American Horror Story: Hotel Capítulo 4 Análisis: “Devil’s Night”

Historia de una asistenta

En este episodio descubrimos un poco más del pasado de Hazel Evers, la misteriosa asistenta del hotel que ayudaba al señor March con sus asesinatos y que, precisamente, murió por serle fiel. Varias décadas atrás, en el día de Halloween, Hazel perdió a su pequeño. La mujer le cuenta la historia al detective y cómo la policía buscó durante 10 días en la ciudad pero sin ningún resultado porque a su hijo se lo habían llevado a un rancho.

Hazel sigue culpándose de lo sucedido aunque el detective intenta consolarle diciendo que por lo menos sabe lo que le pasó a su hijo, cosa que él no puede decir de Holden, sin embargo, lo único que supo es que el psicópata que lo raptó descompuso los cuerpos en cal viva y tiró los huesos en una fosa, pero en realidad nunca supo si fue cierto ya que no pudo ver el cuerpo. 

Gracias al archivo policial John descubre que los asesinatos de los niños de la historia contada por Hazel ocurrieron a principio del siglo XX, por lo que no puede ser verdad que la asistenta siga viva y tan joven, pero las imágenes le demuestran que se trata de la misma mujer. ¿Cómo es posible que continúe con vida y con el mismo aspecto que por entonces? 

Sangre por sangre

La pequeña Lily llama a su padre para comunicarle que prefiere pasar tiempo con su abuela en lugar de salir a disfrutar de Halloween con él, con el divorcio de sus padres y la marcha de John de la casa, las cosas han cambiado mucho y se han puesto un poco raras, tanto que, de repente, en la habitación de John comienza a gotear sangre del techo.

Mientras tanto, Alex, que encontró a su hijo en el hotel, se lleva a Holden de regreso a casa, el chico está más frío de lo habitual y tiene sed, pero cuando Alex regresa con unos zumos se encuentra al pequeño mordiendo al perro y bebiéndose su sangre. Por petición de Holden, su madre le lleva de vuelta al hotel, donde la Condesa está dispuesta a darle respuestas sobre la nueva identidad de su hijo.

Ante la mirada atenta y desconfiada de Alex, la Condesa le explica tranquilamente que Holden ha contraído un virus que le permite vivir eternamente. Ella fue la responsable de su desaparición años atrás pero lo hizo por el bien del chico, para evitarle la indiferencia de sus padres. Sabiendo que Alex no va a poder vivir sin su hijo ahora que sabe que sigue vivo, la Condesa le ofrece unirse a ellos. Aunque en un principio se niega y dice que va a acudir a la policía, finalmente Alex se deja convertir.

La noche del diablo

31 de octubre, noche de Halloween y todo un evento para el Hotel Cortez. Numerosos ilustres invitados del señor March se hospedan en este día, entre otros, destaca Ricky, un hombre con aires de superioridad que parece sacado de una convención de moteros. Para estos invitados, March tiene preparada una gran sorpresa: los mejores huéspedes para que jueguen con ellos. 

Poco a poco vamos conociendo a los amigos de March, pero Lowe también se topa con ellos y, en primer lugar, conoce a una mujer que se asemeja a una asesina en serie pero John está convencido de que es imposible que sea ella porque fue ejecutada. Entre copa y copa, la mujer le convence para ir a la habitación, donde lo golpea y esposa aunque el detective logra escapar.

Cuando John baja a recepción para avisar a la policía para que se lleven a la asesina, descubre que ha sido invitado por el señor March a su cena especial. Sin embargo, nosotros sabemos que todos los invitados son muertos, pero si solo van fantasmas, ¿por qué John también puede ir? ¿Acaso es un fantasma más? 

Sin pensarlo dos veces, Lowe se presenta en la habitación de March, donde se encuentra con varios asesinos más que, supuestamente, ya fallecieron. Durante la cena, March les ofrece a sus invitados dos personas para que se desahoguen asesinándolos. John está aturdido por la bebida y no puede evitar que maten a los dos hombres. Cuando reacciona se encuentra con Sally y, según ella, todo ha sido una alucinación aunque John está seguro de haber asistido a la cena.