La comedia española vive en período de bonanza, no sólo porque en taquilla esté funcionando muy bien, sino porque ahora está gozando de unos comentarios por parte de la crítica muy positivos. Atrás quedan esos años en los que parecía que la comedia española estaba condenada a los tópicos. Un nuevo ejemplo es ‘La noche que mi madre mató a mi padre‘, dirigida por Inés París y que fue presentada en el Festival de Málaga.
Isabel es actriz. Sin embargo, debido a su edad no logra que sepan valorarla profesionalmente. La esperanza parece llegarle cuando Ángel, su marido y guionista de cine, invitará al actor argentino Diego Peretti para que acceda a protagonizar y coproducir la película que él y Susana, productora de la cinta y ex mujer de Ángel, están preparando. Por su edad, Ángel tampoco la ve como protagonista. En medio de la cena llegará Carlos, director de teatro y ex marido de Isabel, junto con Álex, su nueva novia. Lo que parecía que iba a ser una tranquila cena de negocios se convierte en un auténtico desmadre.
París es experta en crear comedias de situación, ya lo hizo con ‘Semen, una historia de amor‘ y ‘A mi madre le gustan las mujeres‘. Películas efectivas y de evasión con un toque entre ácido y entrañable. Ahora con ‘La noche que mi madre mató a mi padre‘ da un paso más allá combinando su mano con las sitcoms con la elegancia burguesa propias de las comedias de Billy Wilder o comedias de salón francesas como ‘El nombre‘ o ‘Un dios salvaje‘.
En ese sentido, la cineasta recoge sólo unos pocos personajes y los aísla en una casa, dándole un sugerente estilo teatral a la cinta, cosa que le ayuda puesto que enfoca las sensaciones en sus personajes y en la situación en la que se encuentran. París junta a sus protagonistas, los reúne una sala y provoca que friccionen entre ellos de la manera más surrealista posible. ¿Los motivos? Propios de la comedia francesa, algo aparentemente sin importancia (en este caso la edad de la actriz protagonista de la película) deriva una ácida crítica sobre el machismo laboral, la hipocresía que hay detrás de la buena relación de los divorciados, de los fobias y manías de la gente dedicada a la cultura, de los problemas para financiar una película.
Todo ello con un reparto coral entregado a la carcajada ácida y la cruel ironía. París arriesga y gana con una comedia inteligente en el que el reparto logra mantener en todo momento la risa y el buen humor dentro de situaciones rocambolescas. Belén Rueda es la frustración hecha mujer; Eduard Fernández el maniático guionista que sirve como autocrítica; María Pujalte, la ex mujer tranquila que oculta y gran secreto y por eso no bebe; Fele Martínez, el díscolo ex marido de Isabel y Diego Peretti, que crea una versión cómica de sí mismo. Todos ellos se combinan y logran crear una magnífica comedia de salón, en la que los cuatro consiguen brillar de manera igual. La cineasta firma su película más completa y redonda hasta el momento.
Mucho más atrevida que otras comedias del momento, ‘La noche que mi madre mató a mi padre‘ se convierte en uno de los últimos referentes de la renovación de la comedia española. Con aroma francés pero sabor puramente español, no sería de extrañar que Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte la adapten al teatro. Un divertimento inteligente, que deja mucho más poso de lo que aparenta. Maliciosamente divertida y disparatada.