La cuarta temporada de Homeland llega a su fin con este episodio. Ha sido una ruptura y ha tenido que sacar lo mejor de los creadores de la serie para poder mantener, decentemente, a unos seguidores algo desilusionados. Sin embargo, y a mi parecer, lo han conseguido. La historia de Carrie en Islamabad ha tenido de todo: momentos sin aliento, escenas impensables y polémica. Una polémica que confronta muchas opiniones sobre Homeland, de las que la serie ha salido –casi- ilesa.
¡Alerta spoiler!
No es el final
En Long time coming, la historia se vuelve sobre sí misma y estamos sobre un capítulo que supone un cierre dorado a una temporada algo áspera. No es el final, hay una quinta temporada, pero este episodio parece especial. No esperes acción ni tramas complicadas, el malo se escapa y nuestros protagonistas vuelven a casa.
Carrie en Estados Unidos. Así es, este capítulo final es de esos. De los de sentimientos, emociones y palabras más o menos bonitas. Una despedida puede que algo floja después de unos episodios tan frenéticos. Eso sí, guarda algunas sorpresas.
En casa de la hermana de Carrie, las dos se encuentran recogiendo las pertenencias de su padre. La muerte del hombre afectó mucho a la agente en el último capítulo. Todo parece correcto hasta que Adal toca al timbre, como si nada. Dar busca a Quinn y Mathison le cuenta que no sabe nada de él, y que seguramente siga en Pakistán buscando a Haqqani. Lo que pasa es que el terrorista ha desaparecido, se ha refugiado en sus territorios más fieles y cuenta con el total apoyo del ejército pakistaní.
Otra que aparece por la casa es la madre de Carrie, Ellen. Tras recuperarse del shock que le produce encontrarse con ella después de tanto tiempo, le increpa su presencia muy altivamente. 15 años sin madre y claro, ahora aparece cuando muere el padre porque quiere estar allí y ver a su nieta. La señora tiene que salir de allí.
So tipical
Saul quiere volver a la CIA. Ya te tiene que gustar tu trabajo para, después de ser secuestrado y todo el lío, querer volver. Lo que pasa es que después de lo del vídeo de Haqqani la cosa está complicada. Parecía que no, pero Quinn también está de vuelta. Su amiga alemana le ayudó a salir del país después de la desaparición del terrorista. Carrie le cuenta la oportunidad que tuvo de disparar a Haqqani y cómo Khan le paró. También que Adal le busca, Quinn tendrá que ir con cuidado.
Después de hablar con Carrie, Saul y ella deciden que la visión de Dar en el coche del líder terrorista mejor se la guarden para sí. No hay contacto oficial entre Pakistán y Estados Unidos, esa información es una bomba.
La escena siguiente es so tipical. Después de dejar a su hija en casa de la hermana (recordemos que el sentir maternal de Carrie es comparable al amor que se le tiene a un pez), coinciden Quinn, ella y la oscuridad de la noche. Sí, hay beso. ¡BESOO! También diré que había alcohol en el funeral, de hecho Mathison asegura que se lo ha pasado bien (¿?).
Después de besarse, sin embargo, intentan mantener la compostura: la agente asegura que sería todo un error una relación con él. Pero Quinn termina convenciéndola, un poquito. Peter la ha visto en sus peores momentos y quiere intentarlo. Además, quiere empezar una vida nueva y algo más habitual, fuera de la CIA. Y la necesita.
Sin ti no lo vamos a conseguir
Carrie no puede ya con sus cosas y decide ir en busca de su madre, quiere preguntarle por qué se fue y les dejó tirados. Quinn, por su parte, recibe visita. Un agente de la CIA aparece y le habla sobre una nueva misión. Peter asegura que no, que se ha retirado y que pasa. Pero el otro le hace un poquito de chantaje emocional y “sin ti no lo vamos a conseguir”, ¿os imagináis que al final se lo piensa, y va y deja a Carrie más sola que la una?
Cuando Mathison llega a casa de su madre, le abre la puerta un joven que le cuenta que Ellen está trabajando. Carrie, que es más lista que nada, le dice que es una amiga, porque ya se huele por dónde van las cosas. Se dirige entonces al trabajo de su madre y le pregunta directamente. Ese chico es su hermanastro. “¿¡Dejaste a tus hijos y tuviste más?!” Deciden hablar más tarde.
Saul queda para charlar con Adal. Lockhart tiene ya un pie fuera del despacho de director de la CIA –cosa que él ya sabía- y Dar ha pensado que tal vez eso le interese: puede colocar su nombre en lo alto de la lista de sucesores. Saul piensa que es algo imposible, ya que existe el dichoso vídeo con Haqqani y queda feo. Pero Adal se lo entrega allí mismo, ya se ha encargado él de que no vea la luz. Ese es el pacto de Haqqani con Adal. Estados Unidos le deja en paz si ellos hacen lo propio, lo del vídeo ha sido un acto de buena voluntad.
Quinn llama a Carrie, que se ha ido a ver a la madre sin decir nada. Sigue esperando una respuesta acerca de su futurible relación, pero la mujer no contesta. Él se ofrece a ir a verla pero Carrie prefiere que no lo haga, necesita un tiempo después de lo de su padre y ahora resulta que tiene un hermano. Ahora mismo tiene muchas cosas en mente.
Te escupiría en la cara
El momento conversación Carrie-Ellen llega, por fin. Su madre se fue de casa cuando supo que estaba embarazada, de otro que no era su padre, claro. Se arrepiente, ciertamente. Cuando a Carrie le diagnosticaron el trastorno bipolar, ella no estuvo allí. Y tal vez no pueda perdonarla. Mathison llevaba 15 años pensando que Ellen había desaparecido por lo difícil que era convivir con su padre, pero no. Lo que pasaba es que a la mujer le iba la marcha.
Después del momentazo, Carrie llama a Quinn para hablar con él. Lo que pasa es que no puede, su teléfono ha sido desactivado. Mathison ya se espera lo peor, por eso tal vez llame a Adal, que tampoco contesta. La siguiente escena es la del propio Quinn, preparándose para volver a Oriente Medio. Lo sabíamos. Demasiado fácil.
Carrie, enfadada, va a casa de Adal. Le exige hablar con Quinn, a lo que se niega. Dar asegura que la misión de Peter es secretísima, y que no puede hacer que contacten. Ni sabe cuándo volverá. Mathison saca entonces la artillería pesada: le vio en aquel coche, con Haqqani, y si no hace lo que pide esa información verá la luz.
Su pacto con el terrorista deshonró la memoria de todos los agentes que murieron en la embajada a manos de Haqqani, si Saul se enterase “te escupiría en la cara”. Lo que pasa es que Adal esa parte ya la tenía cubierta. En la casa también se encuentra Saul. Parece que tenemos nuevo director de la CIA. El encuentro es mudo pero la cara de Carrie dice muchas cosas. La temporada termina con la protagonista conduciendo de vuelta a casa, tremendamente enfadada y disgustada.
Puntuación: 8
Última actualización: 25/12/2014