Estupenda propuesta que ahonda en la soledad y una reflexión sobre el recurso de la mentira. Melissa McCarthy está en uno de los papeles más interesantes de su carrera.
¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA? de Marielle Heller
Ya lo dijo el poeta inglés Alexander Pope, “el que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”. Después de la estupenda ‘The Diary of a Teenage Girl’, Marielle Heller sigue ahondando el psique femenina, esta vez con un enfoque completamente diferente. ‘¿Podrás perdonarme algún día?’, nominada a dos premios Oscar, profundiza en el retrato de una mujer atípica, mostrando un interesante análisis de la soledad.
Año 1991. Lee Israel es escritora, pese haber escrito una aplaudida biografía de Estée Lauder, el libro fue un fracaso comercial, lo que le obligó a Lee a trabajar en una oficina como redactora. Su mal carácter provoca que le despidan, lo que hace que su precaria situación financiera se agrave. Por ello, vende varias de sus posesiones, entre ellas una carta firmada por Katharine Hepburn halagando su trabajo. Mientras intenta sacar adelante otra biografía, esta vez sobre la vida de Fanny Brice, encuentra en uno de los libros del archivo de documentación cartas personales de Brice. Es, entonces, cuando a Lee se le ocurre una loca idea para poder pagar el alquiler, cuidar a su gata y vivir mejor: falsificar cartas de escritores y celebridades fallecidas.
Una profunda reflexión sobre la soledad y la mentira
La película está basada en las memorias de Lee Israel. Heller se aleja de la particular mirada adolescente para posarse en la mente de una mujer de mediana edad, con problemas con la bebida, misántropa y baja autoestima. Lo interesante, es que, en su retrato, la realizadora logra crear a una protagonista que no se compadece de sí misma y, lo mejor, que el público tampoco se compunja por ella.
Esto hace que lo que hubiera sido un biopic de manual, se convierta en una interesante reflexión sobre la soledad, la autoestima y la mentira, porque lo que empezó siendo un pequeño embuste para poder pagar el alquiler y costear el tratamiento veterinario de su gata, acaba transformándose en una estafa que provoca que aquella gente que confiaba en ella, se sienta traicionada.
En ese análisis de la soledad, Heller, junto con los guionistas de la cinta, Nicole Holofcener y Jeff Whitty, también hay espacio para la amistad, en la que entra en escena Jack Hock, el personaje de Richard E. Grant, un hombre maduro, homosexual, traficante de drogas. Los momentos en que Lee y Jack hablan y se escuchan son de lo mejor de una propuesta fascinante. Dos almas perdidas, renegadas, marginadas, que se encuentran y se reconocen.
Magníficas interpretaciones de Melissa McCarthy y Richard E. Grant
‘¿Podrás perdonarme algún día?’ tiene un guion muy bien construido, con unos diálogos certeros, que describen muy bien a unos individuos perdidos, engullidos por una ciudad inhóspita e impersonal. La guinda del pastel está en sus dos actores protagonistas: Melissa McCarthy y Richard E. Grant.
Melissa McCarthy sorprende con una faceta dramática nunca vista en su carrera, la actriz, que logró una nominación al Oscar por este papel, combina a la perfección la amargura, la ironía, el cinismo, la desesperación y, finalmente, la redención. Lo hace con uno de los personajes femeninos más interesantes que han podido verse en el cine hollywoodiense más actual, más propio incluso del cine europeo. Después está Richard E. Grant, un auténtico “roba-escenas”, un simpático caradura con el que es imposible no confraternizar.
Sin duda, ‘¿Podrás perdonarme algún día?’ es la continuación de una carrera que aspira a tener un importante reconocimiento, Marielle Heller muestra una visión fascinante de la naturaleza humana, logrando retratarla sin remilgos y con una profunda empatía. Mención también a que la película es un alegato LGBT diferente, con unos protagonistas inusuales para este tipo de cine. Magnífica propuesta, que logra el punto correcto entre cine de autor y uno con un enfoque más comercial.