El amor familiar puede encontrarse de las formas más curiosas posibles, esa puede ser la moraleja que se puede sacar de ‘Los insólitos peces gato’, ópera prima de la mexicana Claudia Sainte-Luce, que antes llegar a salas comerciales tuvo pase por varios festivales donde se llevó varios premios como el FIPRESCI en Toronto o Especial del Jurado en el de Gijón y en el de Locarno.
Claudia es una joven solitaria que trabaja en un supermercado promocionando salchichas. Siempre callada, con la mirada herida y ausente. Un día, en su departamento, empieza a sufrir un horrible dolor en el vientre que le hace acabar en urgencias ya que se trata de un caso agudo de apendicitis. Mientras se recupera de la operación, comparte habitación con Martha, una mujer que se encuentra recuperándose de una infección provocada por ser seropositiva. Pese a estar enferma, está llena de energía y ese optimismo también lo tiene con sus hijos. Poco a poco, la ermitaña Claudia irá tomando confianza en la vivaracha Martha e irá introduciéndose en esa particular familia.
El debut en la realización de largometrajes de la cineasta es notable y bebe del cine independiente estadounidense. Usa tonalidades pastel, sus personajes consiguen conectar fácilmente con el espectador, hay momento de road movie y está rodada con una inusual espontaneidad. Aunque, a diferencia de este tipo de producciones, la directora le da mucha personalidad, parece estar contando una experiencia propia.
Su protagonista es una muchacha solitaria, no se sabe por qué, aunque la intención no es tanto la de recrearse en el pasado sino de saber disfrutar de la vida con lo que se tiene, soñar con el propio presente. Y eso lo representa Martha, que está al borde la muerte por complicaciones del sida. Pese a ello, transmite energía y amor a sus hijos, tan dispares como complementarios. Claudia es la nueva hermana mayor, aquella que es capaz de poner algo de orden al posible caos cuando Martha no esté.
Su elenco está correcto, alejado del melodrama típico en la industria mexicana. De hecho, recuerda en su espontaneidad a otra cinta independiente del mismo país, ‘Güeros’, aunque ésta última era más arriesgada y tenía un planteamiento mucho más profundo.
‘Los insólitos peces gato’ es un debut interesante, una preparación para una carrera en ascenso. Sainte-Luce promete ser una de las nuevas figuras que empiezan a sobresalir en el cine mexicano, que está teniendo una interesante evolución. Una historia entrañable que, en las manos de esta debutante, ha conseguido llegar al alma del público sin recurrir a manidos recursos sensibleros. Una pequeña gran obra.
3 / 5
