Durante nuestros felices días de infancia, las parejas de polis de distinto carácter y tonalidad de piel nos han acompañado en numerosos y emocionantes viajes. Hacía tiempo que nos se presentaba en carterlera una película tan pura como aquellas.
De un tiempo a esta parte, han sido muchos los diferentes títulos de acción que intentaban recorrer ese camino, el de los colegas dispares en apuros que, aún odiándose, hacen piña para derribar al enemigo común. Recientemente, Asalto al poder lo intentaba, pero como tantas otras, no terminaba de cuajar por querer abarcar más de lo que podía apretar.
Baltasar Kormákur ha sido un tío listo a la hora de adaptar el cómic de Dark Horse (ahora editado en España con motivo del estreno), escrito por Steven Grant y al que el director de Contraband añade la nota de color que no estaba presente en el original. Para que os hagáis una idea, Wahlberg iba a estar acompañado de Owen Wilson.
Lo que hace que una peli como 2 Guns funcione a las mil maravillas es el sentido de la diversión y el sano cachondeo con el que todos y cada uno de los intérpretes inundan sus roles. Además, si tenemos a unos malotes carismáticos (fantástico Paxton) custodiados por un ejército de esbirros, polvo, toros y un sentido del ritmo y de la acción puramente noventero, resulta que tenemos delante de las narices una de las mejores y más amenas propuestas de cine de acción puro y duro de los últimos años.
Una gozada a medio camino de los noventa, la Cannon y Tony Scott.