Una semana más tenemos nuevo capítulo de Gotham, la serie de FOX de la que todo el mundo habla. Y escribe. Será por sus protagonistas, o será más bien por sus antagonistas, vemos como la popularidad de esta precuela -a su modo- de una de las historias más famosas sobre héroes empieza a hacerse un hueco entre las series punteras de este año. Y acaba de empezar.
Después de lo trepidante del capítulo anterior, vamos a descubrir qué ocurre en este. Atención, alerta spoiler.
Ya lo decía Pingüino, se acerca una guerra. Y parece que, al menos, Fish Mooney va con todo para hacerse con el control de Gotham. Además, ahora que nuestro amigo de andares característicos ha vuelto a la ciudad, se encuentra como pez en el agua. Gotham es el barrio chungo de cualquier capital de provincia, pero a lo grande.
Sin embargo, el protagonista de este capitulo (uno de ellos) no vive en ningún barrio chungo. Ronald Danzer es un estafador de inversión que se encuentra a las puertas de la cárcel, metafóricamente. En libertad bajo fianza, no duda en intentar comprar a quien sea para esquivar los barrotes. Intentando salir de casa lo más de incógnito posible, se encuentra con otro protagonista de este episodio: el hombre de los globos, enmascarado detrás de una careta de cerdo.
El hombre-cerdo le reconoce, y antes de preguntar nada le engancha a unos globos que tiran de él y lo mandan a paseo aéreo. La policía está dividida, no hay cadaver aunque todos sabemos que lo que sube tiene que bajar. Bullock es claro, quien fuese el hombre de los globos, le ha hecho un favor a Gotham. Por su parte, Gordon conoce al teniente Bill Cranston y yo creo que todos -incluído Jim- nos damos cuenta que la policía de la ciudad anda escasa de honorabilidad, sin duda.
Nuestro detective favorito, Gordon (aunque habrá gente que prefiera a Bullock, claro) decide “rescatar” a Selina del centro de menores. La manda traer a comisaría debido a que la joven tiene información sobre el caso Wayne. Caso que el departamento ya ha cerrado. Como el de los niños secuestrados o, incluso, el del hombre de los globos. “La justicia ya ha sido servida“, espetan.
Selina, felina
Selina le vio la cara al asesino, incluso en plena oscuridad. Porque ella, que es medio gata salvaje medio muchacha, puede. Mientras Gordon se encuentra dentro de una alcantarilla para encontrar la cartera que ella robó antes del asesinato -lo que la situaría allí- la chica escapa. Porque no le sale a cuenta ayudar a Jim para volver a estar encerrada. Que ella necesita libertad, muchacho.
En otro lugar mucho más limpio (al menos de higiene) de Gotham, los detectives Montoya y Allen va a visitar a Fish. Le preguntan por Pingüino. Todos piensan que está muerto, lo que claramente es una ventaja para él. A Fish se le va la lengua y comenta que fue Gordon quien apretó el gatillo, y no pinta eso nada bien.
En la mansión Wayne, Bruce recibe entrenamiento de parte de su cuidador y mayordomo Alfred Pennyworth (Sean Pertwee). En las películas de Batman encontramos un Alfred bastante estirado pero siempre fiel al héroe. Hasta tal punto que es el único en la ciudad que sabe de su doble vida. En la serie, ante la juventud del chico, vemos a un mayordomo mucho más activo.
Corruptelas
Gordon es el único que sigue creyendo que la persona a la que mataron no era el asesino de los Wayne. Bullock parece pensar igual, pero sinceramente le viene a dar lo mismo. Se da cuenta entonces que todo el mundo parece que trabaja para Falcone, e incluso pregunta si será el siguiente al que llevarán al muelle, en alusión a lo que le ocurrió -aparentemente- a Pingüino.
En cuanto al caso del hombre de los globos, descubren que un tal Carl Smikers, que trabajaba para una empresa que los fabrica, robó cuatro no hace mucho tiempo. Ya ha gastado uno. Así que los detectives deben darse prisa. El tipo de los globos intenta enganchar a Cranston, su siguiente objetivo, pero éste le pega una paliza. Finalmente, en un descuido, consigue engancharle. Y otro más por los aires.
En este caso Bullock sí que se implica realmente. Cosas de polis, cuidado cuando toques a otro. Por su parte, Pingüino logra encontrar un trabajo, lavando los platos en un restaurante. Eso sí, después de cargarse al que lo hacía cuando él llegó. Qué difícil que está el mercado laboral, ¿no?
Los detectives detienen a Smikers, pero como Gordon sospechaba, él solo era un intermediario en todo el asunto. Mientras, un cardenal es el siguiente que ha volado por los aires. Con sotana y todo cada vez más cerca del Creador. Bonita alegoría. Cuando el cuerpo de Cranston cae, descubren en su bolsillo un papel. Un papel que, antes de volar, le quitó a su asesino. Ese papel llevaba la firma de Gordon, pues el hombre de los globos no es otro que un tal Lamond: el que llevó en custodia a Selina a comisaría.
Pingüino conoce, más a fondo, a uno de los comensales asiduos del restaurante donde trabaja. Se trata de Don Maroni, un tipo de estos que tienen la alerta “mafia” por toda la cara. Tras una conversación, parece que se caen bien. Poco a poco vemos como Pingüino se va a hacer un hueco en el lado oscuro, ya veréis.
El asesino del helio
Cuando consiguen atrapar a Lamond, Bollock lo engancha al último de los globos que le quedaban. Instantes antes de salir volando, Jim se engancha para que no se escape, sin embargo el globo meteorológico consigue elevarlos a los dos. Bullock le pide a Gordon que le suelte, pero éste quiere que su compañero dispare al globo, para así poder detener al asesino, y no matarlo. Tras el disparo, certero, ambos caen al suelo. Ilesos, menos mal.
Al final del capítulo, Falcone visita a Fish, y le cuenta que han atracado a su amante por la calle. Por su cara podemos saber que conoce perfectamente que ese plan fue cosa de la propia Fish, que quiere vengarse del mafioso y ocupar su lugar. Hablan de Maroni, y sutilmente Fich le echa a él las culpas. Por si cuela.
Además Pingüino, vestido de gala, se presenta en casa de Gordon, su viejo amigo. ¿Que querrá? ¿Se quedará a cenar? Habrá que esperar para averiguarlo.
Opinión
La historia de Bruce Wayne no es más que el hilo conductor perfecto para desvelarnos el principal atractivo de la serie: los malos. Imaginad un S.H.I.E.L.D. pero con los villanos de la ciudad de Gotham. Cada uno tiene su mundo interior, su vida y vivencias; todo ello en paralelo y cada uno con una idea de terror distinta pero con el mismo objetivo: convertir la ciudad en un infierno. Por ejemplo, la historia de traición y rabia de Pingüino le convierte en uno de los personajes mejor valorados, tanto en calidad como argumento. Está claro que nos encontramos con una serie que refleja el espíritu de la decadente ciudad cuna de Batman: los malos siempre pueden ser peores.
La gran afluencia de futuros antagonistas nos hace preguntarnos qué pasará con cada uno de ellos y cómo combatirá el detective Gordon tantos problemas. Un detective que tendrá que lidiar con mucha fuerza de voluntad y siendo fiel a su propia honestidad y ética con una ciudad repleta de crímenes, mafia y escándalos que le tocan muy de cerca.
Valoración: 8.5
Ya disponible el capítulo del siguiente capítulo aquí.
Última actualización: 14/10/2014