¿Qué película de cine estás buscando?

Padre de familia, la faceta más conocida de Seth MacFarlane, es la que mejor sirve de presentación a la hora de acercarse a Ted, su primera película. El creador de la familia Griffin es un monstruo de mil cabezas –American Dad, The Cleveland Show, Cavalcade of cartoon comedy– que todavía no se había dejado ver en los cines, pero la espera ha merecido la pena. Y para los seguidores de la serie de televisión, que cuenta con tantos fans como detractores, es una gran noticia que parece haber contagiado de su espíritu gamberro al gran público, que ha acogido la película protagonizada por Mark Wahlberg y Mila Kunis -y un oso de peluche- con los brazos abiertos.

Ted es una especie de biografía de juguete roto -casi literal-, de estrella olvidada pero muy feliz y orgullosa de su condición. Un oso de peluche que cobra vida y pasa el tiempo fumando porros y revisando el Flash Gordon de Dino de Laurentiis mientras bebe mil cervezas con su dueño sin nada mejor que hacer. ¿Pero es que hay algo mejor?

La película comparte casi hasta la banda sonora de la serie televisiva además de, estaba clarísimo, todos y cada uno de los tics que hacen grande las desventuras de Peter Griffin: flashbacks fugaces –algunos no tanto-, humillaciones racistas, referencias culturales tróspidas y, claro, mascotas parlanchinas que llevan el peso de la trama.

Cameos desternillantes entre fiestas y karaokes en la comedia más divertida y adulta del verano con permiso de El Dictador. Una de esas pelis que llegan con cuentagotas y que son ideales para ver con colegas.

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