El segundo capítulo de esta nueva temporada de Gotham ha traído sorpresa inesperada. En realidad no tanto, pero sí que es cierto que no esperábamos este regreso TAN temprano. Capítulo dirigido por Louis Shaw Milito (C.S.I., Lucifer). El recap del episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Escalada
El capítulo comienza con la policía llegando a casa del Espantapájaros, donde encuentran restos de mucha toxina de esa que hace a la gente flipar de miedo y a uno de los captores del joven Crane ocupando el puesto del espantapájaros del jardín.
¿Entonces dónde está Espantapájaros? Pues, como todo aquel que salió de Arkham, allí mismo, a vengarse del director y, de paso, de la policía. Crane no tarda nada en enchufar al señor creepy con el gas, y resulta que su peor pesadilla son los payasos (algo muy de moda en estos momentos). Los ve en las figuras de sus trabajadores, a los que va disparando por los pasillos. Crane, por supuesto, intoxica también a sus ex compañeros, creando su ejército de alucinados.
Y recordamos el final de la semana pasada, cuando Bruce cae de un techo a un robo justo antes de la aparición de la policía. Ahora le encontramos en comisaría, detenido por encontrarse en la escena del crimen, y todo de negro. No les hace falta el carísimo abogado de la empresa, pues Jim parece tragarse la trola de que estaba en los tejados buscando a Selina y le deja libre. Y que sus pintas son de practicar escalada. No parece tan convencido Lucius Fox, que vuelve a la pantalla para poner esa cara de “¿no estarás por ahí haciendo el bien tú solo?”
Espantapájaros
Poco después de salir Bruce de comisaría aparece Pingüino. No solo sabe todo lo que está pasando con Crane y el gas (otra vez, otro gas), sino que hará lo posible por encontrarlo y demostrar que hace el trabajo de la policía mejor que la policía. Incluso hacen una especie de apuesta, todo frente a la decena de periodistas que Oswald lleva siempre consigo.
Cuando llegan las noticias de los altercados en Arkham, solo Gordon está dispuesto a ir para allá, y ni siquiera Bullock le acompaña. Sí, es cierto que no puede exponerse ahora que es el jefe, como para que le pase algo y al nuevo lo nombre Pingüino. Pero qué se yo, un apoyo desde fuera, un algo. Lo que pasa allí no es nada que no hayamos visto antes: los pacientes son guiados por Crane hasta Jim, y el no quiere disparar pero mira al final le da un poco igual todo.
Cambia un poco la historia cuando el Espantapájaros consigue intoxicar a Gordon y vemos su mayor miedo: Lee en una bañera desangrándose porque no aguanta más estar con él. Crane trata de convencer a Jim de que se una a ella y también se corte las muñecas, algo que no sucede porque según cuenta Gordon supera su miedo. Y ya está, poco después descubre que los efectos de la toxina de desvanecen con agua. AGUA.
Crane se escapa, claro. Y Bullock y Jim tienen una conversación más tarde sobre Pingüino y cómo necesitan de algo potente para detenerle. O alguien. Alguien potente que tiene nombre y apellido: Carmine Falcone. Pero, ¿estará dispuesto el mafioso a dejar de lado que Gordon mató a su hijo para arrimar el hombro?
Kean is back
¿Qué pasa cuando una misteriosa nota te cita en un edificio igual de misterioso? Pues que vas. Y más si eres Selina, o Tabitha. Ambas reciben la misma nota, y entran al mismo edificio, para encontrarse con una cara conocida: Barbara Kean. La última vez que la vimos se electrocutaba tras una pelea con Tabitha porque Barbara había disparado (y –supuestamente- matado) a Butch.
Con un peinado renovado (muy Sia alike), les ofrece enterrar el pasado y unirse a ella en un nuevo negocio: vender armas. Ahora que parte del crimen es legal, esa gente necesitará un lugar donde proveerse. Tabitha, sin embargo, sigue resquemorosa, y se va de allí no muy convencida. Selina, sin embargo, tratará de hacer que cambie de opinión.
Allí se presenta también Pingüino. Porque claro ahora se entera de todo. A parte de recordarle que tendrá un ojo puesto en ella, de la que no se fía ni un pelo, la visita de Oswald nos sirve para hacernos una muy buena pregunta, que sale de su boca. ¿De dónde ha sacado todo esto? El sitio, las armas. La familia de Barbara era rica, sí, pero con su locura y posterior “recuperación”, todo quedó invertido en su club, ahora El Iceberg de Pingüino. ¿Quién está detrás?
Selina consigue convencer a Tabitha, pero antes de volver a trabajar con Barbara quiere una prueba de voluntad. Antes de su reunión, aparece en su casa Ivy, pidiendo cambiarse de bando porque no soporta que Pingüino la trate fatal. Tabitha la echa de allí, porque piensa que es una trampa de Oswald.
Lo que quiere de Barbara Tabitha es su mano. Esto sí que no me lo esperaba. Pingüino le cortó la mano a Butch, y Nygma a ella misma. Ahora para poder confiar en Barbara ella se presenta allí con un cuchillo gigante de carnicero y, aunque Kean acepta, Tabitha no llega a amputar nada; por ahora confiará en su antigua compañera.
Bat-outfit
Bruce vuelve a salir a las calles a luchar contra el crimen. Alfred no está de acuerdo, no cree que esté preparado, pero no lo impedirá porque, bueno, es su jefe. El joven Wayne no tarda en ver a una banda colándose en un sitio, les sigue y cae en lo que resulta ser una trampa. Eso sí, utilizando algunas cosas que tenía por en medio consigue escapar y, aunque uno de la banda le atrapa de nuevo, ahí está su mayordomo para salvarle (otra vez).
De vuelta a la mansión, ambos discuten sobre si el joven está o no preparado para la acción. De repente, alguien toca la puerta, la de la cocina. En esa mansión se cuela ya todo el mundo. Resulta ser Lucius, con un regalo para Bruce: un super traje, con accesorios y todo, para sus “escaladas”. Que es algo que fabrica Industrias Wayne, que creo yo que el dueño de la empresa podría saberlo. Incluso es antibalas, por si alguna piedra le cae muy rápido. Al nuevo uniforme le añadimos una máscara cada vez más muerciélaga y voilà, un paso más hacia el héroe.
Ah, y Ivy, harta de que la echen y desprecien en todos lados, decide darse un cambio. Se va al sitio donde consigue sus pociones. El dueño la tiene calada, pero ella va buscando lo fuerte, lo de verdad, y lo consigue y se pone hasta las cejas de líquidos de colores. El resultado, en próximas entregas de Gotham (solo espero que no conlleve otro cambio de intérprete).
Última actualización: 16/05/2020