Se dice que hay dos formas de cumplir el sueño de Hollywood de triunfar en el cine como actor o actriz. La primera es cayendo en gracia a un director con dinero, que haga una buena película y que te contrate, tengas o no talento. La segunda forma es cayendo en gracia a un director sin dinero, que haga una buena película que no verá nadie y que te contrate. En este caso sí necesitas talento y Jennifer Lawrence lo tenía.
Nominada al Oscar como mejor actriz de reparto por su participación en La gran estafa americana, film de David O. Rusell, lo sorprendente es que a sus 23 años ya tenga experiencia en esta ceremonia y no sólo como nominada, sino también como ganadora.
En 2010 se estrenó Winter’s Bone, un drama con tintes de thriller en el que Lawrence era una joven con problemas económicos y familiares, que debe inmiscuirse en tramas criminales para encontrar a su padre, quien un tiempo atrás había avalado con la casa su libertad provisional y ahora, si no se presenta a juicio, ella y el resto de su familia se verá en la calle. Dirigida por Debra Granik, gracias a Winter´s Bone Jennifer Lawrence se conviertió en la la tercera actriz más joven en ser nominada a un Oscar, aunque no lo ganó.
En 2012 participó en El lado bueno de las cosas, dirigido también por David O. Russell, film en el compartiría protagonismo, al igual que en La gran estafa americana, con Bradley Cooper. Sin lugar a dudas El lado bueno de las cosas se convirtió en una de las sorpresas del año (8 nominaciones en los Oscars), y su interpretación delante de la cámara convenció a los jueces, convirtiéndola en la segunda actriz más joven en conseguir ganar un Oscar.
Pero antes de que las mieles del éxito se cruzaran en su carrera, Lawrence participó en series de televisión como Monk o Medium, con papeles que sólo servían para engrosar su filmografía. También tuvo que pasar por films ultra independientes como The Poker House y Garden Party, que pasaron desapercibidas por prácticamente el resto del planeta. Puede que con la excepción de Guillermo Arriaga, quien le fichó para compartir cámara con las mismísimas Charlize Teron y Kim Basinger en el thriller dramático de historias entrecruzadas The Burning Plan (Lejos de la tierra quemada). Si bien el film no fue de gusto del público, la crítica alabó el conjunto, entre el que se encontraba la joven Lawrence. Esto le valió un pase para Winter’s Bone y su posterior nominación a los Oscars.
Tras conseguir la estatuilla, Lawrence no para de subir la ola de la fama. Es conocida por ser la Mística más joven en las precuelas de los X-Men y la eterna protagonista de la adaptación de las novelas de Suzanne Collins, Los juegos del hambre, además de sorprender con el slasher House at the End of the Street y ponerse bajo la dirección de Jodie Foster en The Beaver.
Mezcla de talento y de buena estrategia comercial, con estas participaciones Jennifer Lawrence se gana la aprobación del público más juvenil, de los seguidores del fandom y los X-Men, los amantes del terror y de crítica y público que prefiere lo independiente. Todos adoran a Lawrence.
Independientemente de que su trayectoria se catapulte más o no con la nominación por La gran estafa americana, 2014 ya presenta varios proyectos para la actriz. Además de la tercera parte de Los juegos del hambre, tiene en su agenda films de corte dramático como The Ends of the Earth, The Rules of Inherintance y Castillo de Cristal. Y no se queda aquí, antes la veremos en el estreno de Serena, también con Bradley Cooper, una película basada en la era de la Depresión Americana y en 2015, la cuarta entrega de Los Juegos del Hambre. Si finalmente le dan el Oscar, esto podría ser sólo la punta del iceberg de una carrera que recien “comienza” con tan sólo 23 años.
Última actualización: 28/02/2014