Mucha atención porque estamos frente a uno de los mejores episodios de Gotham de la temporada. Y no es que pasen muchas cosas en sí, sino que todo lo que pasa tiene un significado más que relevante. Así que atentos y, si hace falta, repasen lo que ocurrió en la serie la semana pasada; sobre todo el final, pues este capítulo continúa en el punto donde nos dejó el anterior. ¡Alerta spoiler!
Zombises
Y el capítulo anterior nos dejó con el doctor Crane en busca y captura. Y parece que no pierde el tiempo, pues este episodio comienza con una nueva víctima. Un señor mayor se encuentra en su casa tan tranquilo cuando escucha un ruido extraño. Y lo normal cuando pasa eso es saludar, al aire, por si el intruso es algo obtuso y se le ocurriese contestar. Dos zombises no tardan en sorprenderle en pleno salón.
Más tarde Gordon, Harvey y el señor del principio, muerto y sin glándulas como el resto de víctimas de Crane, comparten escena. Y, además, por fin nos enteramos para qué quiere esas glándulas, pues la serie nos muestra al señor Crane licuándolas e inyectándoselas en una escena en la que no he mirado mucho. En plena flipada hormonal ve bajar por unas escaleras a una señora en llamas que le pide ayuda.
Encuentran una pista consistente sobre Crane y se dirigen al instituto donde trabaja. La directora les asegura que es un buen profesor pero que quedó algo tocado tras la muerte de su esposa, en un accidente de coche. Allí se enteran de que el doctor tiene una teoría muy loca sobre el miedo, al que considera una tara evolutiva y que resulta que, lo que está intentando, es corregirla. Para ello no duda en inyectarse “el miedo” de sus víctimas.
Espantapájaros
Bullock empieza a investigar la muerte de la esposa de Crane y se da cuenta de que murió en un incendio y no es un accidente. Crane estaba en la casa pero el miedo al fuego le impidió salvar a su mujer; ahora se avergüenza y por eso quiere curar el miedo. Crane ya ha probado su propia medicina y asegura que funciona, así que ahora le toca a su hijo, que no para de gritar.
Jim y Bullock llegan a la casa justo en el momento en el que su padre está inyectando la sustancia a Jonathan Crane, a escasos metros de un terrorífico espantapájaros. Los policías disparan a Crane padre, que cae muerto y en seguida llaman a una ambulancia para Jonathan, que no para de convulsionar en el suelo. El médico es claro, la dosis de sustancias es tan grande que puede que no se recupere nunca y viva siempre en una extrema situación de terror. Y a lo que Jonathan teme es a los espantapájaros.
¿Quién empieza?
Me gusta saber, lo admito, que Fish Mooney sigue viva. Porque el último medio minuto de la semana pasada fue bastante WTF. Unos piratas interrumpían su “retirada” de Gotham y ahora ha despertado en una especie de cárcel rodeada de desconocidos luchando. Se le acercan dos hombres y un señor amable (llamado Kelly) le cuenta que a las recién llegadas les espera siempre una terrible bienvenida. Ella es bastante clara: “El primero que se atreva a tocarme morirá deprisa, y el segundo lo hará despacio. ¿Quién empieza?” Por eso la amo.
Cuando llega la hora de desayunar (una bandeja en el suelo que sus captores dejan tirada), Kelly la detiene. El primero en desayunar siempre es el jefe, llamado Mace. Mooney no tarda en acercarse a él y preguntarle por qué es el jefe del cotarro. Mace es claro, tiene en su poder el único puñal del lugar, así que es quien manda. Fish quiere hacer un trato con Mace: si él la protege, ella puede que tenga algunas habilidades que le sean de interés. Habilidades de todo tipo.
Más tarde Fish vuelve a visitar a Mace, a flirtear con él. Le pregunta si tiene un trato, parece que sí pero cuando Mace parece bajar la guardia Mooney le clava su propio cuchillo en el cuello. Es la AMA. Levanta en puñal y grita a los cuatro vientos que ella está al cargo ahora. Se da cuenta de que allí, sea lo que sea, no ha habido un orden, una jerarquía, y eso ahora va a cambiar. Sin embargo, su discurso es interrumpido cuando echan allí a una nueva prisionera a la que han quitado los ojos.
Love is not in the air
Mucho mejor es la situación personal de Jim, que acaba de terminar su tercera cita con la doctora Lee. El hombre deja caer, muy poco sutilmente, que todavía no ha subido a su casa. Efectivamente, quiere meneo. Pero Lee tiene una sorpresa y es que el día siguiente tiene que madrugar porque comienza a trabajar en un nuevo sitio: en comisaría. Claro, la cara de Jim es un poco epopeya griega, pero él le dio la idea y ahora se tiene que aguantar.
Lo primero que hace cuando la ve aparecer por allí es pretender que solo se conocen de trabajar en Arkham, lo que parece no sentar muy bien a la mujer. A él no le parece “profesional”, aunque le sigue el juego; mantendrán su relación de puertas para fuera.
Terraplén
Gotham vuelve a cambiar de ángulo y se centra entonces en su protagonista, supuestamente, Bruce Wayne. Tiene que hacer frente a una tradición que llevaba a cabo siempre con su padre, solo que esta vez él no está: se trata de una caminata por el bosque hasta un punto en el que se quedaban toda la noche juntos para ver amanecer. Alfred se ofrece a acompañarle pero el joven Wayne sabe que es algo que debe de hacer solo, aunque pretende volver antes de que oscurezca.
