Una agradable y simpática propuesta que, sutilmente, hace una fuerte crítica a la arcaica imagen de la típica familia japonesa. Una versión ácida del tributo que fue ‘Una familia de Tokio‘ a Yasujiro Ozu.
Separación a la japonesa
El veterano realizador japonés Yôji Yamada lleva una temporada en la que ha vuelto al cine costumbrista japonés, aquél que tiene en su haber títulos míticos ‘Otoño tardío’ o ‘El sabor del té verde con arroz’, ambas de Yasujiro Ozu. De hecho, Yamada vuelve a rendirle tributo a Ozu y su ‘Cuentos de Tokio’. Tras ‘Una familia de Tokio’, el cineasta trae ‘Maravillosa familia de Tokio’, una versión en forma ácida y cómica que trae un desternillante enredo familiar a la gran pantalla.
Por fin, Shuzo Hirata puede presumir de tener una vida feliz. Con más de 50 años de matrimonio a su espalda, ahora vive retirado y dedica su vida al golf y a beber en su bar favorito, en el que flirtea con la camarera mientras su esposa, Tomiko, le espera en casa. Es tan feliz, que se olvida del cumpleaños de su mujer. Ella, con el temple de una santa, le perdona. Cuando Shuzo le pregunta qué quiere de regalo, ella lo tiene muy claro: El divorcio. La separación de la pareja trastocará la vida de sus hijos, que verán el equilibrio familiar temblar.
Humor costumbrista con una fuerte crítica social
Antes de visionar ‘Maravillosa familia de Tokio’ hay que entender que se trata de una comedia ácida con un humor muy propio, lo que hará que una parte del público no capte del todo los momentos cómicos. Además, tampoco es del todo un tributo a ‘Cuentos de Tokio’ de Ozu, sino más bien una contrarrespuesta cómica al verdadero homenaje, ‘Una familia de Tokio’. Sabiendo, lo cierto es que se está ante una película amable y tremendamente graciosa, muy del estilo de ‘Mis vecinos los Yamada’ de Isao Takahata.
Ya que ‘Maravillosa familia de Tokio’ es de humo de trazo grueso y costumbrista, en el que se percibe una fuerte crítica al claro machismo de su protagonista, un abuelo juerguista, alcohólico, egoísta y cascarrabias. Eso sí, mostrado todo con mucho humor, puesto que se trata de una comedia. De ahí que la película se vea en todo momento con una sonrisa y comentando lo santa que es la esposa por haber estado casada con un hombre así durante 50 años.
La versión satírica del cine de Ozu
Más allá de esa crítica, ‘Maravillosa familia de Tokio’ trae problemas similares a expuestos en películas de Hirokazu Kore-eda como ‘Still Walking’ o ‘Después de la tormenta’ aunque un tono amable feel-good poco visto en la cartelera española. Sus personajes están magníficamente retratados y son mostrados con acertados gags que aderezan una propuesta que no decae en ningún momento, ofreciendo escenas dignas de la serie ‘Shin Chan’.
Puede ser que no sea tan redonda como ‘La casa del tejado rojo’ o ‘Nagasaki, recuerdos de mi hijo’. Sin embargo, eso no impide que ‘Maravillosa familia de Tokio’ sea una película notable que se deja disfrutar gracias a ese humor costumbrista y su crítica al marido ausente japonés. Se agradece este tipo de propuestas, alejadas de lo normalmente visto. Hecho con minucioso detalle, es la película feel-good del momento.
