Las investigaciones policiales en el Hospital Policlínico Montalbán continúan su curso la noche de los martes en Antena 3. La segunda temporada de Bajo Sospecha vuelve a liderar por cuarta vez consecutiva, consiguiendo 2.893.000 de espectadores y un share del 16,9%. No obstante, la serie de Bambú Producciones pierde seguimiento y registra mínimo histórico.
En este cuarto capítulo de la segunda temporada de Bajo Sospecha titulado “El teléfono”, tras la agresión que Víctor sufrió en el episodio anterior, la policía intentará dar con el culpable porque creen que se trata del responsable de todos los crímenes. Además, durante el ataque, Víctor perdió su teléfono móvil lo que podría descubrir todo el plan y fastidiar la investigación. Por su parte, Miguel, el forense, tratará de salir airoso después de haber asesinado a Enrique. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
¿Dónde está Víctor?
Al darse cuenta que hace tiempo que no contacta con su compañero, Alain se preocupa por el paradero de Víctor y una de las enfermeras le explica que fue a atender una llamada de Don Pedro. Cuando el médico francés entra en la habitación se encuentra con el anciano tirado en el suelo y muy asustado. A duras penas, don Pedro le explica que tiene mucho miedo de los doctores porque uno de ellos ha acudido a su habitación muy enfadado.
Un poco más calmado, el anciano le relata la historia que vimos justo al final del capítulo pasado, cuando Víctor fue atacado por sorpresa e inmovilizado gracias a un paño impregnado en el algún tipo de sustancia narcótica. Con los datos aportados por Don Pedro, Alain identifica al enfermero como Víctor y comienza su búsqueda intensiva. Al final logra dar con él al encontrarlo subido a la cornisa, desorientado y confuso, diciendo que lo mejor para todos es que se quite de en medio. Justo cuando se va a tirar desde lo alto, Alain consigue agarrarle y, con mucho esfuerzo, salvarle.
Sin perder tiempo, Lidia avisa al comisario Casas, que acude rápidamente hasta el hospital, donde Víctor está siendo atendido por Belén, que encontró a Víctor solo y tirado en la azotea cuando Alain bajó en busca de ayuda. La doctora decide concederle un par de días de baja, cosa a la que Victor se opone porque ahora más que nunca necesita estar infiltrado para encontrar al culpable. Además, Víctor se ha percatado de que ha perdido su teléfono móvil, lo que podría desvelar su verdadera identidad y poner en peligro toda la investigación.
Mientras tanto, Alain ha pedido analizar la sangre de Víctor para cotejar el narcótico con el que usaron con Isabel y Sara. Además, tras el percance de Víctor, Casas intenta un nuevo acercamiento con su hijo, pero éste se resiste a concederle una oportunidad, a pesar de que el comisario se muestra totalmente comprensivo e incluso le regala un pequeño recuerdo de su padre, del abuelo de Víctor, se preocupa por su bienestar y le promete que van a encontrar a la persona que le ha atacado.
Burundanga
Por su parte, la policía ha localizado el móvil de Víctor. Gracias a la triangulación, han detectado el teléfono dentro del hospital, no es un gran paso pero si la persona que lo tiene se mueve, podrán encontrarlo. Asimismo, los análisis han desvelado que Víctor fue sedado con burundanga, un anestésico que provoca la pérdida de voluntad y memoria y, probablemente, sea lo mismo que utilizaron para drogar a Isabel y Sara, ya que esa sustancia desaparece del organismo a las pocas horas.
Para intentar averiguar quién cogió el anestésico de la farmacia del hospital, la comisaria habla con la enfermera Natalia Sanz pero no cree sus palabras de que no sepa quién ha cogido la burundanga, cree que está protegiendo a alguien. Bajo la atenta mirada de Alain, Sanz va a hablar con el cirujano Daniel Legarra y le explica que la policía sabe que está desapareciendo la burundanga y tiene miedo de que puedan inculparla. Daniel intenta tranquilizarla pero Natalia es incapaz de controlar su ansiedad.
Mientras tanto, ya recuperado, Víctor no ha perdido el tiempo y ha decido seguir a Daniel, lo que le ha permitido ver cómo el cirujano cogía un bote de burundanga y salía del hospital. Al seguirle al parking ven a Daniel discutiendo con Natalia Sanz dentro de un coche y, aunque temen que vaya a hacer daño a la enfermera, tanto Víctor como Alain deciden no entrar en acción con la esperanza de que Vidal logre llegar a tiempo. Para su fortuna, el inspector hace acto de presencia en escena y detiene a Daniel Legarra.
