En este nuevo episodio de Sin identidad titulado “Que no encuentren a Merdeces Dantés”, mediante la ayuda de Bruno, Enrique comenzará la búsqueda de Mercedes Dantés, la mujer a la que María no quiere que encuentren. Por su parte, María y Pablo seguirán intentando amedrentar a Enrique, haciéndole creer que Curro sigue vivo y dispuesto a chantajearle. Mientras tanto, Amparo se enfrentará a Luisa, que también tendrá que lidiar con Francisco. Si quieres saber al detalle lo sucedido, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoilers!!
Después de recibir una amenaza en el capítulo anterior, Enrique opta por ingresar el dinero que le pidieron en nombre de Curro. Mientras tanto, él le enseña el vídeo de María con los 8 minutos borrados del original en el que María dice claramente “que no encuentren a María Dantes”. El objetivo de Enrique es que su hijo se ponga manos a la obra y encuentre a esa mujer.
Pensando en la seguridad de su sobrina y en mantenerla vigilada y controlada, Enrique le entrega un teléfono móvil nuevo. Su sobrina le agradece profundamente que se preocupe por ella y ponga tanto empeño en que se recupere lo antes posible. En ese mismo instante, Enrique recibe un mensaje en el que Curro supuestamente le envía unas coordenadas donde se tienen que reunir.
Por su parte, Francisco se presenta en el hospital con el propósito de que la doctora le cuente qué tal se encuentra María, ya que ni Enrique ni Luisa le permiten acercarse a su hija. Pero para su desgracia, la doctora está bajo las órdenes de Enrique y se niega a ofrecerle cualquier tipo de información relacionada con María, si quiere saber algo, no va a tener más remedio que preguntar directamente a Luisa.
Juan acude a casa de los Vergel para arreglar los papeles de la identidad de María. Ella aprovecha la situación para preguntarle si estuvieron juntos en el pasado e intenta indagar sobre la vida actual de él, aunque en realidad ya lo conoce todo pero tiene que seguir manteniendo su “amnesia”. Juan recibe una llamada con la que María aprovecha para mirar los papeles que Juan guarda en su maletín.
Tras la visita de Juan, María vuelve a disfrazarse y meterse en la piel de Mercedes Dantés para acudir a la casa y oficina de Pablo, que sigue de cerca los pasos de Enrique que ya está camino de Jaén para encontrarse con Curro. Cuando llegan a las coordenadas, Enrique y su guardaespaldas se encuentran con el cadáver de Curro tirado en la cuneta y ya en proceso de descomposición.
Justo en ese instante escuchan las sirenas de la Guarida Civil que se acerca al lugar enviados por una llamada anónima que ha alertado de un accidente de moto a esa altura de la carretera, pero Enrique y su guardaespaldas logran marcharse de allí sin ser vistos. Automáticamente, Enrique sospecha que la persona que le amenaza es Amparo, la única que conoce toda la historia. Seguidamente, Enrique recibe otro mensaje en el que esta vez le solicitan la dimisión de su cargo como político.
Intentando retomar su vida normal, María le propone a su madre y a su hermana poder unirse a la subasta que están organizando. En ese momento hace acto de presencia Enrique, que regresa con mala cara tras haber encontrado el cuerpo sin vida de Curro. Mientras tanto, Amparo interroga al guarda de Enrique, que dice no saber nada de Curro y se niega a contarle de dónde vienen.
Después de recibir la amenaza para que entregue su renuncia, Enrique pone a prueba a su chantajista llevando a cabo una falsa entrega. Pablo, que no se fía que todo vaya a ser tan sencillo, propone a un mendigo que recoja el sobre que justo acaba de dejar el guarda de Enrique en una papelera. Como era de esperar, todo era una trampa y los hombres de Enrique capturan al pobre mendigo. Tras esto, Pablo vuelve a citar a Enrique en una nuevo lugar, pero esta vez más le vale que todo sea juego limpio.
Ajenas a la situación que está viviendo Enrique, Luisa y Amparo realizan los últimos preparativos para la subasta. Sin embargo, las asistentes parecen criticar a María, pero Amparo sale a su defensa. Una vez comenzada la subasta, Francisco hace acto de presencia para reclamar todo lo que le debe Luisa, que queda estupefacta y humillada delante de toda la gente importante de la ciudad y de sus amigos.
Mientras tanto, Enrique se ve en la obligación de dejar su declaración de renuncia en uno de los bancos del parque, tal y como le señala la voz que le tiene amenazado, es decir, el propio Pablo. Enrique intenta ganar tiempo para que su guardaespaldas llegue e intente cazar al susodicho, pero cuando por fin consigue aparecer en el parque, ya no hay rastro del sobre ni nadie que esté huyendo del lugar.
Una vez con el vídeo en su poder, Pablo y María se disponen a ver a Enrique humillarse y admitir que tiene que abandonar su puesto en la política, sin embargo, Enrique no grabó el vídeo para renunciar, sino para amenazar a la persona que intenta destruirle. El plan de María y Pablo se ha venido abajo pero no piensan permitir que Enrique siga saliéndose con la suya. Asimismo, para sorpresa de ambos, Pablo descubre que tanto Bruno como Enrique conocen el nombre de Mercedes Dantés.
Tras el desastre de la subasta, Amparo decide hacer frente a Luisa y se le encara reprochándole que no haya protegido y defendido a su hija y que no le importe nada María, a lo que una encolerizada Luisa responde con una bofetada que no hace callar a Amparo, que no piensa permitir que la familia Vergel continúe controlando su vida a su antojo, haciendo y deshaciendo sin tener en cuenta las opiniones ajenas.
Finalmente, tras varias vueltas por la ciudad, Bruno y el guardaespaldas de Enrique llegan al piso que María alquiló bajo el nombre de Mercedes Dantés. Obviamente, después de descubrir que Enrique conoce el nombre oculto de María, Pablo organizó todo para limpiar el apartamento y eliminar cualquier prueba que le vincule. Sin embargo, se le escapó un pequeño detalle, un papel escondido debajo del cartel de “se alquila” que Bruno recoge, confirmando que están en el lugar adecuado.
Última actualización: 30/04/2015