Cómo defender a un asesino Temporada 2 Capítulo 2 Recap: She’s Dying

Después de un capítulo de infarto del que nos deben más de una explicación, la serie Cómo defender a un asesino vuelve con una nueva entrega en la que, ya sabéis, seguro que se lía mucho más todo. Pero ahí reside el encanto de la serie, ¿no? ¡Alerta spoiler!

Un disparo. Así comienza este episodio. Un disparo en la creepy mansión de los creepy hermanos. Wes, al que vemos salir corriendo de allí, se reúne en unos matorrales con Laurel y Michaela. Dentro de la casa, vemos a Connor intentando socorrer a Annalise, que se desangra en el suelo por un disparo. ¿Pero cómo hemos llegado hasta aquí?

Dos meses. Dos meses antes es cuando nos emplaza entonces la serie. Está claro que ese disparo será el hilo conductor de la temporada, como ya lo fue en la anterior el deshacerse del cuerpo de Sam.

Pero, adelantándome al devenir del capítulo, Annalise no es la única que está allí tirada. Esa noche, los tres de fuera vuelven a buscar a Connor y le convencen de dejar a Annalise muriéndose. Mientras les vemos salir, observamos el cuerpo sin vida de Sinclair, la ayudante del fiscal que trata de meter a Nate en la cárcel. Parece que alguien la ha tirado desde un balcón y yace toda espachurrada contra el suelo. ¿Pero qué tiene que ver esa aquí?

Este episodio se centra en los dos juicios importantes de la trama: el de Nate, que llega a su fin, y el de los creepy hermanos. La cosa se pone tensa cuando Sinclair trata de demostrar que Eve y Annalise se conocen, lo que puede llegar a hacer pensar que está tratando de protegerla a ella también y no solo a Nate (todo esto culpa de Asher, que le confirmó que fue de visita a la casa).

Sinclair le hace a Annalise (ahora como testigo en el estrado) todas las preguntas que nos hicimos nosotros la temporada anterior acerca de la muerte de Sam. Sin embargo, es la propia Eve la que pregunta la más difícil: ¿cree Annalise que Nate mató a su marido? Y Annalise dice que lo cree. Porque lo de no mentir en el estrado se lo pasa por el Arco del Triunfo.

El problema aparece cuando Nate se harta y decide que si Eve no le defiende de verdad y por su cuenta, habla lo más grande y se van los tres de allí esposados. A Eve entonces no le queda más remedio que hacer lo que cualquier abogado de bien debe de hacer: echarle el muerto a otro (nunca mejor dicho). Y ese otro es la propia Annalise. Eve relata lo que pasó en la primera temporada con todo lujo de detalles (solo falla en no incluir por ahí al Keating 5).

La estrategia funciona: a ojos de la juez no hay pruebas de que fuese Nate, y pudo perfectamente ser la propia Annalise, de quien tampoco han tenido nunca pruebas. Por tanto, Nate sale libre, ¿pero a qué precio? Annalise se enfada con ella por cargarle el muerto y por hacerlo de forma tan personal, aludiendo su desgana amorosa y poca compasión.

Menos mal que al final se arreglan –bien arregladas- y terminan despidiéndose con un beso, en plena calle (¡menos mal que no se podían conocer!). Dentro de un coche, vemos al propio Nate observando la escena. ¿Ya la hemos liado otra vez? Ah, por cierto, la tal Sinclair se encargará también del caso de los Hapstall, y ya empiezan a cuadrarnos algunas cosas.

En cuanto al otro juicio, la cosa se pone interesante. Los hermanos Caleb y Catherine Hapstall son interrogados por separado, donde sus coartadas (que se basan en el otro) son frágiles cuales pompas de jabón. El lado débil lo pone Catherine, que está a punto de meter la mata si no llega a ser por la aparición de Annalise, que estando ella en su juicio logra sacar claridad suficiente para centrarse en los de los demás.

Catherine miente por su hermano, asegurando que la noche que murió su tía asesinada él estaba en casa. Mentira, se fue a un footing misterioso, que queda muy mal cuando descubren huellas de sus dedos en el coche de su tía. Tanto Bonnie como Frank empiezan a sospechar de él, pero es Michaela la que da con la clave.

