Esta semana Gotham termina temporada con un doble capítulo en el que han pasado MUCHAS cosas. Hora y media de frenesí y muertos y no muertos que termina de cara a una cuarta temporada y, auguro, un salto temporal que no sé si nos va a terminar gustando. El episodio anterior (el 20) aquí. ¡Alerta spoiler!
Fish Mooney
Voy a empezar por el principio: la ciudad de Gotham es un caos. Siempre lo ha sido, tan sucia y oscura y tal, pero ahora bajo la influencia del virus en el aire, la cosa se complica. La versión PRO de Strange es más rápida y letal, y la gente se ha vuelto loca con sus nuevos superpoderes. Gordon intenta controlarse, aunque parece que cada minuto que pasa el virus se apodera un poco más de él. Si quieren una solución necesitan a Hugo que, después de su encuentro con Alfred, anda desaparecido.
¿Y quién le encuentra tratando de huir de la ciudad? Pues Fish Mooney. Quiere hacerse con el control, y sabe que él es la llave. O al menos eso piensa. En su equipo, por cierto, tiene a Pingüino (misteriosamente, pues recordemos que la mató) y su equipo (esto es, Bridgit y Fries). Gracias a un muro de hielo consiguen escapar de Bullock y Jim, al que el virus le está afectando seriamente. Leslie no ayuda tampoco llamando cada diez minutos para convencerle de huir juntos, la verdad.
Strange termina hablando (gracias a la “terapia” de Pingüino) y lleva a Fish al lugar donde tiene escondido el antídoto del virus. Y ahí es cuando se lía: aparecen unos ninjas, que no son de la desaparecida Corte de Búhos, sino otros, que mantienen ocupados a Bridgit y Fries. Al final el que acaba con ellos es Gordon, que aparece por la puerta con toda su nueva fuerza y MATA A MOONEY. Casi sin querer, no lo sé. El caso es que Fish, que llevaba el antídoto en las manos, lo deja caer, destruyendo las muestras.
Pingüino parece afectado por la muerte, ahora ya sí que sí, de su antigua jefa, que le ordena básicamente que se alce con el control de Gotham por ella. La policía aparece y detiene a Oswald y a Hugo, que asegura que puede hacer más antídoto.
Barbara Kean
También detrás del control de Gotham está Barbara, que hace una alianza con Nygma, al que no le interesa nada más que acabar con Pingüino, pero bueno no pierde nada. A sus oídos llegan noticias, y se da cuenta de que hay alguien que va a ser crucial para el éxito de Strange en una nueva cura: Jervis Tetch. Así que deciden secuestrarle y pedir a cambio una millonada. Pero mientras el combo Ed-Barbara parece que funciona, Tabitha y Butch empiezan a hartarse de sus desplantes y a planear la muerte de Kean.
Pero claro, en realidad Nygma lo único que quiere es matar a Pingüino de una vez por todas, y eso Jim lo sabe. Y, precisamente, le tienen allí esposado en comisaría. Así que Gordon propone un trato, que Ed acepta, de intercambiar a Oswald por Tetch. Lo que pasa es que Barbara no es tonta, y sabe qué está pasando, presentándose allí a tiros con Tabitha y Butch. El resultado de la escena es disperso: Pingüino deja KO a Nygma y le encierra en un coche, mientras que Jim escapa de Barbara con un tarro lleno de la sangre de Jervis (se da cuenta de que, en realidad, no le necesitan entero).
Barbara es la gran perdedora del intercambio, sin duda, y decide hacer las maletas y esconderse. Sin embargo, es un truco para cazar a sus compañeros Butch y Tabitha, que estaban a punto de quitarla de en medio y ella lo veía claro (muy disimulados no eran, la verdad). A Butch solo le da tiempo a decir que Tabi no tiene nada que ver antes de que Barbara LE PEGUE UN TIRO EN LA CABEZA. Pero Barbara sabe que es mentira, y se enfrenta también a ella, con un resultado algo peor: la ex de Jim termina electrocutada y, aparentemente, MUERTA. GASP!
Mucho ojo con un teaser importante aquí con Butch, que resulta que NO MUERE. Queda inconsciente en el hospital, donde descubrimos que su nombre es Cyrus Gold. PLOT TWIST. Este nombre es importante, así que si tenéis curiosidad y no os importan futuros spoilers al respecto para la próxima temporada, os encomiendo a Google.
