Que Almodóvar es el director más importante de la historia del cine español es una obviedad; que la calidad de sus películas es dispar y las hay muy buenas y otras no tanto ya es cuestión de gustos. Si hacemos caso a los premios recibidos y a la atención de la crítica internacional, la mejor época de su cine comienza con Todo sobre mi madre, pero ¿qué hay de sus primeras películas mucho más frescas de los 80? Este artículo propone un ranking de lo mejor de los casi 40 años de carrera de Pedro.
Películas dirigidas por Pedro Almodóvar indispensables
Almodóvar es tal vez el director de cine más famoso del mundo después de Spielberg, al menos en Europa. A diferencia de Tarantino, Tim Burton, Scorsese o Coppola, y no digamos Christopher Nolan o Lars Von Trier, su nombre es conocido en todos los ambientes, edades y clases sociales, con un mérito adicional como es ser el único de todos ellos que jamás ha rodado en inglés, y no precisamente por falta de ofertas. Esta fidelidad al cine de su país hace todavía más difícil de entender que se halle en posesión de un único Goya al mejor director y que determinada prensa ataque con insultos que llegan al borde o incluso más allá del delito de odio al único cineasta español habitual en el festival de Cannes y en las carteleras de todo el mundo. Esto no quiere decir que no sea hasta cierto punto lógico que su cine se vea de una forma muy distinta en España, donde toda su trayectoria ha tenido mucha repercusión desde el principio, que en el extranjero, donde empezó a ser conocido mucho después y nunca van a tener la visión de que se repita o de que haya perdido la frescura.
Todo sobre Pedro
Un chico de un pueblo de la Mancha llega a Madrid en los años 70 dispuesto a materializar una pasión por el cine que le devora. Empieza a pedir excedencias en el trabajo para llevar a cabo cortometrajes con una pandilla de amigos que constituirán el núcleo de lo que unos años más tarde se llamará la movida madrileña y que desembocarán en un par de películas, Pepi, Luci Bom y otras chicas del montón (1980) y Laberinto de pasiones (1982), muy influenciadas por el underground y por el punk, irreverentes y divertidas, que se ven rápidamente como un símbolo de la España moderna que está dejando atrás la dictadura franquista. Sus obras posteriores, también influenciadas por el esperpento y el surrealismo pero no tan enloquecidas, de referencias cada vez más eclécticas y que se empapan de todos los estadios intermedios entre el cine de autor más elitista y los culebrones más populares, van despertando cada vez más interés de la crítica y el público en un crescendo que explota con el gran éxito internacional de Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988).
Asimilar un triunfo sin precedentes en el cine español no es fácil, y Pedro vive una época de crisis durante los años 90 en los que pierde la frescura y el toque divertido de sus obras de juventud sin haber alcanzado aún la sabiduría de la madurez que no se va a apreciar en su plenitud hasta Todo sobre mi madre (1999), que rompe con esa decadencia y abre un nuevo siglo que lo recibe como una figura totalmente consolidada del cine de autor mundial. Una lluvia ininterrumpida de premios y honores se extiende hasta Volver (2006).
A partir de Los abrazos rotos (2009), esta luna de miel se termina y se inicia una nueva etapa que sigue siendo celebrada y vista con interés en el extranjero pero que parte del público y la crítica en España percibe como una fábrica de éxitos que tiene que seguir ofreciendo productos aunque estos carezcan cada vez más de ingenio y de autenticidad.
El top 10 que se ofrece a continuación, tan subjetivo como cualquier otro, recoge la mitad más relevante de las 20 películas que constituyen la filmografía almodovariana y que abarcan 4 décadas del cine español. A continuación, las 10 mejores películas de la carrera de Pedro Almodóvar.
