormont estuvo como mercenario un tiempo con ellos.
El Norte
Uno de los personajes más interesantes de esta serie es, sin duda, Meñique. La retorcida mente de Petyr no deja de confabular conforme suceden los acontecimientos, y la reciente llegada de Bran no es para menos. A sabiendas de que es el legítimo heredero del Norte, tiene una conversación con él en la que se dirige al joven como Lord. Y aunque Bran nos recuerda a todos que no tiene ninguna pretensión al respecto, se lleva un regalo de Meñique: una daga.
Bueno, pues resulta que la daga tiene su historia. Con ella, un asesino a sueldo intentó matar a Bran mientras estaba en coma después del empujón que le pegó Jaime en lo alto de una de las torres de Invernalia (temporada 1, episodio 2). Su madre Catelyn se la llevó a Desembarco del Rey, intentando buscar a su dueño y así descubrir quién quiso matar a su hijo (ella tenía claro que los Lannister). Allí se la dejó a Ned Stark, y de su cuarto la recuperaría Meñique.
Muy interesante la despedida en esta escena entre ambos: Baelish hace referencia al caos, y Bran le suelta que “chaos is a ladder”, trozo de una célebre conversación entre Petyr y Varys en la tercera temporada (capítulo sexto). Por supuesto, Bran no escuchó esa conversación, pero suponemos que la ha visto en sus visiones.
También tiene una conversación Bran con su compañera de aventuras Meera Reed. Le ha acompañado por todas sus penurias las últimas temporadas y ahora ya no la necesita, pues Maester Wolkan le ha construido una silla de ruedas (parece raro ver una en esta serie pero es la segunda, recordad a Doran Martell). Meera ha decidido marcharse a El Cuello (zona que separa el Norte del resto de Poniente), con su familia, antes de que lleguen los Caminantes. Bran le da las gracias, un poco seco, por su ayuda, pero Meera no está de acuerdo con sus formas.
La chica dice que ha muerto mucha gente por él: su hermano Jojen, Hodor, el lobo Verano… ¿y solo le da las gracias? Pues sí. Ésta se esperaba un castillo o algo y un poco indignada de va de allí asegurando que el propio Bran murió también más allá del Muro, más concretamente en la famosa cueva donde se convirtió en el Cuervo de Tres Ojos.
Vuelta a casa
Pero tal vez lo más interesante de todo es la vuelta a Invernalia de Arya (no pisaba su hogar desde el segundo capítulo de Juego de Tronos). Los guardias no se creen que sea ella, a la que daban por muerta. Muertos están a los que ella propone para corroborar su identidad (Maester Luwin y Rodrik Cassel, que fue maestro de armas de Invernalia, ambos mueren en la segunda temporada).
El caso es que la dejan entrar y luego escapa, aunque Sansa enseguida conoce a dónde ha ido su hermana. En la cripta, frente a la tumba de su padre, se produce el esperado reencuentro entre Arya y Sansa, aunque yo vi más emoción cuando se topó en pleno bosque con su loba Nymeria, pero bueno. Han tenido que pasar 58 episodios para que ambas actrices vuelvan a compartir plano.
Poco a poco se ponen al día: no, al final Sansa no mató a Joffrey, aunque dice que ojalá. Arya también dice que ojalá ella, que estaba en su lista. ¿Qué lista? La del matar. Se rien, pero sabemos que Arya no está bromeando en absoluto. El encuentro entre Arya y Bran parece más cariñoso por parte de ella, mientras él sigue siendo el rancio que es desde hace dos temporadas lo menos. Hablan de sus visiones, y que él “vio” a su hermana, así que tampoco es mucha sorpresa encontrarla viva.
Y volvemos a la daga, que Bran le da a Arya porque él dice que poco uso le va a dar. El arma, por cierto, está hecha de acero valyrio. Recapitulando, junto a Arya, ahora cuentan con armas de este material Jon, Jaime Lennister, Brienne y Samwell (recordemos que robó la espada de su familia, Veneno de Corazón).
Los tres hijos supervivientes de los Stark por fin reunidos, algo que alegra bastante a Brienne, aunque ella ha hecho bien poco por ello. Mientras lucha con Podrick en otra de sus lecciones de espada, aparece Arya (ya enfundada en un Stark total look) y empiezan a combatir, haciendo gala Arya de todo lo que ha aprendido desde que se fue. Entre la Danza del Agua que aprendió de Syrio Florel y su entrenamiento con los Hombres sin Rostro, consigue igualar y casi superar a Brienne, quedando en un empate técnico el combate.
Desde arriba, Meñique y Sansa observan todo con cierto desasosiego. Él no tiene que ser muy listo para darse cuenta de que Arya le odia. Y pobre Sansa, su hermano ve visiones y Arya es prácticamente una ninja, mientras ella parece no haber avanzado nada en todas estas temporadas. Bueno, es la que manda allí ahora. ¿Sacará provecho de ello?
En Rocadragón
Jon y Davos siguen en Rocadragón como huéspedes (de buen agrado ya) de Daenerys. Davos, por cierto, hace cierto comentario sobre Dany a Jon, como que ve cierto feeling entre ambos, a lo que damos fe. Por ahora el Rey del Norte no está para esas cosas, pues tiene un ejército de muertos no-muertos que derrotar. También destacar la breve conversación entre Missandei y Dany sobre Gusano Gris y las “muchas cosas” que pasaron antes de su marcha. Rocadragón, capital del amor.
