Martin Scorsese tiene un único premio de la Academia, algo difícil de creer cuando uno escucha el nombre del director de Taxi Driver o Uno de los nuestros. Su Oscar fue con la notable Infiltrados (2006), una de sus últimas películas adrenalíticas.
El lobo de Wall Street nos devuelve a un Scorsese rejuvenecido, feroz, salvaje y con un sentido del ritmo excelso (no olvidemos que la peli dura tres horas), en uno de sus trabajos más disfrutables y potentes de su filmografía. Casi nada.
En la que será su octava nominación (Toro Salvaje, La última tentación de Cristo, Uno de los nuestros, Gangs of NY, El Aviador, Infiltrados y Hugo fueron las anteriores, además de una nominación más por el guión de La edad de la inocencia), Scorsese es mi favorito para este año gracias a una de las comedias más incorrectas y salvajes de los últimos tiempos.
Lástima que su principal problema sea precisamente ser una comedia, no olvidemos lo que gusta el drama o la gente disfrazada a los miembros de la Academia, y aquí no hay ni rastro de eso.
Buena suerte, Marty.
Última actualización: 01/03/2014