Top 10 de Pedro Almodovar, películas que tienes que ver antes de morir
10.- La piel que habito (2011)
Este puesto lo podría ocupar Carne trémula (1997) pero ello supondría desaprovechar la única opción para que entre en la lista alguna película de la última década. Con La piel que habito, una adaptación literaria que había obsesionado a Almodóvar durante muchos años antes de decidirse a afrontar el proyecto, se podría parafrasear aquel famoso comentario sobre Lola Flores y decir que es mala pero no se la pierdan.
En efecto, Antonio Banderas no sabe llevar un personaje que le queda muy grande, o simplemente que está demasiado apartado de su registro, abundan los errores francamente sorprendentes en alguien con 30 años de carrera en el cine, como acabar un flashback con un rótulo de “Volvemos al presente” o el gag de la escena final que se le va completamente de las manos, y sobre todo la forma de actuar del personaje de Elena Anaya no tiene pies ni cabeza. Pero, no obstante, en el aspecto plástico y visual es de lo mejor de la carrera de su director y, entre su cine reciente y no tan reciente, es el único título en el que se le ve cómodo e identificado con la historia que cuenta y en el que cuesta imaginar a nadie más afrontándola.
9.- Entre tinieblas (1983)
Tras los excesos de sus dos primeras obras, Entre tinieblas supone el primer intento de su autor de quitarse la etiqueta de personaje de la movida madrileña con el que echarse unas risas, demostrar un mayor abanico de registros y empezar a definir la mezcla de melodrama, musical, cine de autor y folletín que configura su estilo. Se trata de una comedia dramática que la crítica extranjera enseguida vinculó a Buñuel, principalmente por la presencia de monjas y de un tigre que pone la guinda a un convento en el que todo es surrealista.
Tal vez lo mejor que se puede decir de ella es que en realidad contiene tantas extravagancias, irreverencias y tanto delirio en su argumento como Pepi, Luci, Bom o Laberinto de pasiones pero sin que ello en ningún momento suponga ninguna salida de tono. Almodóvar, además de ganarse su reputación como gran director de actrices y creador de personajes femeninos, demuestra aquí por primera vez su talento único para mostrar lo más rocambolesco con una total naturalidad e insertarlo en una narración que paradójicamente encuentra una gran autenticidad a través de lo grotesco. No se trata de una sátira, como habría hecho Buñuel, sino que el director muestra en todo momento empatía con sus personajes, además de un cuidado equilibrio entre lo cómico y lo dramático. Es la primera gran película de Almodóvar.
8.- Hable con ella (2002)
Continuar tu carrera y plantearte qué puedes ofrecer después de los múltiples premios, Oscar de película de habla no inglesa incluido, recibidos por Todo sobre mi madre no es fácil. Hable con ella consiguió un más difícil todavía: una nominación al Oscar de mejor director, la única conseguida por una película española hasta la fecha, y un premio al mejor guión original, privilegios rara vez al alcance de los cineastas de habla no inglesa.
Y es que nuestro hombre dio al público y la crítica internacional todo lo que esperaban de él: cameo de chicas Almodóvar, guiño cinéfilo con un cortometraje mudo, una mujer torera para que no falte el detalle folclórico, y un protagonista masculino para dar el contrapunto con respecto a su película anterior; como siempre, lleno de debilidades, con grandes déficits emocionales y escasa capacidad para tratar con las mujeres, como suele ocurrir con los personajes varones almodovarianos. El engranaje de producto de autor internacional acaba funcionando de forma tan perfecta como aséptica; la autenticidad y la chispa del mejor cine de su director están ausentes y se ven sustituidas por un regustillo un tanto guiri que hace de ella la mejor película de Almodóvar para quien no le guste Almodóvar.
7.- Átame (1990)
Obra homóloga a Hable con ella en muchos sentidos: cambio de registro hacia un protagonista masculino producto de la resaca tras un exitazo y una lluvia de premios (en este caso es la película siguiente a Mujeres), aquí sumada a un nuevo comienzo tras una dolorosa ruptura artística y personal con Carmen Maura. Antonio Banderas hace la mejor interpretación de su carrera, Victoria Abril se muestra también más que solvente como nueva chica Almodóvar y el director hace abundantes guiños cinéfilos al terror y a la serie B, además de homenajear / plagiar El coleccionista, el clásico de William Wyler.
