Ojalá Joe Wright se dedicara en exclusiva al cine de intriga internacional. Hanna es una cinta de espías de las de toda la vida, pero con matices. La protagonista es una niña entrenada para matar, la banda sonora es de los Chemical Brothers y la historia desemboca irremediablemente en la ciencia ficción. Todo estupendo. Incluye una de las mejores secuencias del año, esa pelea subterránea en plano secuencia, unos villanos ultramodernos muy violentos y a Cate Blanchet.
Todo bien.