Por segunda semana consecutiva, la nueva temporada de Gotham nos demuestra lo mismo: ha dado el salto. Todas aquellas críticas en cuanto a lentitud y desvarío que podían achacarse a los inicios de cualquier serie han quedado atrás. Y una vez dejamos eso a un lado, la ficción nos desvela su verdadera naturaleza, impredecible y absolutamente loca.
Porque si el capítulo anterior empezábamos con malas nuevas acerca de la no aparición de Fish Mooney en esta temporada (yo sigo teniendo fe y esperanza en que puede retornar en un futuro), en esta ocasión otro personaje se da de baja, de una manera tan fugaz como sorprendente. ¡Alerta spoiler!
MANIAX!
¿Os acordáis de un loco Pingüino asegurándole a Jim que se acercaba una guerra? Pues bien, esta temporada se acercan monstruos. Theo Galavan ha secuestrado al alcalde, al que le asegura que unos monstruos se apoderarán de la ciudad y será él quien maneje el asunto en su nombre, por medio de su secretaria. Y el alcalde accede, por supuesto, no le queda otra.
¿Y quiénes son esos monstruos? Los suyos. Se dan a conocer de una manera la mar de original: tirando a gente desde una azotea con sus letras en el cuerpo. Los cuerpos sin vida que yacen en la calle, en camisas de fuerza, rezan la palabra “MANIAX!” (la exclamación es porque les sobraba uno).
Comandados por Jerome, me han hecho caso y todos llevan unos fantásticos trajes a juego de estilo Arkham con el que tratan de prender fuego a un autobús de animadoras. No lo consiguen porque aparece Gordon y, aunque consigue capturar a uno de ellos, ya está Tabitha con su rifle de francotirador por las azoteas para evitar que pueda decir ni una palabra.
Cómo está el servicio
Ajeno a los nuevos malvados que acechan las calles y, como en otra ciudad distinta, Bruce trata de encender el ordenador que encontró en la cueva secreta de su padre. El problema es que Alfred está preocupado: todo apunta a que a los Wayne les mataron por las averiguaciones de su padre, y no puede dejar que lo mismo le pase a Bruce. Por eso, agarra un mazo y destruye el ordenador, dejando al joven en shock frente a sus ojos.
Harto de que se involucre en sus asuntos de conocer la verdad y toda la pesca, Bruce decide despedir a Alfred. Porque recordemos que el señor es su mayordomo (y protector, y única “familia”). Pero eso le da igual. Le despide, y Alfred se marcha, supongo que pensando en dónde empezar una nueva vida con su edad ya y con lo mal que está todo.
No os preocupéis, porque son 10 minutos los que tarda Bruce en dar con Alfred y contratarle de nuevo. Supongo que iría a prepararse la merienda y se dio cuenta de que tendría que ser él el que bajase a por el sándwich y entró en pánico. Quedan en que arreglarán el ordenador, pero solo si Bruce se compromete a prepararse para lo que pueda tener dentro.
Y Alfred no tarda nada en ponerse manos a la obra. Para ello se encuentra en un bar con Lucius Fox, al que básicamente le pide ayuda y le comenta que de traicionarles se considere hombre muerto. Lucius es el personaje de Morgan Freeman en las películas de Batman, claro que aquí es mucho más joven, para adecuarlo un poco al tiempo de la historia, supongo. Sea como sea, el señor entra hasta la cueva de la mansión y le vemos ayudando a Bruce con el ordenador. ¿Es de fiar este Lucius Fox?
El golpe
En comisaría, Jim ha ascendido de puesto y es la nueva Essen, mientras que la propia Essen se ha convertido en Commissioner. Pero les falta alguien muy importante allí para un caso tan difícil: Bullock. El hombre resulta que ahora se va a casar y Gordon va a hacerle una visita. Deja claro que tiene una vida y que no va a volver. Algo disgustado, Gordon vuelve a su puesto, donde recibe una llamada de teléfono muy muy perturbadora.
Se trata de Bárbara, y le llama desde la propia comisaría. Por supuesto, Jim va detrás de ella hasta un callejón contiguo, donde uno de los Maniax le pega una paliza que le quita toda la gracia y le deja allí tirado. Pero la escena es todo un señuelo: lo verdaderamente importante está ocurriendo en la propia comisaría.
El resto de los Maniax entran disfrazados de policías al lugar y, al grito de Jerome, matan a todo el mundo. Sí, a todos los policías. Ya no quedan policías en Gotham. ¿Os acordáis que esto ya pasó con la mafia? Pues otra vez, el lugar más inseguro de la ciudad parece ser ese. Solo se salvan los importantes: Nygma recibe una bala en el brazo al salvar a su amada Kringle y Leslie consigue esconderse en la sala de autopsias.
No tiene tanta suerte la propia Essen, y es que el nuevo puesto le dura más bien poco: consigue hacer sangrar de un cabezazo a Jerome, lo que le hace enfadar (mirad si se enfada que mata a uno de los Maniax, de los suyos). La muerte de la Commissioner es trágica, sin duda. Era un personaje que me gustaba y al que le veía algún tipo más de recorrido, pero bueno.
El capítulo cierra con la vuelta de Bullock, asegurando que el que es policía es policía y le necesitan. Y tanto, puede que solo queden ellos dos solos en toda la ciudad.
Opinión
Tremendo episodio del que voy a resaltar algunas cosas que me parecen reseñables:
- Creo que todos intuíamos que Jim llegaría alto en la policía. Pero claro, nunca que fuese a ser tan rápidamente. En tan solo dos capítulos parece el único candidato al puesto. ¿Será Gordon el nuevo Commissioner?
- Galavan quiere, ha querido y va a querer a Barbara por su pasado con Jim. Le utiliza para sacarle de comisaría en el asalto de los Maniax y auguro que tendrá nuevos planes para ella. Se rumorea fuerte por la red que puede convertirse en la Harley Quinn del universo Batman. ¿Qué os parece?
- FUN FACT: Hemos empezado el episodio con cinco Maniax y ya solo quedan tres.
- Capítulo sin Pingüino. Ahora que Oswald podía ser dueño y señor de Gotham le salen estos locos. ¿Cómo actuará el mafioso ante esta intromisión en sus planes malvados?
- Me ha parecido leer en internet que Morena Baccarin (Leslie) está saliendo con Ben McKenzie (Jim). Y que está embarazada. ¿NO ES MARAVILLOSO? Ojalá le pongan Bruce.
Puntuación: 8
Última actualización: 29/09/2015