Nocturna, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, acaba de celebrar su séptima edición entre el 22 y el 26 de octubre, ofreciendo al público de la capital la ocasión de ver en primicia una selección de algunos de los títulos independientes más destacados del género, así como un repaso a la filmografía del director Alex Proyas, galardonado este año con el premio especial del certamen, y un homenaje, podríamos decir que inevitable, al maestro Narciso Ibáñez Serrador. De hecho, su hijo, Alejandro Ibáñez, fue el encargado de abrir el festival con Urubu, una producción de aspecto televisivo que a medida que avanza el metraje va convirtiéndose en un poco afortunado remake de la obra maestra de papá Chicho, Quién puede matar a un niño.
SIETE RECOMENDACIONES DE CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR DE NOCTURNA 2019
Proyas, que llevó a cabo sus títulos más celebres en los años 90, El cuervo y Dark City, manifestó en la charla que dio al público tras la lectura de los premios su pesimismo por la situación del cine en la actualidad, a la que considera insostenible a largo plazo por la escasa calidad de los productos de Hollywood. Todo el riesgo y la creatividad, según él, se limitan al cine independiente, llevado a cabo en condiciones que no dudó en calificar de explotación.
Una reflexión lúcida que no empaña la brillantez de algunos de los trabajos en el festival pero que nos recuerda que todos los nuevos talentos de los que disfrutamos necesitan una industria que los financie y apueste por ellos para tener continuidad.
Repasamos a continuación las películas más destacadas vistas en Nocturna:
Amigo (Óscar Martín, España)
La estrella indiscutible del certamen, merecida ganadora de los premios de mejor película, director y actor, ha sido la opera prima de Óscar Martín, una pequeña producción que cuenta la historia claustrofóbica de dependencia entre la víctima de un accidente que le ha dejado severas secuelas físicas y su cuidador.
No ha habido ápice de chauvinismo en la decisión del jurado puesto que Amigo, que ya había llamado la atención en la sección a concurso de Sitges, ha sido sin duda la mejor película vista en Nocturna. Por lograr una atmósfera inquietante sin recurrir a trucos fáciles, por una narración genuinamente cinematográfica, basada en lo visual y en la ambigüedad, depurada y minimalista, y, como no, por el sensacional trabajo de los dos actores. Tal vez lo más adecuado habría sido un premio de interpretación compartido por ambos, pero de escoger a uno solo, pese a la meritoria construcción de su personaje a través del físico y la mirada de Javier Botet, quien realmente lleva el peso de la película es David Pareja. Ojalá este espléndido trabajo suponga un antes y un después en la trayectoria de ambos protagonistas y del director.
Koko-di, koko-da (Johannes Nyholm, Suecia)
Mención especial del jurado por su guión, probablemente la película no más redonda pero sí más arriesgada, experimental, creativa y menos convencional del festival habría merecido un mayor reconocimiento. Su extraño título (que quiere decir quiquiriquí, el canto del gallo, en sueco) ilustra el juego entre la iconografía infantil y la perversidad de una historia con una estructura narrativa que transgrede las convenciones ofreciendo en bucle varias versiones de la misma escena. Una película que no despertará unanimidad, sino filias, fobias y debate, algo sin duda enriquecedor para el género. Esperemos que consiga hueco en la cartelera.
Vivarium (Lorcan Finnegan, USA)
Una buena elección para la clausura del festival por el talento de su director para crear un universo plástico propio que consigue imponerse a las debilidades de un guión que propone una idea de partida muy atractiva pero que se agota a mitad del metraje. Tal vez la historia, que tiene una estructura circular y un concepto muy sólidos, se habría contado mejor en un formato de cortometraje, lo cual no quita que parezca recomendable seguir la pista a Finnegan en el futuro.
Finale (Soren Juul Petersen, Dinamarca)
Escandinavia ha tenido una presencia relevante este año en Nocturna. Aunque para nada tan atrevida ni tan personal como Koko-di, koko-da, Finale también es ambiciosa y, a través de una estructura en flash-forwards con varios giros de guión, da vidilla, además de un pequeño toque feminista, a una narración que da vueltas a lugares comunes del terror, como las chicas en un escenario aislado en un turno de noche o las snuff movies, consiguiendo que lo convencional lo parezca algo menos y convirtiéndose en la mejor propuesta del festival para los amantes del terror puro y duro.
Little Monsters (Abe Forsythe, Australia)
El encanto de Lupita Nyong’o, irreprochable aunque también intrascendente premio a la mejor actriz de Nocturna, es la principal baza que sostiene una comedia que mezcla zombies con niños de educación infantil. Tiene un arranque vibrante y muy divertido, pero el guión, pese a haber ganado inexplicablemente el premio del jurado en esta categoría, se agota a la mitad, reduce la presencia de zombies a un decorado y se va sumergiendo en la ñoñería y la moralina familiar made in Hollywood. El director y guionista, Abe Forsythe, puede tener un buen futuro en la comedia romántica pero el terror le resulta ajeno.
Body at Brighton Rock (Roxanne Benjamin, USA)
Despachamos ya más rápidamente otras dos películas algo menos relevantes pero que gustarán a las aficionados del género: la primera, Body at Brighton Rock, se disfruta por su absoluta falta de pretensiones. No hay pizca de originalidad en ella pero sí juega muy bien sus bazas: la novata perdida en el bosque, el cadáver misterioso, el oso que merodea el lugar, un posible asesino … Una delicia para fans del terror psicológico que no busquen complicarse la vida.
Il signor diavolo (Pupi Avati, Italia)
Y acabamos el repaso de las mejores películas fantásticas y de terror vistas en Nocturna 2019 con el último trabajo de un director clásico del giallo, aunque también ha hecho incursiones en otros muchos géneros. Pupi Avati ha adaptado su propia novela, en la que introduce aspectos de terror en una investigación policiaca tradicional narrada en flash-backs. Un título que podemos considerar académico y a la vieja usanza, propio de un veterano.
Última actualización: 29/01/2020