Una semana más, otro episodio de la quinta temporada de Juego de Tronos por descubrir. En esta ocasión, cambiamos de director. El tercer y cuarto episodio de la serie van a cargo de Mark Mylod (Shameless, El séquito) y el primero de ellos se titula High Sparrow. Puedes leer el recap del capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
No he venido aquí a barrer el suelo
Este episodio empieza también con Arya. Ya está dentro de la Casa de Blanco y Negro, donde la tienen barriendo. Seguimos sin saber a ciencia cierta qué pasa allí dentro, donde Jaqen se dedica a repartir agua. “No he venido aquí a barrer el suelo”. Arya sufre como cualquier becario al que le mandan a fotocopiar cosas. La sobre-cualificación, ya sabéis. Ella quiere ser su aprendiz. Quiere ser uno de los Hombres sin Rostro.
Lo que pasa es que Haqen no solo es un despiadado y silencioso asesino de élite, también es muy creyente. Y solo se puede ser Hombre sin Rostro si se cree fervientemente en el Dios de las Mil Caras. Por eso se deben de llamar Hombres sin Rostro, los tiene todos el Dios.
Arya está allí en la Casa y conoce a una chica un poco creepy con quien tiene un encontronazo. Le hace un tercer grado a base de preguntas y latigazos hasta que les interrumpe Haqen. Tras una conversación breve y esclarecedora, Arya se da cuenta de que sigue siendo Arya. Y tiene que desaparecer, dejar ese nombre a un lado, así que tira sus ropas al mar. No puede deshacerse, sin embargo, de su espada, y la esconde entre unas rocas.
Reina Madre o Reina Viuda
En Desembarco del Rey Cersei está muy asqueada. Y es que la gente ya vitorea a la nueva reina, Margeary, que se acaba de casar con Tommen. No entiendo yo por qué en esta serie tienen todavía ganas de seguir celebrando bodas, sabiendo cómo terminan. Obviamente Juego de Tronos nos manda directos a la noche de bodas. Sin duda, esta unión refuerza a los Lannister en el trono, pero la que más reforzada sale –por supuesto- es la propia Margeary.
Por supuesto Margaery no espera ni a vestirse para empezar a soltar lo más grande sobre su nueva suegra, con tal de poner a Tommen a su favor. Y parece que funciona. Porque para intentar demostrar que sabe valerse por sí mismo, el Rey está pensando en mandar a Cersei a Roca Casterly, capital de Occidente, hogar de la familia. Obviamente, el intento de Tommen por convencerla (sutilmente) no pasa desapercibido para su madre.
Cersei va a hablar con su nuera, pero se da cuenta de que ha perdido la batalla antes de abrir la boca. Decide ser amable y simpática, algo que Margaery parece no considerar, preguntándole como tiro de gracia si tiene que llamarle ahora Reina Madre o Reina Viuda. Y la idea que le propone de convertirla en abuela es claramente una amenaza encubierta.
Sparrows
En Desembarco del Rey también tienen lugar otras cosas algo extrañas. Por ejemplo, cazan al Septón Supremo (que es como el Papa en Juego de Tronos) en uno de los locales alegres de Petyr en la capital. Hay una banda que se hacen llamar sparrows (gorriones), que le pasearon –como penitencia- por toda la ciudad como sus dioses le trajeron al mundo.
El Septón pide a Cersei y el resto del Consejo que encierre a los sparrows y ejecute a su líder, al que llaman Gorrión Supremo. La propia Cersei en persona va a buscarle, y nos encontramos que ese personaje lo encarna Jonathan Pryce, que hace como de una especie de misionero cuidando a los pobres de la ciudad. Y nos sorprende averiguar que la Reina Madre ha ordenado encerrar al Septón Supremo por conducta pecaminosa. Y a él también. Además, Cersei le escribe una carta a Petyr. ¿Qué querrá? ¿Tendrá que ver con lo sucedido?
No hay justicia en el mundo
Un lugar que todavía no había salido en esta temporada era Invernalia, la capital del Norte, gobernada por los Bolton (y con los Stark en el exilio, y cada uno por su lado). Podemos ver a Theon Greyjoy (Alfie Allen), que ahora es su criado, escuchar atentamente como los Bolton están en problemas. Tenían un pacto con Tywin Lannister, y se lo llevó a la tumba. Ahora están solos. La única solución para mantener el Norte es mediante una nueva alianza, mediante una boda, por supuesto. El novio es Ramsay (Iwan Rheon), que recordamos ya no es bastardo y tiene el apellido Bolton.
¿Y la novia? Adivinad. Claro, Sansa. Ella no quiere, pero su tío le deja las cosas claras: ¿dónde va a ir? No tiene hogar, no tiene sitio, no tiene nada. Si algo le queda es el apellido. Tiene que dejar de huir. “No hay justicia en el mundo, al menos que la hagamos”. Y con esa frase, Petyr le deja caer que, una vez casada, se cargue al marido. O algo así. De cerca les siguen Brienne y su escudero, como siempre. Y ya saben a dónde van. Y viendo que Pod quiere ser caballero como ella, le propone entrenar todos los días.
El Norte recuerda
Cuando Sansa llega a Invernalia y parece que va a soltarle el guantazo de su vida a Roose Bolton (Michael McElhatton), asesino de su hermano Robb, se lo piensa y le brinda una reverencia con sonrisa incluida. Roose es ahora el Guardián del Norte, y parece que su futuro suegro. Cuando entra en su antigua casa, la criada le da la bienvenida como Lady Stark. “El Norte recuerda”.
