Daniel Attias (The Americans, El Séquito) es el encargado de traernos un nuevo capítulo de Homeland. Un episodio que hace resurgir la serie después de un capítulo que, bueno, no nos gustó demasiado. La serie, esta semana, se encarga de revelarnos algo importante, mientras trata de unir todas las tramas, algo que se va viendo cada vez más claro. ¡Alerta spoiler!
Carrie
Carrie en un psicólogo. El señor podría estar horas y horas hablando con ella de TODOS sus problemas, pero Mathison no se encuentra cómoda hablando de Franny, recordando a Brody, admitiendo un poco la extraña relación que tuvo y tiene con ellos y que tuvo y tiene con Quinn.
El señor trata de ayudarle con algunos consejos, pero ya sabemos como es Carrie. Al final parece que la sesión fue prometedora, algo que queda patente cuando más tarde la llaman con buenas noticias: podrá encontrarse con su hija en breve, una reunión fugaz pero que necesita.
Dar Adal
La futura presidenta, por otro lado, ya no sabe de quién fiarse. Confiaba en Saul y confiaba en Carrie, pero después de lo ocurrido con Javadi cambia de parecer y tiene una reunión con Dar Adal. El problema de Keane es que no encuentra los grises, y parece no darse cuenta de que Dar es totalmente oscuro. Le comenta, con esas, lo ocurrido, y Adal intenta hacerse el sorprendido, como si no tuviese nada que ver. Si Iran se ha portado mal tendrá sanciones, y Dar no deja de animar a ello.
Ni corto ni perezoso, se encuentra más tarde con Javadi en una habitación de hotel, donde el señor hace tiempo a que le traspasen los 45 millones de dólares pendientes por los servicios prestados. Pero si de verdad Javadi se pensaba que Adal iba a jugar limpio con él se equivocaba por completo: ni tres minutos pasan antes de que Dar abra la puerta a agentes del Mossad que vienen a por él.
Al menos, en una jugada arriesgada pero exitosa, Javadi consigue llamar a Carrie con su móvil, que escucha la conversación en la que se destapa por completo a Adal. Ella suma a la conversación a Saul, que trata de localizar la llamada sin éxito. Más tarde registran ambos la habitación de hotel y consiguen localizar el móvil de Javadi. ¿Y qué hacen con él? Pues llevárselo a Keane, para que abra los ojos.
Mathison no tiene ningún problema en nombrar a Dar como amenaza, e incluso habla sobre su conversación con él en la puerta del colegio de Franny y la bomba en la furgoneta de Sekou. ¿Nos acordamos de Sekou? El plan para acabar con Adal de una vez por todas que tiene Keane en mente es bueno, pero no termina de convencer a Carrie: airear asuntos de Berlín, ya sabéis, la temporada anterior. Por supuesto, hacer esto no solo acaba con la carrera de Dar, sino que salpica por completo a Saul.
Pero mientras el plan para librarse de Adal toma forma, Keane debe de guardar las apariencias, así que continúa con sus reuniones con él. El problema es que Dar ve a la presidenta electa demasiado atenta con él, lo que le hace sospechar. Y así Adal se guarda la lista con los posibles candidatos a la Secretaría de Estado que le llevaba (gente con la que tiene mano). Tendrá que ir con pies de plomo.
Max
La figura de Max esta temporada ha sido muy discreta y en este episodio toma relevancia. Mientras trataba de encontrar el lugar al que Conlin fue antes de que le asesinaran, aquella oficina misteriosa, se le ocurrió apuntarse a uno de los puestos de trabajo que ofertan, sin saber muy bien de qué se trata. Mathison no está del todo de acuerdo, pero la decisión está tomada.
Por supuesto, consigue el trabajo tras una breve conversación con Brett, el señor del programa de radio, sí. Y entonces todo toma un macabro sentido. Acompañan a Max a una sala repleta de gente frente a ordenadores. Tienen un problema y el sistema no les funciona, así que él se encarga de volverlo a poner en funcionamiento; es entonces cuando se descubre qué hacen allí. Toda esa gente se encarga de llevar perfiles falsos en distintas redes sociales y caldear la opinión popular. SAVAGE.
Quinn
Quinn seguía todo este tiempo en la casa del lago, junto al cadáver de Astrid. Al menos hasta que llegan agentes y ven los disparos en el cristal y entran en la casa, momento que Peter aprovecha para salir de allí. Necesita armas, así que se las apaña para robar algunas de una tienda con el viejo truco de echar a arder una furgoneta en el parking. Cuando la gente de la tienda sale rauda a apagar el fuego, él aprovecha para llevarse un poco de todo, que nunca se sabe.
¿Dónde va a aparecer Quinn? Pues en el salón de Dar Adal cuando éste llega a casa y enciende las luces. Peter está muy enfadado y le apunta con una pistola, asegurando que es el culpable de lo ocurrido en la casa del lago, algo que Dar niega, mientras trata de hacerse el bueno con él. Parece que convence a Quinn, pero nada más lejos de la realidad.
Cuando Peter abandona la casa, Adal llama al señor misterioso (asesino de Sekou, Conlin, Astrid) y tienen una acalorada discusión que Quinn escucha desde su coche porque no olvidemos que sigue siendo un espía después de todo. No tarda en localizar la situación del señor en un mapa que hasta le calcula automáticamente la ruta más rápida hasta su venganza.
Última actualización: 20/03/2017