Hay muy pocos directores con la cara tan dura como Roland Emmerich. Después de un par de ataques globales, el director alemán vuelve a centrar su ataque en el corazón de los americanos y pone patas arriba la Casa Blanca.
Es indudable que el tirón de Emmerich ha disminuido con los años. Aunque la recaudación de 2012 superara los 700 millones, solo 166 se recaudaron en terreno americano. Asalto al poder, puede que por el adelantamiento de Objetivo: la Casa Blanca, no ha funcionado ni dentro ni fuera de Estados Unidos, donde la película de Fuqua ha ganado en recaudación.
Pero vayamos al grano.
En Asalto al poder no hay tiempo para el aburrimiento, a pesar de su larga media hora de exposición inicial. Resulta sorprendente que el resultado final sea más una historia coral, llena de personajes secundarios desperdigados por la pantalla, que una buddy movie con dos personajes compartiendo una situación límite.
Jaime Foxx no es el mismo que vimos en Django Desencadenado, es un presidente todo lo enrollado que puede pero que permanece en segundo plano durante tres cuartas partes del metraje. Channing Tatum, uno de los actores más interesantes del momento (y debilidad personal gracias a maravillas como G.I.Joe, la clásica Infiltrados en clase o la estupenda Efectos Secundarios), toma el relevo de héroes en camiseta de tirantes (ya sabéis a quién me refiero) y aporta el carisma que le falta a otros cachitas actuales, como el protagonista de Pacific Rim.
Es una lástima que la mejor secuencia de la película, la divertidísima carrera por los jardines de la Casa Blanca, se distancie tanto del resto de la película, mucho más comedida de lo que cabría esperar en Emmerich, y que los chistes sean tan de segunda división.
Tiene la virtud de lucir como una Jungla de Cristal producida por la Cannon, con malos y buenos de película de Van Damme. Ese espíritu Cannon también estaba presente en el primer tramo de su rival, pero aquella película tenía un casting menos simpático, aunque su arranque, a lo Invasión USA, era superior.
Al final, el resultado entre este combate de colosos, se queda en empate técnico. Puede que la cinta de Fuqua fuera más al grano, pero el carisma de un tipo como Tatum hace mucho en favor de Asalto al poder. Y unas Jordan, claro.