De nuevo nuestro manchego favorito habla de un hombre que no sabe interactuar con las mujeres y que lleva su obsesión por ellas hacia lo patológico; mientras en Hable con ella el protagonista abusaba de una chica en coma, aquí secuestra a otra con la intención naïf de convertirla en esposa y madre de sus hijos. Esta propuesta muy difícilmente podría haber sido aceptada hoy por el público, como ya comentamos en otro artículo, aunque muy difícilmente se la podría clasificar de machista porque lo que acaba contando es como este desastre de hombre que pretende rescatar a la chica es rescatado a su vez y asimilado por parte de una familia cien por cien matriarcal.
6.- Matador (1986)
El mejor ejemplo para llevar la contraria a quienes piensan que Almodóvar solo tiene talento para la comedia y poco abanico de registros. Pese a grandes limitaciones de producción y un reparto de protagonistas muy poco almodovarianos, sale adelante un thriller de dos asesinos destinados a encontrarse, con evidente huella de Hitchcock y del cine de terror italiano pero contada con una estética que la llena de un romanticismo trágico.
Probablemente no es todo lo celebrada que debería por haber sido rodada en la etapa dorada de la carrera del director y haber quedado en buena medida oculta bajo la resaca del enorme éxito de su obra anterior (Qué he hecho yo) y la sombra que le hicieron las dos obras maestras que vinieron después (La ley y Mujeres).
5.- Volver (2006)
Aceptada casi con unanimidad como la mejor película almodovariana de este siglo. Su título lo dice todo; es la celebración del reencuentro con Carmen Maura después de casi 20 años de separación con una historia de un fantasma muy de carne y hueso que el director tenía guardada en el cajón desde mucho antes y de una reconciliación entre madre e hija con evidentes puntos en común con la historia personal y profesional entre el autor y su antigua musa.
La conjunción entre la nostalgia y la alegría por la vida es el punto fuerte de la película, junto con una Penélope Cruz inmensa, pese a ser demasiado joven para el papel, que materializa uno de los fetiches almodovarianos, la madre sexy homenaje a Sofia Loren. Por su temática y su estructura en torno a un personaje femenino fuerte aunque vulnerable y empático forma una trilogía nunca confesada con otras dos de las obras maestras de su autor, Todo sobre mi madre y Mujeres al borde de un ataque de nervios.
4.- ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984)
El título es genial, y de hecho los Pet Shop Boys, uno de los grandes grupos pop de la época, lo robaron para uno de sus hits. Fue la película que consagró a su director como la figura más relevante del cine español de su momento y una de las más representativas del cine posmoderno de los años 80 con su pastiche cinéfilo, en esta ocasión entre el neorrealismo italiano, Fassbinder y Hitchcock.
Aunque muy sui generis, ha sido el mayor acercamiento de Almodóvar al cine social, en el que Carmen Maura, hasta entonces encasillada por su popularidad como presentadora de televisión, se revelaba también como su gran musa y la actriz que mejor comprendía y encarnaba su mezcla de géneros y su peculiar concepto del séptimo arte.
3.- La ley del deseo (1987)
Nunca se insistirá lo bastante en lo valiente y rompedor que era contar hace treinta años una historia que habla de manera tan libre y tan abierta de personajes transexuales y gays, en una época en la que esa palabra apenas se usaba todavía, sino que era más habitual oír otro tipo de términos bastante más despectivos. Aunque la homofobia está presente en la película, como su título indica los personajes viven bajo la ley de un deseo que los hace libres frente a las presiones sociales, aunque los expone también a los avatares y pasiones exacerbadas del melodrama.
