El danés Nicolas Winding Refn es un director que levanta pasiones, es la mejor definición con la que se le puede catalogar al cineasta. No porque sea un seductor innato o por su habilidad para crear obras maestras, sino para proponer películas que o bien se aman o bien se detestan, como el caso de ‘The Neon Demon’, presentada en la Selección Oficial del 69º Festival de Cine de Cannes y Premio de la Crítica en el 49º Festival de Cine Fantástico de Sitges.
Una “oscura fábula” sobre Hollywood
Jesse acaba de llegar a Los Ángeles, su máximo sueño es triunfar en la ciudad como modelo. Su belleza es deslumbrante, su mirada frágil y su cuerpo es joven, algo normal al tener sólo 16 años. No será fácil, el lugar está lleno de gente que desea lograr el reconocimiento, provocando que entre en una espiral de envidias, celos y odios que harán despertar al demonio que sus rivales tienen dentro. Las otras chicas también quieren triunfar y harán todo lo posible por lograrlo.
Desde el primer minuto, Refn pretende mostrar un mundo decadente y psicodélico en el que los sueños, las pesadillas y el lirismo se entremezclan creando una obra “trascendental sobre la vanidad y el diablo que es la excesiva ambición”. El cineasta remarca mucho ese punto, queriendo convertir su propuesta en una oscura parábola sobre el exceso de ambición y la superficialidad del mundo de la moda y el modelaje. Lo que provoca es el más absoluto hastío, al ser testigo de una película sólo es una cinta autocomplaciente de un cineasta excesivamente ególatra.
Jena Malone y Elle Fanning en The Neon Demon
Porque ‘The Neon Demon’ tiene reminiscencias de otros realizadores polémicos y muy personales como son David Cronenberg o Paul Verhoeven. Es más, lo primero que se viene a la mente durante su visionado es ‘Maps to the Stars’ o ‘Showgirls’, siendo ambas mucho mejores que la propuesta “trascendental, terrorífica y oscura” del señor Refn.
Y eso que no es por falta de calidad interpretativa, Elle Fanning demuestra que es una de las jóvenes actrices más solventes de su generación, Keanu Reeves también saca sus dotes de villano perverso, pocas veces visto en cine, mientras que Jenna Malone tiene un papel completamente absurdo, pero que defiendo como puede. Christina Hendricks, correcta, nada más.
Ni el reparto salva a la película
Con un guión que raya lo absurdo y una temática ya mil veces vista, una comedia para adolescente es más coherente e interesante, ‘The Neon Demon’ es una película hecha por y para aumentar el ego de un narcisista, algo que conseguirá gracias a un fiel grupo de seguidores que sentirán que es una “selecta obra maestra” que está hecha sólo para una “élite moralmente superior” que entiende perfectamente sus intenciones. Quizás tengan razón o quizás no, pero lo cierto es que se trata, sencillamente, de una película absurda. Si lo absurdo y banal es tan “trascendental”, quizás habrá que revisar la terminología de ambas palabras.