Tienen que demostrar que sus huellas las pusieron allí luego, los policías, porque sí. Con la ayuda de Oliver, que se pasa media vida hackeando la web de la policía, consiguen demostrar que se hicieron dos test de huellas, el segundo después de tomárselas a Caleb. Todo queda muy sospechoso. Así que, por el momento, ambos se libran de ese asesinato. Mini-punto para Team Annalise.

En este capítulo nos enteramos de quién es EGGS 911, el dueño del misterioso número al que Rebecca envió aquel mensaje. Al menos, eso creo yo. En el juzgado, un chico llamado Levi le pide el teléfono a Michaela para hacer una llamada. Connor le lanza la caña enseguida (¿Hola? Te acabas de mudar a casa de tu novio), pero el chico está más interesado en ella.

Casualmente, vemos como el casero de Rebecca decide deshacerse de sus cosas (porque no paga, porque está muerta) y Wes se queda de todo aquello una foto de su ex en la que, atención, aparece Levi. Así que, blanco y en botella, horchata. Al final del episodio vemos a Michaela tontear muy fuerte con el tal Levi mientras juegan al billar. ¿Creéis en las casualidades? En este aserie YO NO.

Asher sigue a su bola sin saber nada acerca de Rebecca. Ni lo de Rebecca ni nada. Cada vez que el resto del Keating 5 habla sobre ello y aparece él, tienen que cambiar de tema y, la decimosexta vez que ocurre, empieza a costar. En este capítulo, para salir del paso, Connor comenta que estaban hablando sobre el positivo en VIH de su novio Oliver.

Cuando, casualmente, el chico aparece para darle las llaves de su apartamento a Connor, Asher no puede fastidiarlo más compadeciéndose de su situación, dándole ánimos. Oliver, que ni siquiera lo ha comentado con la familia, se enfada bastante con su novio, asegurando que podría tener la boca un poco más cerrada en ciertos temas que a aquella gente no les incumbe. ¿Cuánto le echáis a esta relación? Apuesto: 3 episodios más.

Laurel es una chica muy lista. Y por eso cuando aprueba un importante examen (no sé cómo, no salen de los juzgados, entre crimen propio y ajeno) va a celebrarlo con Frank. Ella asegura que no, pero se presenta allí en su apartamento con ganas de fuegote. Por supuesto, Frank le corresponde, pero al final no. Le dice que no. Le dice, de hecho, que “si estás interesada en esto, trata de conocerme”.

Sassy Frank se nos ha vuelto sentimental. Ahora quiere que Laurel le conozca, no como antes que le daba más bien igual. Laurel se va de allí furiosa, indignada y recalentada. ¿Serán los nuevos Basher (Bonnie-Asher)? ¿Los Fraurel? Frank, no quieras que te conozcan tanto, a ver si van a caer en que eres un asesino. Y tal.

¿Se merece o no se merece Sinclair morir? Pues claro, ha puesto contra las cuerdas a la pobre Annalise mezclándola con todo aquello. ¿Eso implica que es la propia Annalise quien la tira por un balcón de la creepy mansión? ¿Y quién la dispara a ella? Por la red siguen asegurando que Eve tiene muchas de las papeletas. O incluso Bonnie. ¿Quién queda en esta serie sin asesinar a nadie?

Me parece estupenda la aparición de Levi, lo que hace que el asunto Rebecca no esté cerrado del todo. ¿Averiguará qué le ha pasado a la chica? ¿Caerá Michaella en sus redes? ¿Hay alguien en esta serie a quién Connor no le haya tirado la caña?

Creo que no sabremos quién mató a Sinclair, ni quién dispara a Annalise, hasta los últimos episodios. Y tiene sentido. Yo, personalmente, no le quitaría ojo a los creepy hermanos, ni a un despechado Nate, que ha pasado las de Caín y ahora se ve sin hueco en la serie. ¿Y si Sinclair es la que dispara a Annalise? A saber.

PD: No está muy presente en la serie ya, pero recordemos que Frank le debía una a Sam, y por eso mató a Lila. ¿Qué sería? Lo digo porque está claro que Bonnie le debe una a Annalise, y por eso mata a Rebecca, según ella. ¿Alguna idea al respecto?

Puntuación: 8

Última actualización: 02/10/2015