Tras diez capítulos llegamos al final de Bajo Sospecha. La ficción de Bambú Producciones para Antena 3, protagonizada por Yon González, despide su segunda temporada con 2.566.000 espectadores y un share de 14,9%. Respecto a su primera temporada, la serie desciende en seguidores, puede que los capítulos centrales perdieran interés en ciertos momentos, pero, finalmente, los guionistas supieron remontar el vuelo con los episodios finales.
En el décimo y último capítulo de la segunda temporada de Bajo Sospecha titulado “La confesión”, por fin descubriremos toda la verdad sobre los misterios que rodean al hospital Montalbán. La identidad del culpable saldrá a la luz con la historia de lo que realmente sucedió con Catherine. ¿Quién fue el asesino de Isabel Freire? ¿Quién mató a Belén Yagüe? ¿Es Gorka el único responsable? Todas estas incógnitas se desvelan en este episodio final. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoiler!!
Gorka, un asesino confeso
Comenzamos el último capítulo justo por donde lo dejamos la semana pasada, con Gorka siendo detenido por la policía y Lidia vengando la muerte de su hijo Rafi inyectándole a Gorka una sustancia que le hacía caer al suelo. Sin perder tiempo, Alain y Víctor intentan salvarle la vida ya que es la única persona que tiene todas las claves y sabe dónde se encuentra Catherine.
Gracias a la insistencia de Víctor, Lidia confiesa qué le ha inyectado a Gorka y logran remitir los efectos de la sustancia consiguiendo que Gorka recupere el sentido. Una vez estabilizado, la policía traslada a comisaría al anestesista, donde descubre, por culpa de un inocente comentario de un compañero de la academia de Víctor, que el enfermero es en realidad y agente infiltrado. Con su identidad descubierta, Víctor se lanza a interrogar a Gorka dispuesto a averiguar la verdad de una vez por todas.
Bajo la mirada de la comisaria Sophie y Vidal y con la cámara grabando, Víctor consigue que Gorka confiese que él asesinó a Isabel y a Belén y secuestró a su mujer, con ayuda de un drogadicto, para construirse una coartada que le alejara de cualquier vinculación con el asesino del hospital. Además, explica que todo surgió porque él y Daniel Legarra realizaban operaciones a escondidas de la dirección del hospital para ganar un dinero extra e Isabel y Catherine les descubrieron y tuvieron que ir a por ellas antes de que confesaran la verdad.
Por otro lado, Sara Guzmán se presenta en comisaría para dar su versión sobre los hechos. Según la psicóloga, ella desconocía las intenciones de su marido y no tiene ningún indicio de dónde puede estar Catherine. Asimismo, Sara tiene la prueba de que en el momento en el que mataron a Belén estaba pasando consulta a un paciente, además, ella misma fue víctima del asesino. En un encuentro con su marido mientras le llevan a los calabozos, le reprocha todo lo que ha hecho y Gorka le pide perdón por haberle fallado.
La verdad de lo que sucedió con Catherine
El caso parece resuelto pero Víctor no termina de creer que la historia sea verdad y sospecha que Catherine todavía sigue viva y atrapada en algún lugar. Esta convencido de que Gorka es responsable pero no le convence la explicación. Cansado, Víctor se presenta en la celda y apunta con una pistola a Gorka para que confiese, momento en el que el anestesista se viene abajo por no poder aguantar la presión y decide contar toda la verdad, donde Nelson Diop es el detonante de todo lo que sucedió.
La historia se remonta tiempo atrás, cuando Catherine pidió el favor de operar a un amigo suyo, Nelson Diop, que no podía costearse la intervención y estaba a punto de morir. Daniel, Isabel, Gorka y Natalia participaron en la operación por voluntad propia, por salvar una vida más, sin embargo, la falta de pruebas previas hizo que todo saliera mal y el paciente falleciera en mesa de operaciones. Como estaban realizando la intervención a escondidas, decidieron deshacerse del cuerpo y hacer como si nada de eso hubiera pasado.
El problema empezó cuando Catherine e Isabel no pudieron soportar más el peso de la consciencia y amenazaron con contar la verdad. La francesa desapareció por miedo y, con la intención de darles un susto, Gorka secuestró a Isabel, pero el asunto se le fue de las manos y la enfermera falleció. Después vino el asesinato de Isabel y el de Catherine, ya que Gorka insiste en que la doctora francesa está muerta pero no piensa decir el paradero del cuerpo. Víctor entra en cólera y está a punto de matarlo cuando otros policías intervienen, momento que Gorka aprovecha para coger una pistola y suicidarse.
