La entrega más floja de la saga. Con un Johnny Depp en horas bajas, no hay Jack Sparrow que levanta una franquicia que ya pide a gritos que la dejan morir en paz.
Jack Sparrow naufraga
El éxito de las sagas cinematográficas es todo un misterio, mientras que franquicias como ‘Fast & Furious’ o el Universo Cinematográfico de Marvel han ido en constante evolución, con propuestas que han sido siempre éxitos de taquilla, en mayor o menor medida ya que no es igual ‘Vengadores: La era de Ultrón’ que ‘Doctor Strange’. Sin embargo, están esas otras sagas que no han sabido evolucionar, aunque sus datos de taquilla les avalen para continuar lanzando entregas, como es el caso de ‘Piratas del Caribe’, puesto que ‘La venganza de Salazar’ no sólo es la propuesta más floja de toda la franquicia, sino también la que tiene la trama más dispersa.
Henry, el hijo de Will Turner, lleva tiempo deseando volver a ver a su padre, víctima de una terrible maldición en un barco fantasma, por ello decide buscar a Jack Sparrow, un antiguo amigo de su padre. Ya convertido en todo un joven mozo, Henry trabaja para la Fuerza Naval del Imperio Británico. Mientras navegan en el océano, su barco acaba accidentalmente en el misterioso Triángulo del Demonio, allí la nave es atacada por un barco desconocido, del que salen piratas de aspecto espectral. Tras asesinar a todos los tripulantes y el capitán de la marina británica, el malvado Capitán Salazar hace acto de presencia, dejando como único superviviente a Henry. Su objetivo es también encontrar a Jack Sparrow aunque con intenciones completamente diferentes.
Giros ridículos de trama y personajes secundarios innecesarios
Si la saga ‘Piratas del Caribe’ mostraba claros síntomas de desgaste con ‘En mareas misteriosas’, que pese a ello se convirtió en la segunda entrega más taquillera de la saga, con ‘La venganza de Salazar’ queda bien claro que, como franquicia, ‘Piratas del Caribe’ debería estar ya finiquitada. Porque esta quinta entrega empieza de manera interesante, cierto, pero empieza a naufragar en cuanto hace acto de presencia Jack Sparrow, un decadente Johnny Depp. No por Sparrow precisamente, sino por un guion que roza lo absurdo en demasiadas situaciones, dispersando la trama central por subtramas que son completamente innecesarias.
Es más, se puede decir tranquilamente que es su guion lo que claramente falla, al añadir personajes secundarios que ensombrecen a sus protagonistas y provocando que, finalmente, el villano de Javier Bardem se quede en un triste segundo plano, cuando justamente es uno de los mejores puntos de la cinta. En esto tienen la culpa los productores de Disney, al haber confiado la labor del guion en Jeff Nathansson, cuyos trabajos más celebrados han sido ‘Atrápame si puedes’ y ‘La terminal’ pero en su filmografía han títulos de dudosa calidad como ‘Speed 2’, ‘Hora Punta 3’ o ‘Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal’, habrá que ver qué ocurre con la versión en imagen real de ‘El rey león’, puesto que Nathasson será el que tenga el titánico desafío de que el público olvide a la cinta original de 1994.
Ni Javier Bardem logra salvar la película
Con un guion tan plano, sus personajes se convierten en caricaturas de lo que originalmente fueron como es el caso del Capitán Hector Barbossa, sus efectos visuales y el esfuerzo de Brenton Thwaites y Kaya Scodelario por darles credibilidad logran salvar los muebles, pero no lo suficiente para darle una oportunidad en cines a esta quinta entrega, cuyos resultados en taquilla están siendo mucho más bajos de lo esperado. No tiene que ser una obra maestra, cierto, pero sí ser una cinta que, al menos, ofrezca una experiencia que justifique su presencia en una sala de cine como mero divertimento comercial.
Quizás Disney deba replantearse todas sus sagas, incluso las que están funcionando a buen ritmo como Marvel o ‘Star Wars’, sobre todo porque el espectador ya no es tan condescendiente como lo pudo haber sido en un pasado, a la vista está por los resultados en taquilla, y, sobre todo, porque se demanda, cada vez más, un producto con un nivel mínimo de calidad que, tristemente, ‘Piratas del Caribe: La venganza de Salazar’ no cumple.