Vemos a Roose Bolton algo preocupado con la boda. Petyr no tarda en asegurar que si es porque Sansa teóricamente ya está casada (con Tyrion), ese matrimonio no fue consumado y no es válido. Incluso le propone hacer algo así como la prueba del pañuelo a la joven. Que se demuestre que es pura y casta y esto se convierte en Palabra de Gitano. Sin embargo, a Lord Bolton no le preocupa eso: “No quiero su virtud, sino su nombre”.
Bolton está preocupado por la reacción de esa boda en Desembarco del Rey, donde no se pondrán nada contentos. Además, Lord Baelish ha recibido la carta de Cersei (aunque la envió al Nido de las Águilas, donde supone que está). Y se la entrega el propio Roose. Por eso está preocupado. El sello está roto, es decir, él ya la ha leído. Pero se excusa en que su situación, necesita de la máxima atención a detalles como ese. La alianza es clave para él. ¿Quién se fiaría de Baelish?
Fortalezas
Jon, en el Muro, ya tiene despacho propio como nuevo Lord Comandante. Y recibe la visita de Stannis, y le cuenta que siempre ha querido el apellido Stark. Pero rechaza su oferta. Su sitio ahora es aquel. Stannis se siente casi ofendido y además Jon le pregunta cuánto se quedarán allí, porque empiezan a molestar y la comida de agota y se acerca el invierno.
Y no hay que olvidar que Jon ganó la votación por un solo voto, lo que solo evidencia que hay mucha gente que está en disconforme con su nombramiento. Y se nota en el ambiente, sin duda. De las primeras decisiones de Jon una es mandar a Allister, el gran perdedor, a defender el Muro desde el Castillo Negro.
Cuando intenta mandar a Janos Slynt a Guardiagrís, uno de los castillos del Muro (ahora en ruinas) el señor se le rebota y se niega en rotundo a obedecer. Él no le votó y pasa de su orden. Sin embargo lo peor es cuando le recuerda que es un bastardo. La solución de Jon es cortarle la cabeza. Y parece que se lo piensa cuando Janos empieza a implorar y a decir que tiene miedo, pero no. Jon no se contiene. Porque sabe que a un Lord Comandante no se le puede echar sino es con los pies por delante. Tiene que mostrarse fuerte e implacable.
Yo te llevaré ante la Reina
Por último, parece que la serie también se acuerda de Tyrion. Que se aburre de estar tantos días encerrado en ese carruaje. Acaban de llegar a Volantis, una de las ciudades libres, entre Pentos y Meereen, aunque no en línea recta precisamente. Una de las características de la ciudad es que a lo esclavos les tatúan en la cara su profesión. Por si se les olvida. Una mística sacerdotisa parece reparar en la presencia de Tyrion. ¿Le habrá reconocido? ¿Conseguirá llegar a Meereen?
En un burdel, primera parada de Varys y Tyrion, se encuentran a una señorita caracterizada como Daenerys, a la que llaman –de hecho- Madre de Dragones. Sin duda se hace famosa por todo Essos. En ese mismo lugar, encontramos a otra figura que todavía no había salido esta temporada: Jorah Mormont (Iain Glen), el traidor de Dany. Recordemos que Mormont, de hecho, espiaba a Daenerys y le pasaba esa información a Varys. En un momento dado, Jorah descubre a Tyrion y le amordaza. “Yo te llevaré ante la Reina”. ¿Daenerys o Cersei?
Opinión
Antes de nada, un capítulo sin Daenerys. NO DANY NO PARTY.
Y, ahora, por partes. En primer lugar tenemos a Arya que ya no es Arya. ¿Eso significa que otro Stark acaba de desaparecer? Invernalia parece que tardará en volver a manos de la familia con Bronn desaparecido, Jon atado al Muro y Arya ahora que deja de ser ella. Pero ahí tenemos a Sansa, que se convierte en ficha clave del tablero. ¿Qué os parece la alianza del Norte y el Nido de Águilas justo en el camino entre Stannis y los Lannister?
La descarada nueva Reina Margaery no se corta un pelo en tratar de dominar al joven Tommen como quiera. Su principal escoyo continúa siendo Cersei, más sola que la una ahora de Reina Emérita y sin Jaime cerca. Sin embargo, sigue agarrada a la silla en el Consejo y de allí no la mueve nadie.
¿Qué papel juega el Gorrión Supremo en la capital? Se ha convertido en una especie de líder entre la población. Por supuesto, Cersei ha estado rápida. La mujer sabe muy bien reconocer el poder, aun en un hombre descalzo, y no duda en buscarse amigos donde sea.
Me quedo especialmente con la frase de Petyr que convence a Sansa para volver a Invernalia para casarse con un Bolton. ¿Es lo que parece? Por supuesto que sí. Lord Baelish se ha posicionado muy bien, aunque nos quedamos sin saber qué contenía la carta de la Reina Cersei.
Por último, hacer notar que parecía inevitable que el camino de Tyrion se viese interrumpido por algún alma intrépida que le reconociese y le dificultase las cosas. ¿Pero Jorah? ¿En serio? Parece que Essos es un pañuelo. ¿Llevará al Lannister huido frente a Cersei para recuperar su posición?
Puntuación: 8
Última actualización: 27/04/2015