Lo importante aquí: Jon y Dany entran en la mina de vidriagón abandonada bajo el castillo, donde Snow ha descubierto además un montón de graffiti muy antiguo, evidencia de que los Niños de los Bosques habitaron la isla mucho antes de la llegada de los Targaryen. En sus dibujos aparecen junto a los Primeros Hombres, combatiendo contra los Caminantes Blancos, muy fielmente representados en la roca. Lo que sirve casualmente a Jon para tratar de convencer a Dany para que forjen una alianza, otra vez.
Dany está dispuesta a luchar por el Norte, pero si él hinca la rodilla. Ella sigue empeñada en ello, y Jon sigue empeñado en que el Norte nunca seguirá a otro Rey en Desembarco. Nada más salir de la mina, Varys y Tyrion le cuentan las noticias sobre la trampa en la que han caído en Roca Casterly, lo que enfurece a Daenerys bastante. La estrategia de Tyrion le ha conseguido un castillo en la otra punta de Poniente, pero sin vías de suministro ninguna. Y culpa directamente a Tyrion, que trata de defenderse en que, bueno, aún les quedan algunos barcos para desplazarse.
La cosa pinta muy mal, así que Daenerys vuelve con su plan de entrar en Desembarco del Rey con sus dragones y echar abajo la Fortaleza Roja, aunque esta vez es Jon el que le convence de que aquello no daría la imagen adecuada. Interesante que Dany le pida directamente su opinión a Jon, la alianza aquí tiene que estar al caer.
Por el horizonte, por cierto, aparece poco después un barco con Theon a bordo. El encuentro entre Jon y Theon es muy tenso (recordemos que traicionó a los Stark), aunque Snow asegura que no lo mata porque ayudó a Sansa en Invernalia. Ha vuelto a Rocadragón porque quiere pedir a Daenerys ayuda para rescatar a su hermana Yara (¿aunque dónde iba a ir si no?). El problema es que Dany se ha ido, ¿qué estrategia se les ha ocurrido para darle un vuelco a la guerra?
En el Dominio
Mientras Jaime organiza como el oro sale de Altojardín camino a Desembarco, recoge una de las bolsas de monedas y paga a Bronn por sus servicios. En realidad lo que él busca es un castillo y ser Lord y todo, pero por ahora tendrá que conformarse con su condición de caballero. Poco después vemos a la comitiva haciendo un alto en el Camino de las Rosas, que une Antigua y Altojardín con Desembarco. En esas, empiezan a escuchar un sonido a lo lejos que resulta ser una horda enorme de dothraki a galope. Bronn, que sabe ya cómo va a terminar aquello, insta a Jaime a marcharse, pero él decide no abandonar a sus hombres.
Claro, que a lo mejor se lo hubiese pensado un poco si antes de decidirse hubiese visto a Daenerys montada en un dragón haciendo a esos hombres ceniza. Drogon es el primer dragón que sobrevuela Poniente en más de cien años, y muchos soldados huyen despavoridos, por supuesto. Los dothraki cargan contra las tropas Lannister (y Tarly, que también están ahí), y ahí muere prácticamente hasta el apuntador.
En un principio las tropas de Jaime parece que aguantan, apoyados por los arqueros Tarly, pero los dothraki son muchos más, por no contar el dragón que les abrasa por las alturas. Y de poco sirven las flechas contra Drogon, que le hacen poco más que cosquillas. El propio Jaime está a punto de morir a manos de un dothraki, pero Dickon Tarly le salva la vida.
La batalla está prácticamente perdida para los Lannister, pero cuentan con el arma secreta antiaérea de Qyburn, que Bronn cosigue alcanzar y disparar (Jaime no puede solo con una mano). Con la suficiente paciencia, Bronn consigue finalmente alcanzar a Drogon, que ruge dolorido y parece que se enfada todavía más. El dragón toca tierra con solvencia y destruye el arpón, salvándose Bronn de la llamarada por escasos segundos.
Daenerys entonces se baja de Drogon para ayudarle, intentando quitarle la flecha gigante que tiene clavada. Y Jaime, que se da cuenta de ello y de que matándola puede acabar la guerra, se lanza a por ella. Claro, que Drogon se percata y trata de chamuscarle, como habría acabado de no ser porque Bronn le saca de la dirección de la llamarada a tiempo de un empujón. Ambos caen al agua, y parece que Jaime se va a ahogar si no consigue sacarse su pesada armadura a tiempo.
Toda la escena es presenciada desde un cerro por Tyrion y el comandante de los dothraki, Qhono, que le asegura que sus hombres no saben luchar. Con el ejército de los Lannister hecho trozos y Jaime en serios problemas, esta batalla termina con una evidente e importante victoria por parte de Daenerys. Parece, para empezar, que los suministros de alimentos que espera Cersei no van a llegar nunca. El oro, sin embargo, sí que auguro que le va a llegar. A la contienda todavía le queda para terminar.
Última actualización: 16/05/2020