Almodóvar, ya por entonces un nombre relevante y por lo tanto con mucho que perder, puso toda la carne en el asador en su obra más personal y autobiográfica, se lo jugó todo a una carta y salió completamente triunfador, habiendo cumplido uno de sus fetiches cinéfilos de llevar a cabo un dramón al estilo de Douglas Sirk y Stahl pero desde una iconografía propia y castiza, y convertido en el cineasta más famoso del país y en un icono para la comunidad gay española e internacional. Todavía a día de hoy, La ley del deseo sigue siendo una de las obras más logradas y audaces de la historia del cine LGTBI.
2.- Todo sobre mi madre (1999)
Desde el punto de vista de la taquilla y el reconocimiento internacional, Todo sobre mi madre es la película más importante de Almodóvar, que tras años de decadencia volvía a la primerísima línea del cine mundial con premio a la mejor dirección en Cannes y Oscar a la mejor película extranjera. De nuevo el manchego llevaba a cabo un pastiche de sus obsesiones cinéfilas, desde el melodrama clásico al que homenajeaba en el título, que es un juego de palabras con All about Eve (Eva al desnudo), al cine de autor de Cassavettes o Zulawski, junto con sus fetichismos personales: las mujeres fuertes pero vulnerables y los hombres que se transforman en mujeres.
El punto fuerte que probablemente desencadenó el superéxito del film en su momento es ser la mejor muestra de una de las mayores virtudes de su director, su talento para contar con absoluta naturalidad una sucesión de incidentes a cada cual más rocambolesco, incluyendo camioneros que se operan para ponerse pechos gigantescos, monjas embarazadas de travestis, divas del teatro lesbianas en relaciones disfuncionales con yonquis, etc. Personas de muy diferentes situaciones y pelajes hicieron suya la historia y la entendieron como una celebración de la diversidad y un ejemplo de respeto y de inclusión, algo no tan habitual hace casi 20 años.
1.- Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)
Un fragmento de La ley del deseo en el que su protagonista interpreta La voz humana, el monólogo de una mujer abandonada que intenta prolongar la última llamada telefónica con el hombre que ama, va a ser el germen de la siguiente película de su director. Un Almodóvar en estado de gracia rodea ese núcleo central de detalles surrealistas y divertidos de una manera que solo se puede calificar de genial: una amiga con pendientes con forma de cafetera enamorada de un terrorista chiíta, una abogada feminista falsa y trepa, un donjuán cobarde, un gazpacho dopado con somníferos, una portera testiga de Jehová, un taxista amante del mambo, …. Al igual que la Cecilia Roth de Todo sobre mi madre, Carmen Maura, magistral pese a que el rodaje fue, según ha contado muchas veces, la peor experiencia de toda su carrera y significó la ruptura entre director y actriz, conserva la compostura y sobrelleva un gran drama personal en medio de todo este delirio.
La crítica mundial y la industria del cine internacional se pusieron a los pies del que pasaba a ser ya uno de los más famosos y prestigiosos directores del mundo, al que el mismísimo Billy Wilder llegó a considerar como su heredero. Desde entonces hasta hoy, todas las actrices de España y muchas estrellas internacionales soñarán con ser chicas Almodóvar.
Películas de Pedro Almodóvar que tienes que ver
Y hasta aquí nuestro particular homenaje al director manchego con este top 10 de las mejores películas de Pedro Almodóvar. La trilogía no confesada que forman Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre y Volver constituye la columna vertebral del cine almodovariano, junto con otras obras de su etapa dorada junto a Carmen Maura, como La ley del deseo o Qué he hecho yo para merercer esto. Mientras casi todo su cine de los 80 se encuentra en el Top 10, entre sus películas más recientes tan solo La piel que habito destaca gracias a una envolvente iconografía que consigue salvar en parte las deficiencias del guión.
Última actualización: 26/03/2020