Los amantes de la comedia pura y de los superhéroes no deben perderse El vecino, la serie que el director especialista en cine fantástico Nacho Vigalondo ha llevado a cabo para Netflix España, con Quim Gutiérrez y Clara Lago. El gran elenco de secundarios, el contraste entre el tono costumbrista y el toque de género, y diálogos y momentos muy divertidos la convierten en una de las mejores series españolas de los últimos años.
EL VECINO de Nacho Vigalondo (Serie de Televisión)
Nacho Vigalondo puso el listón muy alto en su debut, la brillantísima Los cronocrímenes (2007), una de las principales películas de culto del cine español de los años 2000. Tras una carrera en cine con sus altibajos pero continuada y un escarceo fugaz domo director de un capítulo de la serie Into the dark, se introduce ahora de lleno en el mundo de la televisión a la carta con El vecino, la que se puede calificar con poco margen de duda como la mejor serie original de Netflix España hasta la fecha.
El vecino adapta el comic del mismo nombre de Santiago García (guionista) y Pepo Pérez (dibujante) y no es de extrañar que el proyecto llamara la atención de Vigalondo, cuyo último largometraje hasta la fecha, Colossal (2016), consiguió una notable acogida, dentro de lo que es el cine minoritario, mezclando el humor con, más que la parodia, la reflexión sobre los clichés del fantástico desde el cariño y la devoción al género: los mismos mimbres con los que está confeccionada esta serie.
Un Superlópez de barrio sin supervillanos
Evidentemente la referencia ineludible, más aun al tratarse de un proyecto con origen en el comic, es Superlópez, la desmitificación del superhéroe que llevó a cabo con enorme éxito el genial dibujante Jan en los años 70 y 80 del pasado siglo y que se convirtió en película en 2018 con Dani Rovira en el papel principal. El vecino recurre con descaro al mismo punto de partida que a su vez Jan había sacado de Superman, y que se ha convertido ya en una convención del género: el hombre gris sin vocación de líder al que le caen del cielo, literalmente, superpoderes que no sabe utilizar y para los que no tiene un especial propósito.
Mientras Superlópez mantenía todavía, aunque con no poco cachondeo, la estructura de acción y aventura del comic tradicional de superhéroes, El vecino, como su nombre indica, introduce la figura del superhéroe en una comedia de situación tradicional, basada en vaivenes sentimentales y otros asuntos cotidianos de personas de clase media y trabajadora. Por lo tanto, no se trata de una serie de género fantástico, sino de una comedia con un toque fantástico que la acerca al humor surrealista dentro de un entorno costumbrista muy bien conseguido, algo sin duda innovador en las teleseries españolas.
Vigalondo se muestra como un gran comediante a la hora de tratar guiones brillantes y divertidos, sin concesiones a la dramedia, con toques feministas bien insertados, y sobre todo con un gran abanico de personajes secundarios: destaca especialmente el personaje del opositor, merecedor de un spin-off y de todos los reconocimientos del mundo para Adrián Pino, toda una revelación. Pero también su compañera de piso, urbanita de la generación Z igualmente lograda, así como el vecino camello y el dueño del bar de al lado. Como suele ocurrir en las buenas comedias, los actores de reparto brillan por encima de los protagonistas, Quim Gutiérrez y Clara Lago, cuya aura de estrellas desentona ligeramente con el entorno de barrio donde se desarrolla la acción. Pero son peajes que hay que pagar en la televisión comercial, y en este caso no muy costosos porque la vis cómica de ambos actores es ya conocida.
Quienes deseaban ver una comedia española de situación divertida con formato de capítulos de media hora, probablemente aquí puedan encontrar lo que buscan. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.