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El cine LGTBI desde el punto de vista de 3 cineastas independientes

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A raíz de la última edición de LesGaiCineMad, el festival de cine LGTBI de Madrid, hemos contactado con dos de los cineastas que presentaron allí sus trabajos para que nos hablaran de su experiencia en este y en otros festivales, de la situación actual del cine LGTBI y de las dificultades para poner en marcha sus proyectos desde la total independencia.

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El cine LGTBI Español desde el punto de vista de 3 cineastas independientes

Ha tenido la amabilidad de atender nuestra invitación el cortometrajista español José Antonio Cortés, autor con amplia experiencia que presentó su último trabajo hasta la fecha, Prendas delicadas, una comedia protagonizada por un actor aquejado de enanismo, Emilio Gavira.

También hemos podido hablar con el norteamericano Mark Blane, que presentaba fuera de concurso su opera prima en el largometraje, Cubby, un film donde se entremezclan lo bizarro con la ternura y que Blane también protagoniza interpretando a un joven desarraigado con carencias emocionales, problemas de interacción social y fantasías sexuales fetichistas en las que participa un amo vestido de cuero. Mientras Cortés concibe su carrera como plataforma para el activismo LGTBI, Blane es un joven cineasta que intenta abrirse camino como profesional del medio, por lo que sus visiones son complementarias.

Por último contamos también con las declaraciones de Miguel Lafuente, responsable de la programación del festival, además de cortometrajista y anterior participante en LesGaiCineMad con algunos de sus trabajos, como Mario, Kike y David, Mi hermano o Separata, por lo que puede aportar su experiencia tanto como participante como organizador de un festival LGTBI.

Les hemos planteado a los tres su opinión sobre 8 cuestiones para conocer el estado del arte del cine LGTBI, y en buena medida del cine independiente en general.

¿Es posible hacer comedia LGTBI ante el auge de la extrema derecha?

Mark Blane: Creo que los artistas LGTBI se sienten presionados a hacer obras brillantes y geniales que solucionen todas las tragedias que pasan en el mundo. Para mí la comedia es la respuesta a la homofobia porque necesitamos relajarnos y reír más que nunca, celebrar la vida. Sobre todo la gente joven se siente obligada a ser muy serios y hablar sobre tristeza, tragedia y gente victimizada por ser LGTBI. Esas historias son importantes pero la comedia también lo es; es irónico que esté diciendo esto, porque yo solía ser una de estas personas que solo sabía contar historias tristes. Mi película Cubby es una comedia pero eso es una desventaja en el cine LGTBI en EEUU, porque no te toman en serio si no haces drama, así que a veces la he descrito como una comedia negra o dramática para que no se pensaran que era mala o que se trataba de porno blando. En cambio en el cine comercial la comedia es muy respetada, y también en Europa el público está más abierto a que una comedia puede tener un contenido emocional y una relevancia.

José Antonio Cortés: Llevé a cabo Prendas delicadas después de haber rodado otro corto sobre acoso escolar, No es nada, y mientras preparaba el que será posiblemente el próximo, que trata sobre la memoria histórica, referida por supuesto al movimiento LGTBI. El reto de escribir una comedia me atraía porque presenta mucha más dificultad como guionista, sobre todo si quieres trabajar elementos de comedia y no solo hacer un gag. En todos mis cortos he abordado el tema de la homofobia, y por supuesto aquí también. Sigo pensando que el humor inteligente es una forma importante de activismo pero cuando escribí Prendas delicadas, VOX era una amenaza sin representación parlamentaria. La situación en la que estamos ahora es tremenda, y probablemente hoy no sería capaz de escribir una comedia.

Miguel Lafuente: En nuestro festival hay pocas comedias y mucha película sobre la homofobia, pero no originada por la extrema derecha sino por el conservadurismo religioso y social de los países originarios, como Guatemala (Temblores, una película sobre las terapias de conversión) o Georgia, (Solo nos queda bailar), en los que la aceptación social y las legislaciones se encuentran en un momento muy diferente al de España. En Europa y Estados Unidos de hecho se echa en falta un poco más de crítica con estos temas, que se tratan casi solo en el contexto escolar de bullying (como en Zen sul ghiaccio sottile), y no hay un verdadero activismo cinematográfico contra el auge de la extrema derecha y la amenaza la situación de las personas LGTBI. La comedia puede ser un vehiculo excelente para denunciar estas situaciones, pero muchas veces se utiliza para imitar los patrones del cine más comercial para un público gay o lésbico. Es curioso porque en los cortometrajes la cosa es diferente, sí se han visto cortos españoles y europeos con mayor carga crítica que usan la comedia.