Ya en comisaría, interrogan a Daniel por la sustracción de la burundanga y, obviamente, el cirujano niega que él sea el responsable de los crímenes. Sin embargo, un ticket de una cafetería desvela que Daniel no estaba cerca del lugar cuando rescataron a Sara, por lo que no pudo ser él la persona que huyó de la cementera y que Víctor no pudo atrapar. Además, por el pedido en la cafetería, sospechan que Daniel estaba acompañado y tienen que averiguar de quién se trata. Por su parte, en los calabozos, Ginés amenaza con contar todo lo que sabe si no le ayudan a salir de la cárcel. ¿Qué secretos esconde el celador? Si puede que sepa quién es el culpable, ¿por qué no le obligan a que cuente lo que sabe?
Dispuesta a averiguar con quién estaba Daniel el día que encontraron a Sara, la comisaria se desplaza hasta la cafetería y una de las camareras le confirma que el doctor Legarra ha estado más de una vez allí y con la compañía de la doctora Sanchís, trabajadora de un hospital cercano al lugar. La médico especialista en neurocirugía le explica que Daniel necesita de la burundanga porque padece Parkinson y esta sustancia le ayuda a mantenerse calmado, pero no podía contar nada porque su carrera terminaría. Tras esta averiguación, vuelven a estar como antes, Daniel Legarra no es culpable.
El culpable siempre deja rastro
Por su parte, la madre de Isabel comienza a inquietarse porque no sabe nada de Enrique, no contesta sus llamadas telefónicas y no ha ido a casa a ver a su hijo. No obstante, la mujer tiene que seguir encargándose de su nieto y, cuando salen al parque, el forense aprovecha para entrar en la casa y hacer la maleta de Enrique con el objetivo de simular que se ha marchado. Tras recibir un mensaje, su suegra acude a la comisaría y le enseña al comisario el texto en el que, supuestamente, Enrique explica que se marcha porque no puede más. Aunque Casas cree que es normal, la mujer no se explica que su yerno abandone a su hijo sin ninguna explicación.
Desesperado porque su mujer sigue en estado de coma, Gorka continúa atento con la esperanza de que Sara despierte y se recupere. En uno de sus momentos de descanso, el anestesista tiene una pesadilla en la que su mujer ha fallecido y cuando él entra en el quirófano para verla, Sara se levanta y le pregunta por qué no le ha salvado. ¿Qué sabe Gorka y por qué no dice nada a la policía? ¿De verdad es inocente Daniel o todavía esconde algo más que está relacionado con Gorka y Sara?
Al final de la jornada, el comisario recibe una llamada desde el móvil de Víctor, pero no contesta nadie al otro lado, aunque logra escuchar de fondo la voz del propio Víctor. Sea quién sea la persona que tiene el teléfono está en esos momentos con el policía. Acto seguido vemos que Belén es quien tiene el móvil, ¿qué ha logrado averiguar sobre Víctor? ¿Por qué cogió el teléfono? ¿Acaso Víctor le desveló algo por culpa de la desorientación provocada por la burundanga?
Ajeno a todo, Víctor acepta la invitación de Belén de llevarle a casa. A medio camino, en medio de la nada, Belén detiene el vehículo y le pregunta a Víctor quién es, quiere saber su nombre y qué hace en el hospital si no es enfermero. La doctora ha realizado una serie de indagaciones y ha logrado averiguar que Víctor es un infiltrado de la policía. Sin tiempo para dar una explicación llegan varios coches patrulla que han seguido la señal del móvil de Víctor y detienen a Belén.
Desde la sala de interrogatorios Belén pide al comisario Casas que le explique por qué Víctor está infiltrado en el hospital, sabe que es policía, quiere que le cuenten todo y que le dejen participar en la investigación. El comisario no se fía y le explica que, a partir de ahora, se va a tomar unas vacaciones para no interferir en la operación policial, a lo que la doctora amenaza con contar la verdad a la prensa, ¿cederá Casas y le permitirá ayudar? Al mismo tiempo, en el crematorio recogen los restos del horno, unas prótesis que pertenecen a Enrique. ¿Lograrán averiguar que Miguel asesinó a Enrique?
Última actualización: 03/02/2016