Especial, el cine y la marihuana como terapia

En este especial, el cine y la marihuana como terapia, abordaremos diez películas que nos parecen fundamentales en un subgénero, donde los fumadores de hierba y la marihuana, son los verdaderos protagonistas. Pero en la mayoría de las veces desde un punto de vista amable, divertido y ciertamente irónico.

“Todo en viernes” es una película sobre un par de drogatas (Ice Cube y Chris Tucker) que tendrán que reunir 200 dólares si no quieren ver como les patean el culo. Sin más este es el argumento principal, sin motivaciones intrínsecas de los personajes o complicaciones de nivel, sólo las buenas vibraciones de dos amigos que pasan el tiempo juntos en el porche fumando hierba.

La película brilla con maravillosos diálogos de fumados, ocasionalmente lanzados por la maquina de soltar palabras que es Tucker (“Tío…tu no tienes trabajo…tu no tienes ninguna mierda que hacer!”) Inesperadamente fue el comienzo de una franquicia, “Todo en viernes” fue seguida de dos secuelas (en ninguna participó Tucker) y una corta serie de animación, pero lo más relevante fue establecer a Ice Cube como una presencia cómica del agrado de la audiencia, después de que este rapero consiguiera el reconocimiento en el drama de John Singleton, “Los Chicos del Barrio”.

También se estableció un nuevo subgénero del cine “urbano” de drogatas, que ha sido fotocopiado sin pudor durante años, pero como la cuestionable marihuana, también ha sido diluido y mezclado con sospechosos aditivos.

Un punto a favor para este particular subgénero, es que las películas sobre fumetas frecuentemente llenan el reparto con actores de diversas etnias. Fue por ésto, por lo que Danny Leiner presentó al mundo al ultra nervioso Harold y a su despreocupado colega Kumar, interpretados por los actores John Cho y Kal Penn, otra pareja de colegas que llegaron a la impensable cifra de tres películas. La primera de ellas es una estupidez, con la pareja protagonista a la búsqueda de una hamburguesería cuyo producto les hace la boca agua, enfrentándose a varias peripecias y encuentros con actores como Neil Patrick Harris, pero siempre con un objetivo muy claro, “la hamburguesa de sus vidas” y sin faltar las caladas a la marihuana.

En “Dos colgaos muy fumaos: Fuga de Guantánamo”, la historia se lleva a cotas más ambiciosas, con el dúo enfrentándose a la administración Bush y sus policías, representados por un pícaro agente de la NSA, interpretado con júbilo por Rob Corddry. Finalmente, “A Very Harold And Kumar Christmas” parece que existe únicamente para la gloría de la más vulgar comedia 3D, y con esta base cumple, no hay nada negativo que decir sobre una estúpida comedia intentando aprovechar la festividad navideña, que continuamente se auto parodia del hecho de estar presentada en tres dimensiones. De hecho, esta versión navideña y cierre de la trilogía puede ser la mejor de todas, y no sólo por la fantástica escena alucinógena animada en stop-motion.

No es el destino pero si la travesía, es una máxima que puede ser fácilmente aplicada a la atontada pero sorpresivamente agradable “¿Colega donde está mi coche?” Cuyo título ya te cuenta el argumento completo de la película. Dos grandes amigos, ambos fumetas cómo no, Jesse (Ashton Kutcher) y Chester (Seann William Scott) se despiertan sin recordar nada de lo que ha pasado el día anterior, siendo éste el inicio de una surreal aventura que conlleva a fumar mucha hierba por el camino.

Una estríper transexual, el Transfunsionador del Continuo o cinco bellas chicas alienígenas, serán los problemas a los que se unirá el tener que agradar a sus novias, interpretadas por Jennifer Garner y Marla Sokoloff. Ellos no tendrán sólo que salvar al universo y por supuesto encontrar su coche, ya que también deberán evitar ser unos novios apestosos. En retrospectiva, quizás lo más remarcable de “¿Colega donde está mi coche?” es lo comedida que es, especialmente comparada con las otras películas de la lista. Valorada para mayores de 13 años, no tenía nada de desnudez, violencia, e incluso el uso de las drogas era sorpresivamente bien ocultado.

Pero no nos engañemos, estos chicos aman una buena calada, incluso acuñando los apodos “Johnny Potsmoke” y “Smockey McPot”. Ésta es la rara película sobre fumetas que cuenta el día después de la movida, e incluso por su baja ambición, historia ridícula e incluso tontísimos personajes, “¿Colega, donde está mi coche?” ha perdurado sorpresivamente, gracias sobre todo a ser perfectamente hilarante.

Algunos directores se desvían de forma inusual en su camino al “mainstream”. Gregg Araki intentó llegar a un mayor número de audiencia con su obstinada y extraña comedia fumeta que no terminó de llegar al público, quizás por hacer uso de una atmósfera demasiado trillada.

