Pese a no conseguir el Oscar como mejor película, las 3 estatuillas recibidas han terminado de posicionar a Dallas Buyers Club, film dirigido por Jean-Marc Vallée, como uno de los estrenos más esperados de este primer tercio del año. Pero, ¿por qué una historia tan dramática ha resultado tan atractiva a crítica, público y, por consecuencia, a la taquilla?
El film, efectivamente, se basa en hechos reales. El personaje central es Ron Woodroof (interpretado magistralmente por Matthew McConaughey), un texano que vive la vida en la cresta de la ola y al límite, hasta que en un examen médico le diagnostican VIH y vaticinan que como seropositivo duraría 30 días con vida.
Como buen texano, Woodroof busca una salida a su sufrimiento y lo consigue a través de drogas legalizadas para estos enfermos con el fin de mitigar su dolor. Sin embargo, descubre que al cruzar la frontera puede encontrarse otro tipo de sustancias que no son ilegales, sino catalogadas como “no aprobadas científicamente”, con mayor potencia que las legales y con notables mejores resultados.
Woodroof comienza así a montar un teórico club que en realidad es una tapadera mediante la que traficar con estas drogas-medicinas para enfermos en su misma situación. La administración estadounidense y las empresas farmacéuticas inician entonces una despiadada campaña contra él a todos los niveles. Considero buen momento para recordar que Dallas Buyers Club está basada en hechos reales y es bastante fiel a lo que sucedió realmente.
Las interpretaciones de Matthew McConaughey y Jared Leto han tenido su recompensa con el Oscar a mejor actor y el Oscar a mejor actor de reparto, respectivamente. Como en anteriores ocasiones se ha valorado la capacidad de metamorfosis física de los actores. McConaughey adelgazó 23 kilos y Leto 14, llegando en ocasiones a prescindir de la alimentación con el fin de conseguir el objetivo rápidamente.
Todo un logro que se vio un tanto forzado por las presiones de los productores para el desarrollo de la película. Si bien son un tanto exageradas estas reacciones, los miedos no eran infundados, puesto que la película estaba iniciando su preproducción desde 1992, justo un mes antes de la muerte del Woodroof real, con quien se colaboró estrechamente para conseguir testimonios y diarios de lo sucedido.
De hecho, la producción limitó la filmación al récord de 25 días, con tomas que superan los 15 minutos de duración, transmitiendo así una credibilidad y realismo propios de un documental, al mismo tiempo que se solventaba los problemas de tiempo para acabar la película.
El otro Oscar conseguido por Dallas Buyers Club es el de maquillaje. He aquí una ocasión única para valorar este premio apenas reconocido entre espectadores y cinéfilos. El maquillaje, sobre todo en cualquier época anterior a la actual, ya sea por siglos o por décadas, tiene la responsabilidad no sólo de adecuar a los personajes a un momento histórico concreto, sino también de transmitir estado de ánimo, sensación física y sentimientos profundos de los personajes que, escudados únicamente en sus movimientos faciales apenas podrían lograr la mitad del resultado.
En Dallas Buyers Club se une el hecho de que Jared Leto personifique a un transexual, para quien el maquillaje es casi su segunda piel y Matthew McConaughey deba mostrar a un Ron Woodroof al que la enfermedad le va afectando de forma imparable.
Definitivamente, Dallas Buyers Club llega como uno de los estrenos marcados en el calendario por muchos espectadores, una apuesta segura para todos aquellos que a partir del próximo viernes 14 de Marzo busquen en la cartelera una gran historia basada en hechos reales, y con unas interpretaciones llevadas al extremo. Os dejamos con el tráiler, a disfrutarlo!
Tráiler de Dallas Buyers Club
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Última actualización: 12/03/2014