Aunque no tienen una confesión válida, ahora saben que Daniel y Natalia también están en el ajo y que, además, Adela conocía la verdad. Con el objetivo de que caigan en una trampa, Alaín se presenta ante la directora para presentarle su renuncia ya que se ha enterado de todo lo que sucedía en el hospital porque Gorka ha confesado. En una reunión extraoficial con Daniel y Natalia, Adela cuenta la verdad, confesión que es grabada por un micrófono oculto en los papeles que Alaín le entregó. La policía aparece en escena y detiene a todos, clausurando así el hospital Montalbán.
Sara Guzmán, de víctima a verdugo
Ya han logrado detener a los culpables pero siguen sin encontrar a Catherine. Gorka se ha suicidado antes de confesar dónde está la joven pero Víctor y Alaín logran descubrir que Sara Guzmán les ha mentido. El día que asesinaron a Belén, la psicóloga estaba pasando consulta a un paciente fallecido días antes y que fue el drogadicto que ayudó a Gorka en el secuestro de la propia Sara. Atando cabos rápidamente, se dan cuenta de que Sara Guzmán es la cómplice de Gorka y que la pareja ha sido la responsable de todas las muertes.
Localizado el coche de Sara, descubren que la psicóloga está en la vieja cementera en la que estuvo secuestrada. Sin perder más tiempo, Víctor y Alain acuden al lugar, donde encuentran a Sara a punto de asesinar a Catherine para que la doctora francesa no contara la verdad. Una vez en comisaría, Sara no tiene más remedio que contar la verdad cuando le muestran las fotografías de Gorka muerto. Ahora ya no tiene nada que perder porque lo que más quería en este mundo se ha quitado la vida.
Sin ninguna esperanza, Sara relata la auténtica verdad. Aunque ella no participó en la operación de Nelson, descubrió a su marido nervioso tras haber asesinado a Isabel. Ella no dudó ni un momento en ayudarle a simular que la enfermera había sido violada y fingieron la escena del crimen. Además, para alejar cualquier sospecha de Gorka, ella misma planeó su propio secuestro, se inyectó la droga, ayudó a conseguir que el drogadicto condujera la ambulancia y falsificó la firma para que Ginés le trasladara.
Pero como ya sabemos, la situación se descontroló cuando Sara casi muere, esto sucedió porque sufrió un mareo por culpa de la mediación y cayó quedando inconsciente y al borde de la muerte. No obstante, logró recuperarse y la jugada les salió perfecta, ya que nadie sospecharía de ninguno de los dos, ¿quién iba a imaginar que alguien iba a poner su vida en peligro? ¿Quién iba a pensar que Gorka podría matar a su mujer después de mostrar tanta preocupación por su estado?
Después vino la llamada que Catherine hizo a Belén y que Daniel descubrió. Como no podían permitir que la francesa desvelara la verdad, Sara y Gorka siguieron a Belén hasta el apartamento donde estaba Rafí. Allí, secuestraron a Catherine y Sara fue la que asesinó a Belén, un suceso que no entraba en sus planes pero que no tuvieron otra opción para salir del paso. Sin embargo, como ya sabemos, la policía logró inculpar a Gorka y ya descubrieron toda la verdad.
Conclusiones
Esta temporada de Bajo Sospecha comenzaba con las expectativas muy altas tras la genial primera temporada. Un nuevo caso, totalmente ajeno al anterior, pero con el mismo equipo policial encabezado por el comisario Casas y con Víctor y Vidal en el equipo, daba comienzo para hacernos partícipes de la investigación policial. Además, se unían a ellos nuevos personajes, la comisaria Sophie Leduc y el policía Alaín, agentes franceses dispuestos a ayudar pero sin ponerle las cosas fáciles a los españoles.
La desaparición de una joven doctora y el asesinato de una enfermera de un mismo hospital daban pie a una trama llena de misterio, que hacían que Víctor tuviera que infiltrarse en el centro médico bajo la identidad de un falso enfermero en prácticas. Más muertes, secuestros y la incapacidad de encontrar a Catherine provocaban la desesperación de la policía y de los espectadores, que cada vez teníamos más dudas de quién era el culpable y el origen de todo.
Cierto es que, en esta ocasión, el círculo era mucho más estrecho y que el responsable tenía que estar entre el equipo médico del hospital, sin embargo, hasta los últimos capítulos nada hacía sospechar sobre la verdadera historia. Quizá puede que la solución haya sido un tanto enrevesada y precipitada o que hayan dejado de lado a personajes muy interesantes como el de Adela, pero los guionistas han conseguido mantenernos atentos a la pantalla hasta el último momento.
Última actualización: 18/03/2016