Anna Faris realiza una genuina interpretación de una mujer, que tras comerse unos productos de bollería elaborados con marihuana entra en un estado onírico de felicidad que ni siquiera le permite terminar sus tareas cotidianas. Su desfase va desde lo hilarante, a lo trágico, y luego de vuelta a lo brillantemente divertido. Un funcional reparto de actores acompañaron a Faris, entre ellos Danny Materson, Adam Brody, John Cho e incluso Danny Trejo.

Araki dota a la película con algunos memorables chascarrillos, pero es lo suficientemente listo para mantener la cámara fija en sus estrellas, auténticas protagonistas, centrándose en ellas como una tortuga en su caparazón, alcanzando un nirvana descomunal en el tercer acto cuando Anna Faris comienza a hablar con voces que escucha, especialmente Roscoe Lee Browne, como él mismo. Faris toca todas las notas de forma correcta, particularmente en un monologo de cierre que representa perfectamente lo eruditos que se sienten los fumadores de hierba cuando comienzan a hablar e irse por las ramas.

Una de las más inteligentes comedias sobre fumadores de hierba, uniendo de forma inusual un thriller criminal dentro de una comedia, con dos hermanos gemelos muy diferentes y el estudio de la innato contra la experiencia.

Este ambiciosos conjunto filosófico de Tim Blake, encuentra a Edward Norton como un profesor de filosofía que vuelve a su ciudad natal a causa de la muerte de su hermano gemelo, un plantador de marihuana. Este hermano, también interpretado por Norton, tiene un corte de pelo totalmente diferente, al igual que su temperamento, acento y sentido de la moda, pero siendo también otro genio a su manera. Él es el inventor de un único sistema de agricultura, diseñado para hacer crecer y mantener la suficiente marihuana para abastecer a todo el estado, pero también tendrá que convencer a su académico hermano de que está muerto.

Toda esta treta tendrá como objetivo crear una coartada para facilitar un potencial movimiento criminal que involucra la muerte de un jefe de la droga interpretado por Richard Dreyfuss. Sí, puede ser algo demasiado intrínseco para una comedia fumeta, pero las escenas donde los dos Norton interactúan con un intelectualismo acrecentado por el uso de la hierba, particularmente sobre la agresiva pronunciación incorrecta de Heidegger, ganan el peso de la función. Nelson llena su película con funcionales actores, con Keri Russell sobresaliendo, que ayudan a encontrar buenas reflexiones sobre la humanidad entre algunos clichés.

“Superfumados” es una genuina comedia de fumetas a gran escala, con dos fumadores de marihuana que son testigos de un asesinato conectado con un malvado capo de la droga y una corrupta mujer policía, que irán en búsqueda de ellos tras dejar éstos una única variante del cannabis llamada “Pineapple Express” en la escena del crimen. La presencia de James Remar en el prólogo de la película es un guiño a sus antecedentes, la oscura “Pega Duro” que él mismo protagonizó en 1986.

Pero mientras que la película, y la mayoría de las acciones en ella reflejadas, intentan criminalizar el uso de la marihuana, “Superfumados” encuentra en Seth Rogen y James Franco a dos héroes sinceros que se convierten en grandes amigos, compartiendo calada tras calada. De forma inusual para uno de los esfuerzos de producción de Judd Apatow, Franco fue nominado para los Globos de Oro, por un papel que le convirtió en el póster de los fumadores casuales de marihuana de todo el mundo.
Pese a todo, y tal como fue homenajeado recientemente en “Juerga hasta el fin”, el protagonismo de la película lo roba Danny McBride, con sus desilusiones de grandeza a las que nadie parece importarles, y el cual se convierte en casi invencible en la parte final del metraje.

David Gordon Green llenó “Superfumados” de pintorescos personajes como Craig Robinson como un sicario entusiasta, Gary Cole como el amable villano, y Rosie Perez en un raro papel de policía corrupta.

Algunas veces, fumar marihuana no consiste en llegar a ningún sitio, sino en dejar que el aire te lleve. Esto es lo que le pasa a Max, el protagonista de “Humboldt County”. Max (Jeremy Strong), un desencantado estudiante de medicina, acaba un verano en una pequeña y remota comunidad hippie de cultivadores de marihuana y defensores de la contracoultura, gracias a un profesor/padre interpretado por un autoritario Peter Bogdanovich, siendo el último lugar donde el joven pensaría que podría encontrarse a sí mismo.

Una mujer de espíritu libre llamada Bogart (Faruzia Balk), llegará a la comuna, donde los rebeldes de la cultura han formado su propia familia alejados de la ley. Allí comenzarán a trabajar y ayudar a construir la comunidad desde sus cimientos.

