Najwa Nimri y Eva Llorach, en su primer papel protagonista, protagonizan y cantan (Llorach con la voz de Eva Amaral) la nueva y esperada película de Carlos Vermut tras la celebrada Magical girl. Quién te cantará la supera en belleza plástica y en diseño de producción, confirmando el gran talento visual del director, pero adolece de un desarrollo insuficiente de los personajes y de las temáticas que aborda.
QUIÉN TE CANTARÁ de Carlos Vermut
En 1966 el maestro sueco Ingmar Bergman llevaba a cabo una de sus obras más recordadas, Persona, acerca de una actriz de teatro que enmudecía tras un ataque de pánico y que era cuidada por una enfermera y fan con la que comenzaba una relación tóxica de vampirización en la que no era fácil decir quién era la verdugo y quien la víctima. La escena más famosa de la película fundía las caras de las dos actrices protagonistas, Liv Ullmann y Bibi Andersson, en una sola, un efecto que más de 50 años se lleva a cabo con mayor perfección tecnológica en el cartel de Quién te cantará, un título en el que la influencia de Persona es más que evidente.
Najwa Nimri se funde con Eva Llorach
Una influencia, eso sí, que se limita a dos aspectos. El primero y más obvio, el planteamiento, cuyo argumento parte de la relación entre una diva que también ha perdido su personalidad, debido a la amnesia en el caso del film de Vermut, y una mujer anónima con graves carencias en su vida personal y familiar, que intenta compensar mediante su admiración por la estrella. El segundo, el tono onírico que Vermut imprime a la película, que es el gran acierto de la misma, muy influenciado por Bergman y por el cine de autor europeo.
Algo muy sorprendente o muy injusto tendría que ocurrir para que Quién te cantará no triunfe en las categorías de fotografía y dirección de producción en la próxima entrega de los Goya, puesto que la película es una sucesión de imágenes muy bellas, sugerentes e hipnóticas; Vermut vuelve a demostrar, en un proyecto de algo mayor envergadura, el talento en crear atmósferas oníricas y turbias con el que llamó poderosamente la atención en su obra anterior, Magical girl. Su nuevo trabajo consolida su posición entre los cineastas surgidos en España durante la última década con más sentido de la plástica, demostrando además una mayor constancia que Alberto Rodríguez (La isla mínima) o Juan Cavestany (Gente en sitios).
No obstante, Persona sumaba a una puesta en escena absorbente un guión de hierro con un retrato psicológico de enorme calado y en este apartado Quién te cantará no tiene por dentro un armazón narrativo a la altura de su exquisito envoltorio estético, sino una historia lineal o incluso trivial que no saca partido de las ricas posibilidades de su planteamiento.
El personaje de Nawja Nimri, la artista, no tiene ningún desarrollo hasta la escena final, en la que de manera un tanto forzada y precipitada ata algunos de los cabos del argumento, así que la película no habla de la absorción de una mujer por la otra ni de un juego de intercambio de personalidades como parece indicar el cartel, pero tampoco gira en torno a la ironía de que las personas en las que proyectamos nuestros sueños sean insulsas, decepcionantes o menos interesantes que sus fans.
El segundo personaje protagonista, el de Eva Llorach, es el más rico pero no parece extraer ni esta ni ninguna otra conclusión del encuentro y la interacción con su ídolo. Aunque a las actrices parecen irles como un guante sus personajes, Nimri como diva etérea y Llorach como mujer desencantada y frágil bajo una apariencia endurecida, el guión, o tal vez el montaje final, no les permite desarrollarlos.
Por último, el tercer personaje femenino en discordia, la hija adolescente caprichosa y emocionalmente inestable, está retratado de forma estereotipada y plana.
La lista de directores con talento visual que necesitan un guionista o coguionista para dar empaque a sus historias es larga, y Vermut parece sumarse a ella. Quién te cantará tiene sin duda interés pero se queda por debajo de Magical girl, no solo porque se vaya perdiendo el efecto novedad, sino porque plantea temas de más calado (las proyecciones que hacemos en las personas famosas, la adopción de una personalidad falsa, las carencias afectivas, la mentira en las relaciones personales) sin profundizar en ellos ni desarrollarlos.
Crítica de Antonio López
Tráiler de Quién te cantará
