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¿Qué película de cine estás buscando?

Comienza una temporada de gozo y disfrute para los admiradores de este auténtico Titán del cine, Robert Redford, al cual veremos en “Capitán America 2: El soldado de Invierno”, “Cuando todo está perdido” y en el caso que nos ocupa alegría doble al tenerlo delante y detrás de las cámaras con “Pacto de Silencio”.

Todos sabemos ya del estilo Redford en la dirección, amante de la política más sórdida (“Leones por corderos”, “La conspiración”), tema al que vuelve a recurrir una vez más con una trama de caza y captura de varios miembros rebeldes y activistas, que treinta años atrás supuestamente atentaron contra el pueblo americano y sus instituciones. Redford interpreta a Jim Grant, supuesto cabecilla de esta red reivindicativa, que es padre viudo de una pequeña y que lo tendrá que dejar todo atrás para escapar del acoso del FBI.

Al más puro estilo de una de sus obras más clásicas, “Los tres días del Condor”, esta desesperada huida sólo será una escusa para profundizar en el drama personal de un hombre que busca redimirse con su propio pasado, rencontrarse a si mismo y dibujar una identidad que le permita definir de una vez por todas su vida y sus actos. En el reparto adicional, repleto de caras conocidas, vuelve a ganar la veteranía, con una Susan Sarandon o Nick Nolte que con sus cortas apariciones desdibujan a un Shia LaBeouf que se convierte en mera caricatura en su interpretación de proyecto de periodista.

Crítica Pacto de Silencio (2013)

Aunque la propuesta lo parezca, no estamos ante una nueva “Enemigo público”, nada más lejos de la realidad. Tenemos ante nosotros una historia de personas, de largos diálogos, rodada de forma clásica, sin alardes pero con pocas fisuras en lo visual. Lamentablemente esta narrativa que nos brinda dos horas de metraje, no consigue profundizar en un tema que se remite al pasado pero que se presenta de forma muy actual en nuestro presente, quedándose en la superficie y postulándose con demasiada moderación.

Este estilo clásico de rodar sólo está al alcance de la poderosa vieja guardia del cine, pero a Redford le falta transmitir también esa emoción con la que Eastwood, en su caso, redondea todas sus obras. En “Pacto de Silencio” todo pasa sin prisas, con paciencia, resultando tediosa en algunas secuencias pero con un resultado general más que aceptable para los que no gusten sólo de emociones fuertes. No es una obra maestra ni entra dentro de los mejores trabajos de Redford, pero sigue demostrando que se encuentra en plena forma, y para nosotros siempre será un placer seguir disfrutando de él en la gran pantalla si le vemos disfrutar como aquí.

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