Con [•REC] 4: Apocalipsis no estamos ante una simple película, sino que nos situamos frente al hipotético final de una saga histórica para nuestro cine. Paco Plaza y Jaume Balagueró reinventaron el género del terror “cámara en mano” en 2007, con unos niveles de intensidad que fueron la envidia de taquillazos mundiales como “El Proyecto de la Bruja de Blair” o “Actividad Paranormal“. Siete años después de la entrega original, vuelve REC con el objetivo de demostrar que el éxito de esta saga de terror no es fruto de la casualidad.
[•REC] 4: Apocalipsis se plantea como un homenaje a los fans más fieles, más cercana a los dos primeras entregas pero sin olvidar a REC 3: Génesis, con pinceladas de humor negro y ciertos personajes divertidos (Ismael Fritschi) para aligerar la tensión que aflora en el ambiente desde el minuto uno. La acción de esta cuarta entrega traslada la infección/virus/demonios/zombis al interior de un carguero en altamar, sin escapatoria, sin comunicación, pero con muchos misterios en su interior.
Ante una situación de aparente normalidad (tempestad que precede a la calma), el apocalipsis que da título a esta secuela no tardará en eclosionar y estallar en pantalla como una bomba nuclear de hemoglobina y vísceras sin descanso. Como no podía ser menos, vuelve Manuela Velasco, en un ejercicio de fuerza e interpretación física que vuelve a robar el protagonismo de cada segundo que la tenemos en pantalla. Ángela Vidal, objeto de las mayores incógnitas en REC 4, nos demuestra su espectacular evolución, en lo que recordaremos por siempre como uno de los personajes más icónicos e inolvidables del género de terror en nuestro país.
Enfocada en sus dos primeras entregas de forma completa al terror, REC 3 cambió de tercio y apostó por la comedia para refrescar la saga y no caer en el tedio. Con [•REC] 4: Apocalipsis vemos un caso similar, conservando una base de terror pero multiplicando varios dígitos el componente de acción. Todos estos cambios, hacen pensar que el propio desgaste de la franquicia es el causante de esta perdida de rumbo y, hasta cierto punto, de su propia identidad, aportando novedades en cada entrega pero sin recuperar el factor sorpresa y de impacto que llegó y murió con la primera REC.
No faltan los guiños a entregas anteriores y a obras cumbres del género como Alien, pero la similitud más curiosa la encontramos en el mundo del videojuego, con numerosos puntos en común con “Cold Fear“. La cinematografía de [•REC] 4: Apocalipsis se nos muestra sin fisuras, transmitiéndonos la continua sensación de agobio, amenaza y claustrofobia necesarias para sumergirnos en la película y sufrir con sus protagonistas.
Con mil infectados por banda, viento en popa, a toda vela, REC 4 se desarrolla a lo largo de sus poco más de 90 minutos haciendo buen uso del frenesí y el impacto visual para combatir un desarrollo argumental errático. Escenas truculentas, sangre a mansalva, monos rabiosos, y una gigantesca Manuela Velasco, para una cuarta entrega de REC que se disfruta pero que no sorprende.
3 / 5