La verdad es que Gotham ha vuelto con mucho nivel. Si los dos últimos capítulos eran excelentes y, sobre todo, el último nos dejaba muy sorprendidos ante lo ocurrido a Jim Gordon, en esta ocasión no es para menos. Con un protagonismo compartido entre Gordon y el nuevo Pingüino, contamos con un gran regreso. ¡Alerta spoiler!
Blackgate, F
Jim Gordon lo pasa fatal esta semana. Bueno, estas semanas. La serie avanza un poco el ritmo mostrándonos al policía pasando las horas en la cárcel. Que si ejercicio, que si trabajo en la lavandería, que si potajes de los que mejor ni preguntar… Lo único que parece que le mantiene despierto es una pequeña foto de Lee, que ha dejado de mandar cartas y ha dejado de visitarle. Justamente lo que le pidió.
Y se puede decir que no tiene mucho problema. Hasta que el señor que dirige la prisión decide reubicarlo en el peor módulo de Blackgate, la sección F, donde casualmente están todos los que Gordon ha detenido desde el principio de los principios. Ahí es cuando empieza a pasarlo mal, y todo porque el alcaide es amigo de Loeb, y ya sabemos la tensa relación habida entre Jim y Loeb.
Mientras Bullock trata de hacer lo posible por recibir algo de apoyo para esclarecer los cargos de los que se culpabiliza a su compañero, Gordon tiene que lidiar con duros golpes, físicos y morales. Por un lado, recibe una paliza de un señor (con el beneplácito del alcaide) y termina en enfermería junto a un chico que le considera un héroe, Puck, y que intentaba calmar los ánimos (resulta que Jim rescató a su hermana de un secuestro). Por otro, recibe la visita de Harvey, que le cuenta que Leslie ha perdido al bebé y ha decidido abandonar Gotham.
Vuelve, a Gotham vuelve
Al menos Gordon tiene un poco de ayuda y uno de los guardas de la prisión le va avisando de lo que ocurre y le advierte de que tenga los ojos bien abiertos. Puck recibe una enorme paliza por acercarse a Jim, y todo para que el policía salte y les de una excusa para acabar con él. Sabiendo que a su compañero le queda poco para morir o para cargarse a alguien allí dentro, Bullock recurre a la única persona a la que puede acudir: Carmine Falcone. FALCONE. El mafioso lleva mucho desaparecido, y decide ayudar.
¿El plan? Pues, como siempre, uno muy variopinto. Lo siguiente que vemos es, en la noche de la película, como un señor preso desconocido apuñala a Jim hasta morir. Aquello nos horroriza hasta que nos damos cuenta de que queda sorprendido incluso el alcaide. Con ayuda de su guarda aliado (que certifica su muerte), Gordon es conducido hasta la ambulancia, donde encontramos a Bullock, que termina de convencer a Jim para que salga de allí.
Antes de partir, Gordon decide volver para recoger a Puck, que está hecho un picasso. Aunque el alcaide descubre la artimaña, ambos consiguen salir de Blackgate y llegan hasta un puente donde se encuentran con Falcone. Puck no, porque Puck muere. Pero Jim sí, y Carmine le da dos opciones: salir del país o quedarse en Gotham. Y Gordon decide quedarse para limpiar su nombre y ya luego ir en busca de Lee. Que pobre Leslie, va drama tras drama.
Legítimos
Pero no es Jim el único protagonista del episodio: ahí tenemos a Pingüino. Resulta que su familia es especial. Su padre Elijah conoció a Grace, su mujer, en un bar donde trabajaba. Ella llevaba una vida terrible con sus dos hijos y él, sólo con una fortuna familiar, decidió darles cobijo. El amor llegó después y la familia estaba completa. Hasta que llegó Oswald, único hijo legítimo, a destrozar un braguetazo tan bien planeado.
Porque los Van Dahl postizos están haciendo lo que pueden por quitar a Elijah de en medio cuanto antes, y para ello cambian sus pastillas por caramelos de menta (porque, obviamente, Elijah tiene un problema coronario importante). Antes de cargarse al señor tienen que deshacerse de su nuevo problema, y lo intentan primero revelándole a Elijah el pasado macabro de gánster de Oswald. Pero fallan, porque el nuevo Pingüino no tenía ningún problema en revelarle a su padre las pesadillas que tiene con su pasado. Y Elijah a su hijo le perdona todo.
El siguiente paso es mucho más creepy, y lleva a Grace a empujar a su hija a la cama de Pingüino, en ropa interior y camisón. Pero eso a Oswald le parece fatal y, enérgicamente, se zafa de sus garras colándose entre sus piernas. Me encanta la cara de indignada de la chica ante la negativa de Pingüino, y cómo el hermano se presta voluntario, por si los gustos del ex mafioso fuesen otros.
Como nada funciona, deciden terminar con aquello de una vez por todas. Elijah ha empeorado, se ve en las últimas y le confiesa a su hijo que es hora de que se quede la fortuna familiar. Todo se adelanta por sorpresa cuando el millonario bebe de una copa que era para Pingüino y que contenía veneno, lo que hace que Elijah muera en brazos de Oswald (como ya hizo su madre). ¿Cómo reaccionará? ¿Volverá el Pingüino de siempre ante un nuevo drama como éste? Ahora parece que tiene dinero, ¿recuperará el control de Gotham?
Última actualización: 29/03/2016