En su camino vemos como coge una piedra y, después, retrocede y coge otra. Aunque en un principio parezca que sea para protegerse de algún peligro, en realidad formaba parte de la tradición y más tarde las deposita en otro montículo. Siempre han viajado dos piedras y, aunque su padre ya no le acompaña, decide coger dos. Cuando encuentra la siguiente pila de piedras, enfadado, la echa abajo.
Algo más calmado, se reincorpora y al iniciar de nuevo la marcha cae por un terraplén. Se ha torcido el tobillo y ahora tiene que volver a escalar todo el recorrido de vuelta. Anochece y las cosas no pintan muy bien.
Después de un largo esfuerzo por volver al punto donde estaba, al llegar a la cima se encuentra a Alfred, que llevaba allí como una hora esperándole al borde del fuego. Sabía que había caído y sabía que no debía de ayudarle. Terminan allí los dos, viendo amanecer, como el joven solía hacer con su padre.
Oswald’s
Uno de los personajes más queridos es Pingüino, y la última vez que supimos de él las cosas no le iban muy bien: acababa de escapar de morir a manos de Maroni. Su siguiente paso es obvio y busca la protección de Falcone. Pingüino le insiste en que el mafioso no parará hasta acabar con él, pero su protector parece más preocupado por el club de Fish pues quiere que Oswald se lo quede. Se lo ha ganado y por fin podrá dejar de fingir y formar parte de “la familia”. Él se encargará de Maroni.
Lo que pasa ahora me inquieta. Falcone y Maroni se reúnen, se van de paseo como si nada y aseguran que son amigos. Pero Maroni le advierte a su rival que un paseo y una merendola no le quitarán las ganas de matar a Oswald. Un Pingüino que, de hecho, ha reformado completamente el club de Fish, le ha puesto su nombre y está preparando una fiesta de inauguración con invitaciones y todo. Se guarda una, la entregará en persona y ya sabemos a quién.
Así es, el destinatario es Gordon y es que hay una cosa que Pingüino le quiere decir. Eso sí, no lo encuentra y entonces sucede. La mejor escena de Gotham ever. Nygma persiguiendo a Oswald por comisaria, como el perro y el gato, el gato y el ratón. Harto, Pingüino le pregunta a Edward qué es lo que quiere, a lo que éste contesta con uno de sus acertijos. Lo que pasa es que a él no le gustan demasiado. Nygma sabe quién es, y no duda en contarle que los pingüinos macho son los que cuidan de los huevos de sus hembras. La cara de Oswald es de enmarcar.
No es cuestión de dinero
Por fin, Jim aparece, pero no quiere saber nada de Pingüino ni su fiesta. Le pide que no vuelva por allí y él le recuerda lo útil que le fue su ayuda con el asunto de Flass y no se merece que le trate así. “Es mejor caminar acompañado por la oscuridad de la noche que hacerlo solo a plena luz del día”. Aunque Oswald insiste en que se lo piense, pues puede serle de utilidad en el futuro su amistad, Jim termina lanzando la invitación a la basura.
La reunión entre Falcone y Maroni continúa. El último se pregunta por qué sigue Falcone manteniendo a Pingüino con vida, y le asegura que es porque Oswald es muy inteligente y ese tipo de gente es lo que necesita. Le ofrece dinero a cambio de la vida de Pingüino, pero Maroni lo rechaza. “No es cuestión de dinero”. Falcone, sin embargo, tiene algo mejor que ofrecer. En un cuarto, tiene a un juez enemigo declarado de Maroni siendo torturado y ahora lo pueden compartir.
El logo del Oswald’s es un paraguas abierto y me parece lo mejor del mundo. Pingüino es el jefe ahora, aunque la visita de Maroni claramente le deja pálido. El mafioso admira lo lejos que ha llegado, de traicionar a todo el mundo a regentar su propio club. Ha negociado con Falcone y todo entre ellos está olvidado, eso sí, espera que Falcone viva por mucho años, pues es el mismo tiempo que le queda a él por vivir.
Opinión
Hay muchas cosas por las que este episodio me encanta. La primera es la historia del Espantapájaros, otro malo que hemos podido ver cómo va tomando forma. La historia de Jonathan Crane es fatal y a la vez nos da una idea del porqué de su maldad y relaciona la historia con un futuro conocido, lo que nunca está de más.
Por otro lado, Fish Mooney demuestra que sabe lo que hace y nada más llegar a un sitio nuevo, sin saber si quiera por qué, ya se ha cargado al fuerte y ahora es la jefa. ¿Saldrá de allí? ¿Se convertirá en la dueña del lugar y volverá a vengarse de Falcone y Pingüino?
También es muy interesante la trama de Bruce, que parece que por fin con esta excursión parece despertar y darse cuenta de que sus padres han muerto y los culpables están ahí, en alguna parte. Se empiezan a vislumbrar los primeros indicios de un héroe en potencia, eso sí, con sus claroscuros y sus propias ideas.
Por último, tengo que referenciar la relación de respeto mutuo entre Falcone y Maroni, que aunque rivales, son perfectamente conscientes de dónde están. Falcone está seguro de que no puede proteger a Pingüino y por eso llega a un trato con Maroni. Y me hace gracia que se lleven tan bien y sean capaces de llegar a entendimiento cuando no dejan de dispararse y robarse continuamente. ¿Qué harán cuando aparezca alguna amenaza externa real?
Puntuación: 9
En el próximo episodio, el que faltaba:
Última actualización: 10/02/2015