El Iceberg
Las tornas en esta serie cambian MUY rápido. Mientras Oswald le cuenta a un esposado Ed cómo hace un momentito estaban justo al contrario, Nygma se hace con una aguja de las de vestir, se libera, enfada a Pingüino y consigue que salga del coche y quitarle la pistola. Y de nuevo en la misma situación que antes (aunque ahora Ed sí tiene del todo a su exsocio).
Por supuesto, Nygma quiere terminar lo que empezó. Por eso lleva a Oswald al mismo muelle donde ya le “mató” una vez. Y vemos al exalcalde muy tranquilo, porque cuando Ed aprieta el gatillo no pasa nada: desde que le dejó KO todo ha sido un plan maléfico para llegar a este punto, y su pistola no tiene balas. Pingüino colocó la aguja que usó para liberarse y le conoce tan bien que sabía que le llevaría a ese muelle, donde aparecen de repente Ivy y Fries.
Es este último el que dispara y congela a Ed, que no sé si pensar que ¿muere? No creo. Como sea, será la atracción perfecta para su nuevo local, que se llamará precisamente El Iceberg. Y no solo por Pingüino o el cubito gigante de un señor de verde del centro, sino también porque -supongo- será solo la punta de un montón de negocios sucios.
Ra’s al Ghul
Bruce sigue con el cerebro lavado por culpa del señor de las montañas. Echa la culpa a Alfred de matarle, de matar a su nuevo amigo y mentor que le había ayudado a superar la muerte de sus padres y vengarse, al fin. Todo bien estando Wayne en comisaría esposado, hasta que consigue escapar porque su mayordomo tiene que ayudar a echar abajo a un policía que resulta que también tiene el virus.
¿Y dónde va? Pues sin saber muy bien cómo a dónde tenía que ir, a conocer a Ra’s al Ghul (Alexander Siddig), tras pasar una puerta con forma de dragón que casualmente encuentra en un callejón oscuro. Allí están también ninjas como los que atacan a Fish antes. Porque otra cosa no pero el presupuesto en ninjas es esta serie es alto. Ra’s es el verdadero malvado detrás de todo lo que ha pasado esta temporada, y quiere que Bruce le siga en su maldad.
Para demostrarlo, por ejemplo, Ra’s le ordena matar a Alfred, que le había seguido hasta allí. Y BRUCE LO HACE. Le atraviesa con una espada japonesa solo para darse cuenta en ese momento de lo que está haciendo. Momentos de pánico aquí. Bruce enloquece un poqui y trata de matar a Ra’s, que desaparece en plan Obi-Wan en Star Wars. Antes de irse, al menos, se despide, diciéndole que ya no hay marcha atrás y tal pero que use el agua del estanque que tiene al lado, que puede ayudar a su mayordomo. Se trata de un Pozo de Lázaro, muy de los cómics de DC.
Bruce Wayne
Con el tarro de sangre de Tetch, consiguen hacer más antídoto, que Jim se lleva corriendo al encuentro con Leslie, para intentar salvarla. Pero Leslie le ve venir, y termina pisando el vial con la cura y besando a Gordon, para el que parece que no hay marcha atrás y se deja llevar por el virus. Así se presentan los dos, con gafas de sol en la estación de tren en plan superstars, para marcharse de allí de una vez por todas. Menos mal que Bullock hace acto de presencia, le enseña a Gordon su placa de policía (lo que le hace reflexionar) y le entrega otros antídotos que termina inyectándole a Leslie y a sí mismo.
Y funciona, no solo con ellos sino con el resto de la ciudad. Eso sí, Leslie decide dejar la ciudad (OTRA VEZ) y le deja al respecto una nota a Gordon con la misma cantinela que las otras 2635 veces. También funciona el Pozo de Lázaro y Alfred se recuperará milagrosamente. Mientras Bruce esperaba noticias, por cierto, tiene un desencuentro importante con Selina. Y la chica, cuyo protagonismo últimamente ha sido anecdótico, termina temporada al lado de Tabitha, que se da cuenta de su potencial después de dejarle su látigo.
La temporada termina como la historia empezó, con un ladrón amenazando con un arma a una familia en un callejón de la ciudad. Solo que ahora Gotham tiene un nuevo héroe: Bruce se enfunda un pasamontañas y desmonta al ladrón. Y, aunque algo cutres, ya podemos escribir que hemos visto los primeros pasos del nuevo Bruce Wayne, de Batman.
Última actualización: 16/05/2020