La tercera temporada de Velvet sigue a todo ritmo consiguiendo buenas audiencias la noche de los jueves en Antena 3. En este sexto capítulo titulado “Regresos”, un antiguo personaje regresa a las galerías para invitar a una fiesta a Alberto y a Ana. Además, Bárbara y Cristina verán peligrar de nuevo su negocio de joyería, mientras que Esteban tendrá que hacer lo imposible para que su sobrino confíe en él. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Visita sorpresa
En el episodio anterior Alberto entregaba a Ana las llaves de su casa para que los dos pudieran comenzar una nueva vida juntos compartiendo el mismo hogar, sin embargo, a pesar de que Ana le prepara una sorpresa en el jardín recreando la vez que le pidió matrimonio, Ana le confiesa que no quiere vivir en esa casa, quiere formar un nuevo hogar en otro sitio, en una casa que no les recuerde a un pasado en el que no pudieron estar juntos.
Mediante un apasionado beso Alberto acepta la propuesta porque nada mejor como encontrar una casa nueva en la que empezar desde cero, en la que crear una familia junto a la mujer que siempre ha amado. Por su parte, Ana, en un intento de hacer la noche más animada empuja a Alberto a la piscina para después lanzarse ella también al agua y acabar la noche abrazados y disfrutando de la felicidad que por fin tienen a su alcance.
Al día siguiente en las galerías, para sorpresa de todos, una vieja conocida se presenta en el despacho de Alberto, la mujer no es nada más ni nada menos que Sara. Su visita se debe a que quiere invitar tanto a Ana como a Alberto a la fiesta del décimo aniversario de Airsa. Ambos aceptan gustosos la invitación y, tras contarle Alberto a Sara que ahora mantiene una relación con Ana, los dos acudirán al evento como pareja.
Aunque finalmente tienen que guardar las apariencias y aparentar que sólo son compañeros de trabajo, la fiesta no parece marchar nada mal, pero la llegada por sorpresa de Cristina, la verdadera mujer de Alberto, cambia la situación para mal. Dispuesta a arruinarles el momento, Cristina se presenta comentando a su esposo que se encuentra muy bien rodeado de las tres mujeres de su vida: su amor, su esposa y su amante.
Después de las dañinas palabras de Cristina que le supone a Ana enterarse de que Sara fue más que una amiga y compañera de negocios para Alberto, la modista sale huyendo de la fiesta. Alberto corre detrás de ella para intentar retenerla y explicarle que cuando se acostó con Sara ellos dos lo acababan de dejar. Sin embargo, para Ana esa información es crucial y parece que le costará perdonar a Alberto.
Otros que reciben una visita inesperada son Rita y Pedro. El matrimonio por fin goza de soledad e intimidad después de que la madre de Pedro dejara las Galerías y volviera al pueblo, sin embargo, cuando la pareja intentaba disfrutar de un momento de pasión a solas en la habitación de la difunta doña Isabel, Pedro escucha unos extraños ruidos procedentes del armario, lo que le hace pensar que se trata del espíritu de doña Isabel.
Obsesionado con la idea de que el espíritu ronda por las galerías, Pedro se pone en marcha para solucionar el problema por su cuenta realizando él mismo una limpieza espiritual en el cuarto de doña Isabel. Su primo Jonás le descubre justo a tiempo para evitar que Pedro entre en la habitación y descubra que los ruidos los provocó Patricia, que ocupa el cuarto a escondidas de todos.
Se acabó el amor
El amor parecía triunfar entre Clara y Mateo después de que él logrará librarse de Bárbara, sin embargo, Clara descubrió en la casa de su chico el babero de la hija de Bárbara. Rápidamente Clara saca sus propias conclusiones y es la misma Bárbara quien le confiesa que ha estado de inquilina en el piso durante un mes y que fue Mateo quien le ofreció acogerlas y compartir casa.
Cuando Clara estaba dispuesta a pelear con Bárbara aparece Mateo y la hermana de Rita le pide explicaciones al que consideraba su novio. Mateo no tiene más remedio que confesarle la verdad, cosa que disgusta todavía más a Clara, que no logra entender el motivo por le que le ocultó una cosa así. Cansada de los continuos vaivenes de su relación con Mateo, entre lágrimas Clara da por finalizada su historia, sin que Mateo pueda hacer nada para arreglarlo.
De flor en flor
Mientras tanto, al mismo tiempo que intenta que nadie más descubra que está viviendo en las galerías después de quedarse sin casa, Patricia decide acceder a los halagos, invitaciones y regalos que le proporciona Valentín Alcocer. No tiene nada más y es una estupenda estrategia para seguir disfrutando de los lujos que ahora ya no se puede permitir, además, como se suele decir, un dulce no amarga a nadie y quién sabe, quizá Valentín pueda convertirse en su futuro esposo, aunque sólo le interese de él su patrimonio.
Pero Valentín no es la única conquista de Patricia, la joven siempre ha demostrado que sabe llevarse a los hombres a su terreno y conquistarlos para que cumplan con sus deseos. Pues Jonás es su otra víctima, el primo de Pedro, después de evitar que le descubrieran en la habitación de doña Isabel, ha caído en las redes de Patricia, dejándose llevar por su atractivo y terminando juntos en una noche de auténtica pasión. ¿Será el inicio de una relación?
Recuperar la confianza
Centrándonos en los negocios de las Galerías Velvet, Alberto descubre que Enrique no era el topo y que esa persona todavía sigue rondando por ahí. Ahora las sospechas recaen directamente sobre su tío, por lo que Esteban no tiene más remedio que llamar a su hermana Pilar para demostrar a su sobrino que él no ha tenido nada que ver. En una astuta jugada en la que Pilar actúa de compinche, Esteban logra despejar las dudas de Alberto ganándose de nuevo su confianza.
Por su parte, Cristina y Bárbara han logrado firmar el contrato con la familia Alcocer y ahora el siguiente paso es conseguir un préstamo para tener el dinero que les permita pagar las joyas y comenzar la colección. Ambas acuden al banco y firmar lo que creen que es un contrato justo. Sin embargo, cuando Víctor revisa los papeles, se percata de que las dos mujeres han sido timadas y han firmado unas cláusulas abusivas.
Sintiéndose estafadas e inútiles por haber sido capaces de darse cuenta de que estaban siendo engañadas y ante el temor de endeudar para siempre las Galerías, Cristina propone aceptar la propuesta de Patricia y contactar con Enrique para que les ayude. Finalmente Bárbara accede y Enrique soluciona el problema, aunque bajo la condición de regresar a su antiguo puesto en las Galerías. ¿Cómo afectará el regreso de Enrique a Velvet? ¿Descubrirá Alberto que Cristina y Bárbara fueron estafadas?
Última actualización: 16/10/2015