En el albor de las adaptaciones de novelas juveniles a la gran pantalla, la franquicia Los Juegos del Hambre se ha erigido en los últimos años como la apuesta más segura para los que acuden a la sala con las ideas preconcebidas de una obra original.
En Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte 1, Francis Lawrence toma la batuta y repite como director tras su sólido trabajo en la secuela “Los Juegos del Hambre: en Llamas”, con la responsabilidad de adaptar la última obra de las novelas de Suzanne Collins. Dicha responsabilidad se lleva hasta el extremo, al dividir en dos entregas el que en vox populi se considera como peor libro de la trilogía “Hunger Games”, y es aquí donde Sinsajo encuentra todas sus virtudes y defectos.
Sinsajo significa un punto y aparte en la franquicia “Los Juegos del Hambre”, en una entrega donde los juegos ya forman parte del pasado y donde la guerra se nos presenta como algo mucho más sucio, inhumano y perturbador que todo lo visto hasta ahora en la saga. Sinsajo Parte 1 es la película más oscura de la saga, donde el presente y futuro de sus protagonistas se presenta como algo inquietante. Esta atmósfera pesada y sofocante, se refleja de forma eficaz en pantalla de la mano de Lawrence, con una cinematografía inusualmente tenue, y escenas desgarradoras.
Los Juegos del Hambre Sinsajo Parte 1 es también la entrega más dirigida por sus propios personajes. La madurez interpretativa de Jennifer Lawrence y el elenco de secundarios con Julianne Moore, Josh Hutcherson, y el malogrado Philip Seymour Hoffman, ayudan a la conducción de una trama que cuenta demasiado poco en sus más de dos horas de metraje, y es aquí donde radica el principal defecto de Sinsajo.
La imperante necesidad por parte de los estudios de alargar al máximo las franquicias, es la causante de recibir a Sinsajo dividida en dos entregas, resultando en el curioso hecho de dedicar más minutos de celuloide a la obra base con menos sustancia de la trilogía Collins. El trabajo en la dirección de Lawrence es lo suficientemente inteligente como para hacernos olvidar en la mayoría de la cinta esta losa adjunta, pero no consigue ocultar que estamos ante un gran truco de marketing cuya intención final no es agradar a los fans (aunque indirectamente sí lo consiga), sino multiplicar por dos los dígitos finales de la franquicia.
Con esto y con todo, Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte 1 se mantiene fiel al Sinsajo de Collins, para lo bueno y para lo malo, y prepara el terreno de la mejor forma posible, pese a sus obligadas limitaciones, para ese festival de emociones que se traducirá en el acto final de una saga siempre sincera consigo misma.
3 / 5