Una película agradable y fácil de ver. Un relato clásico de amor con cierto toque de autor. Rebecca Hall y Jason Sudeikis tienen una química que el público sentirá y que es, sin duda, lo más destacable de esta amable canción de tarde en la nieve.
Una historia de amor convencional
Cuando se es un debutante en la dirección, resulta muy complicado tener una primera propuesta interesante con la que presentarse ante el mundo. Sean Mewshaw, para su ópera prima, ha optado una comedia romántica con un toque de cine independiente. Se trata de ‘La última canción’, protagonizada por Jason Sudeikis y Rebecca Hall.
Tras perder trágicamente a su marido, un cantante de folk que con su primer disco tuvo un éxito increíble, Hannah se ha encerrado en sí misma. Vive sola cerca del bosque de un agradable pueblo cerca de Massachusetts y, de vez en cuando, ve a Curtis, el bombero del pueblo con el que tiene encuentros sexuales. Todo parece tranquilo hasta que llega Andrew, un periodista de Nueva York que trabaja como profesor en la universidad y que desea escribir un libro sobre su marido, al que consideraba un músico excepcional. Aunque con dudas, Hannah aceptará para, finalmente, acabar completamente enamorada del periodista.
Jason Sudeikis brilla con una propuesta más dramática
Mewshaw coge los clásicos tópicos de comedia romántica para hablar del duelo de pareja y la curación de las heridas interiores. La cinta muestra los peligros de enclaustrarse en un pasado que no ayuda a seguir hacia delante. De hecho, ‘La última canción’, que tiene el mismo título que el azucarado filme basado en la novela homónima de Nicholas Sparks, tiene como base cierto toque de cine independiente con el que se crea una historia de amor clásica.
De hecho, ‘La última canción’ es una propuesta seria y en tono feel-good que se aleja de las propuestas actuales similares como ‘Lo mejor de mí’ o ‘El viaje más largo’ y está al nivel de cintas como ‘El secreto de Adaline’ o ‘Guiando al corazón’. Eso hace a la cinta completamente convencional dentro del género, algo que no se percibe como algo negativo gracias a su honestidad a la hora de narrar la trama.
Amable cinta para amantes del género
También tiene la virtud de contar con dos protagonistas con química, Rebecca Hall vuelve a mostrar su solvencia para este tipo de papeles como ya se vio en ‘La promesa’; Jason Sudeikis protagoniza una nueva comedia romántica tras ‘Nunca entre amigos’, aunque con un toque más maduro y serio y que demuestra que tiene mucha más madera para papeles dramáticos de lo que se ha visto hasta el momento. Mención especial para Blythe Danner y Joe Manganiello, que dan un toque que hace que la cinta esté por encima de lo que promete inicialmente.
Heredera de otros romances similares como ‘Lecciones de amor’ o ‘Les doy un año’, ‘La última canción’ es un momento agradable en una sala de cine, una película clásica que gustará a los amantes del género, aunque tiene el defecto de carecer de ambiciones artísticas. Habrá que ver si en su siguiente propuesta, Sean Mewshaw demuestra seguir por una estela independiente y propone un interesante diálogo sobre las relaciones de pareja o, por el contrario, se enquista en producciones semejantes. De momento, ha logrado crear un tema musical amable.
Tráiler español de ‘La última canción‘