Los directores Darren Grodsky y Danny Jacobs, llenan su historia de fundamentos basados en la realidad, con el ideal de la humanidad como conjunto, negándose a mostrar el pasado de vida de clase alta de Max como un problema, o el modo de vida hippie del grupo como un chiste. Parte de esto viene gracias al casting, Jeremy Strong está perfecto como protagonista, completando una creíble transformación desde ser estudiante de la UCLA hasta un granjero de marihuana. Especial mención también al papel de Brad Dourif como el líder del grupo, viviendo una vida fumando hierba, pero mostrando una ágil mente y una astuta inteligencia.

Mucho antes que Dave Chappelle se conviertiera en un genio de la comedia convertido en hermitaño, co-escribió (con su futuro compañero en “Chappelle´s Show”, Neal Brennan) y protagonizó, “Medio Flipado”, una encantadora comedia de bajo presupuesto sobre un trio de fumadores que venden marihuana medicinal de forma ilegal, con el objetivo de conseguir dinero para sacar a sus amigos de la cárcel (tras matar accidentalmente al caballo de un policía).

“Medio Flipado” es a veces dolorosamente estúpida, y con un presupuesto tan bajo que te hará pensar si realmente había algo de dinero en la producción, pero a su vez es tremendamente divertida, incluso cuando las bromas han envejecido terriblemente, o cuando Jim Breuer es despedido de su trabajo en una tienda de discos y aprovecha la oportunidad para una gran mención a “Jerry Maguire”. Puedes ver en la actuación de Chappelle, la clase de puntal en el género de la comedia que se estaba formando. Existen momentos muy divertidos, momentos inteligentes, y todo repleto de memorables cameos, incluyendo las apariciones de los maestros de la marihuana Tommy Chong, Willie Nelson y Snoop Dog.

Esta película también incluye la quizás más olvidable interpretación de Jon Stewart, dentro de su corta carrera como actor, como un fumeta que siempre te pregunta si has experimentado algo fumando marihuana. Sí, esta pasada de moda, es barata y jodidamente mala muchas veces, pero eso no significa que no haya muchas risas aseguradas y cosas que merecen la pena en “Medio Flipado”. Aunque quizás el verdadero poder de esta comedia aún no lo hayamos sentido al no haberla visto “fumados”.

¿Qué más se puede decir sobre esta la película de los Hermanos Coen? Este clásico de culto instantáneo, que encuentra una de las mejores interpretaciones en la carrera de Jeff Bridges como Jeff Lebowski, un vividor de Los Ángeles que será confundido con un millonario con su mismo nombre. Esta confusión le llevará a todo un elenco de complicaciones incluyendo el secuestro de su esposa y un buen número de matones. Una complicada sucesión de acontecimientos que es una mera excusa para intentar divertirnos durante una alocada aventura.

El personaje de Bridges, Lebowski, se situará en el centro de todo, sin faltar una neblina de humo de marihuana, que hará difícil diferenciar la realidad de la ficción. Esta humareda se contagiará a los espectadores, que se perderán fácilmente dentro de un inolvidable grupo de actores de reparto, con el veterano de guerra Walter (John Goodman) o Donny (Steve Buscemi), los cuales guiarán a Lebowski a través de sus predicamentos.

“El Gran Lebowski” que tiene el mismo encanto que “El Largo Adiós” de Robert Altman, fue nombrada la “la primera película de culto de la era de Internet”, dio lugar a la fiesta anual del “Lebowski Fest”, a la creación de una religión llamada “Dudeísmo” en honor a The Dude, El Nota, y Entertainment Weekly la ubicó en el octavo puesto de “las películas más graciosas de los últimos 25 años”.

Con muy poco tiempo pasado desde su estreno, hay una cierta confianza en colocar a la nueva película de Shaka King junto a sus más veteranas competidoras. Todo gracias al acertado balance que mantiene en “Newlyweeds”, creando uno de los más duros triángulos amorosos, un hombre, una mujer y la brutal dependencia de la marihuana.

Los recién llegados Amari Cheatom y Trae Harris, interpretan a una pareja de casados que usan sus ahorros en un poco de verde hierba celestial. Pero la tensión subirá muchos enteros a causa de las reservas de marihuana de cada uno de ellos, y en la tremenda adicción que compartirán. La película de King abordará la innata verdad de los paseos nocturnos para comprar hierba, y el deprimente existencialismo de las transacciones ilícitas.

Cheatom y Harris, son ambos genuinamente atrayentes y visionables, sin poder empezar el día sin una corta calada y un beso, y mientras que la película captura los problemas de las adicciones, los subidones tras fumar marihuana o la comodidad de un buen sofá tras un largo día, lo que presenta realmente es una relación real de las que merecen la pena apoyar.

Última actualización: 19/10/2013