Ya está. Es lo que estaba buscando. El capítulo de esta semana de Gotham se ha convertido en uno de mis favoritos. Es, sin duda, el más interesante y el más esperado. Y no solo por lo que ocurre, y por lo que no ocurre; es especial por lo que significa para el futuro de la serie y, sobre todo, de la historia de Bruce Wayne. Ponte en antecedentes leyendo qué ocurrió el episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
La prueba del helado
Voy a empezar por algo light. Pingüino sigue en manos de Hugo Strange y Peabody, haciendo frente a terapias de realidad virtual muy poco ortodoxas (por ejemplo, se ve a él mismo matando a su propia madre, aunque para nosotros siempre es un placer volver a ver en pantalla a esa señora). Aunque agresiva y poco moral, la terapia parece dar resultados y Strange da el visto bueno a la “prueba del helado”.
La prueba consiste en darle a Pingüino helado y soltarlo en el comedor de Arkham, donde nadie más tiene. Uno de los internos arremete duramente contra él, que ha perdido cualquier atisbo de agresividad y le ofrece su propia comida. Más tarde se encuentra a ese mismo señor, amordazado, y con un cuchillo a su vera.
Pero no le hace ningún daño, sino que le libera. Aquello, a juicio de Strange, demuestra que está sano y que puede regresar a vivir en libertad, otorgándole un diploma que así lo acredita. Peabody lo cuestiona, pero hay algo más ahí: parece que Pingüino es un experimento y su libertad la primera prueba. ¿Qué pasará con Oswald ahora que parece otro y está por fin fuera de Arkham?
Muertísimos
Hay algo que quedó ahí en el aire en comisaría, por cierto, y nadie ha sabido resolver: el paradero de Kristen Kringle. Nosotros lo sabemos (muertísima). Pero en comisaría no, y nadie se pregunta nada hasta que Lee aparece con las nóminas que no ha cobrado. La versión oficial es que dejó la ciudad con Tom, aquel policía que encendió la huella malvada de Nygma (muertísimo también).
Como es lógico Jim pregunta por el asunto a Ed. Pero lo hace tan sutilmente, para no preocupar al forense, que Nygma empieza a sospechar que puede que le considere sospechoso de su desaparición. El lado oculto de Nygma, que ya es Nygma entero, empieza a conspirar sobre Gordon y sus posibles pesquisas contra él. Así que le planta una interrogación verde en una foto suya. Nygma vs Gordon?
It’s raining men
Gotham está cambiando a Bruce. Y Selina no ayuda en nada entregándole la pistola que le había pedido. Con una bala y el nombre, está dispuesto a vengarse de Matches y matarle. Pero antes necesita encontrarle, y que Alfred no dé cuenta de sus verdaderas intenciones. Ambos se afanan en dar con el asesino de los Wayne y en su periplo tienen varios encontronazos. El más importante es con un tal Cupcake, que tiene montado una especie de Club de la Lucha.
Si quieren la información, Alfred tendrá que vencerle en un combate. Y lo consigue, aunque el pobre mayordomo queda malherido en la cama de un hospital, lo que le deja al joven millonario vía libre para fraguar su plan. Cupcake les dio el nombre de un sitio: Celestian Gardens. Y allí que entra Bruce. Aquello es un lugar bastante pintoresco, y en una sola toma creo que puedes contar todos los pecados capitales en plano. Y con vídeos de los Maniax y Jerome en pantalla. Muy hardcore.
Bruce termina encontrando a Jeri (Lori Petty, pero ojalá Geri de las Spice), la persona con la que tenía que hablar. Aunque en realidad le encuentra ella en plena actuación. Jeri nos recuerda mucho a Jerome, en su estética y su evidente punto de locura (y a mí un poco a Ellen DeGeneres también). ¿Será ella el Joker de la serie? La actuación de Petty, aunque corta, resulta magistral. Durante su encuentro, Alfred (en el hospital) se da cuenta de los planes reales de Bruce y avisa a Gordon y Bullock, que se dirigen al lugar.
Código de honor (asesino)
Jeri sabe a lo que viene Bruce. Y se considera amiga de Matches, quien nos asegura que es un asesino muy profesional y muy curtido. Le pregunta sus razones y motivos, y el joven Wayne no tiene ningún problema en revelárselos, así como que piensa matar a Matches cuando le encuentre. Y lo lógico sería callarse, pero Jeri le dice donde vive su amigo. Considera al joven parte de un destino (supongo que el de Matches) y eso la convierte un poco en Dios. Y le gusta ser Dios.
De camino a la salida, con la pistola y una dirección, Bruce se topa con Jim, que trata de detenerle. Pero ahí está Jeri para empezar a cantar y hacer que la gente enloquezca y atrapen a Gordon, que solo puede observar como Wayne huye de allí en busca de su venganza. Y la encuentra, en parte. Frente a Matches, dos años después de aquella fatídica noche, juega de farol haciendo como que quiere contratarle.
Pero no solo se lleva un gran disgusto cuando le cuenta su tabla de precios (baratos), sino que encima cuando Bruce empieza a hablar resulta que el asesino ni siquiera recuerda a sus padres ni su asesinato. El joven intenta hacerle confesar, a punta de pistola, quién le contrató. Pero el “código del asesino” le impide revelar esa información, así que poco más puede pasar.
Ahí es donde voy
Bruce intenta apretar el gatillo y matarle, pero no puede. Matches espera la bala con una sonrisa, asegurando que está cansado de esperar unas consecuencias por sus actos que nunca llegan. Cree que Bruce tiene que matarle, porque es un monstruo y así culminará su venganza, pero Wayne le asegura que no le matará, pues no es ningún monstruo sino solo un hombre.
Bruce deja la pistola sobre la mesa y abandona el apartamento, encontrándose en el pasillo a Jim, al que al final Jeri cuenta dónde estaba el joven. Lo siguiente que escuchamos es un disparo, pues resulta que Matches termina acabando con su vida. ¿Muere ahí la única oportunidad de saber quién mató a los Wayne? Esperamos que no.
Pero eso no es lo mejor (peor). Cuando Alfred llega a la mansión encuentra una carta de Bruce en la que le cuenta que se ha ido a vivir con Selina en la calle a los barrios chungos de Gotham: “No puedes acabar con los asesinatos. No puedes vengarte del mal. Solo puedes empezar a luchar contra esas cosas no haciéndolas. Y solo puedes luchar contra ellas donde están, no solo en Industrias Wayne, sino en las calles, suburbios, en las peores zonas de la ciudad. Así que ahí es donde voy”. No sabe qué bien puede hacer a Gotham, pero sabe que algo le tiene preparado. Y creo que sabemos qué es.
Última actualización: 15/03/2016