La Real Académica Española define la palabra “melancolía” como “tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que quien la padece no encuentre gusto ni diversión en nada”. Quizás esa sensación es lo que vivió Fernando Trueba tras haber dirigido las magníficas y elegantes ‘El artista y la modelo’ y ‘Chico y Rita’. Aunque más cercano a la nostalgia que la melancolía, lo cierto es que ‘La reina de España’ evoca a una época de esplendor del ayer del cine español.
Penélope Cruz regresa al cine español
Tras huir del rodaje de ‘La niña de tus ojos’, Macarena Granada logró forjarse una importante carrera en Hollywood. Convertida en una gran estrella y con un Oscar en su poder, a la actriz le ofrecen la posibilidad de volver a rodar en España, su tierra natal, como parte del programa de buena amistad entre los gobiernos de Estados Unidos y España, corren los años 50 y el estado franquista necesita un lavado de imagen. Después de conocer la noticia, Blas Fontiveros, el director de la fallida ‘Niña de tus ojos’, decide regresar a España para volver a ver a quien fue su musa en el séptimo arte. La vuelta de Fontiveros revolucionará el rodaje de ‘La reina de España’, el gran regreso de Macarena al cine español.
Trueba, como ocurrió con Pedro Almodóvar y su solemne ‘Julieta’, trae con ‘La reina de España’ esa sensación nostálgica de recuperar, o evocar, un tiempo dorado de su propio cine. No es de extrañar, el cineasta firmó tres magníficas películas como son ‘El año de las luces’, ‘Belle Époque’ y la citada ‘La niña de tus ojos’. Trueba ha querido entrar en banda con la etapa franquista del cine español, esa de la que se habla poco salvo que sean las películas de Berlanga o Bardem. El cineasta lo logra, pero a medias.
La fórmula funciona, pero ya está muy vista
Porque ‘La reina de España’ no es una mala película, pero se queda muy detrás de lo que fue su predecesora, ‘La niña de tus ojos’, en el sentido de que la cinta lo que ofrece está bien, pero se queda muy ensombrecido por la primera parte, así como sentir una sensación de déjà vu que no le beneficia en absoluto. La cinta repite esquema: Rodaje caótico, personajes corales humorísticos, ligero toque político con hechos históricos vergonzosos, cierta banalización respecto a la homosexualidad y una gran evasión en la que todo el reparto se une para que escape el protagonista.
De acuerdo, esa fórmula funciona, pero en ‘La niña de tus ojos’ estaba justificado, pero en esta segunda parte se tiene la sensación no sólo de ya visto sino también de desfasado o acartonado. Cierto es que no ocurre durante toda la película, su primera parte es estupenda, provocando que haya ciertas esperanzas de estar ante una secuela digna de su material original, pero desde la aparición en escena de Penélope Cruz, la película entra en una serie de gags y momentos simpáticos que alegran la película, pero que no llegan a ocultar la ausencia no sólo de originalidad sino de cierto encorsetamiento y sobreactuación que dista mucho de evocar ese período del cine en plena dictadura.
Agradable reencuentro de amigos
Cierto es que el reparto salva la cinta, magníficos tanto Rosa María Sardá como Neus Asensi, Santiago Segura y Jorge Sanz, mención aparte a Antonio Resines, que le viene como anillo al dedo este tipo de personajes, así como aplaudir a Javier Cámara, maravilloso en su papel de asistente de dirección, como Ana Belén, que deslumbra sólo apareciendo en escena. Penélope Cruz está correcta, máxime cuando el papel se ha hecho a su medida.
‘La reina de España’ es una película que sirve para ser testigos de un reencuentro entre amigos, aunque no es la película que debería ser, no estando a la altura de su predecesora. A pesar de todo, la nueva película de Fernando Trueba sirve como entretenimiento al lograr momentos con carcajadas y cierta acción, convirtiéndola en una película digna, una buena propuesta para ir al cine estas Navidades.