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La representación de personajes con físicos y personalidades no normativos en el cine LGTBI

Mark Blane: Con Cubby de manera consciente quise hacer una película sobre alguien con problemas de adaptación y dificultades sociales. Muchos espectadores, tanto hombres como mujeres, y de todas las edades, me han dejado mensajes en las redes sociales diciendo que se sienten reflejados en mi personaje y eso o bien les hace gracia o bien les asusta. En cambio a algunos críticos, sobre todo hombres gay de cierta edad, les repele, no quieren ver a alguien así en la pantalla; creo que prefieren ver a actores guapos hetero haciendo de gays o si no personajes dramáticos de los que ganan premios. Creo que protagonistas como el de Cubby no son para nada nuevos en el cine, pero sí en el cine gay, porque es muy dífícil producir cine gay si no cuentas con una estrella o si no eres rico, y en mi caso se añadía el handicap de ser actor, director y guionista debutante.

José Antonio Cortés: Conozco a Emilio Gavira desde antes de que fuera actor y jamás he pensado en él como en alguien con discapacidad. Cuando leyó el guión de Prendas delicadas y me dijo que quería hacer el personaje, solo tuve que añadir un par de frases, sugeridas por él mismo, y funcionó a la perfección; además, el perfil psicológico que aportaba Emilio se adaptaba de maravilla al personaje que yo tenía en mente.

Miguel Lafuente: En los largos de ficción, que son más costosos económicamente, es menos común ver personajes con físicos no normativos, tanto en el cine LGTBI como en el resto. En el cine lésbico es menos notorio, lo cual nos hace reflexionar hasta que punto es una perspectiva masculina. En nuestro festival en cualquier caso si intentamos visibilizar estos sectores; es por ello que hemos dedicado un foco a interseccionalidades (el año pasado fue a las personas mayores) y no solemos programar las comedias románticas de chicos cachas sin camiseta o el cine pseudoerótico comercial, aunque llenarían las salas. También esto es algo que afortunadamente está evolucionando con el tiempo y los cineastas y productores están dando lugar a mayor diversidad de cuerpos en las películas.

Las posibilidades comerciales del cine LGTBI

Mark Blane: Diría que el mercado es un horror cuando estás haciendo una película como Cubby, pero, una vez que has conseguido acabarla, todo el mundo quiere ver una comedia gay sobre un amo vestido de cuero (ríe). No es cine comercial; para sacarle rentabilidad tendría que comprarla un estudio, pero para ellos es demasiado alternativa y experimental. Hacerla me costó años de mi vida y todo el dinero que había ganado trabajando en documentales y en televisión. Es muy difícil financiar el cine independiente; tras presentar Cubby por todo el mundo no tengo intención de hacer otra comedia gay, es demasiado duro. Las productoras no especializadas te dicen que acudas a las LGTBI, y estas prefieren otro tipo de películas. Es triste pero a veces la cuestión de la identidad perjudica en lugar de ayudar; en el futuro prefiero hacer una comedia con algún personaje gay, pero no una comedia gay.

José Antonio Cortés: Siempre me he mantenido un tanto al margen del mercado, trabajo para el activismo LGTBI y mis cortos se ven en un circuito amplio en festivales especializados. Algunos han sido premiados, pero nunca he recuperado el dinero invertido en ellos, lo que me mueve es una necesidad personal de militancia; el circuito LGTBI permite llegar al público y a partir de ahí a otras plataformas y festivales.

Miguel Lafuente: Apenas hay mercado para el cortometraje fuera del circuito de festivales. Son muy pocos los que logran venderse a televisión y las plataformas de streaming no apuestan por ellos, pese a que hoy en día, que la gente ve contenido en el metro o bus, sería un formato perfecto. No obstante, dentro de las limitaciones que se tiene por ser cine LGTBI, pertenecer a un nicho definido nos puede dar oportunidades como que sea más fácil llegar al público que busca esto en YouTube o en alguna plataforma concreta especializada. En cualquier caso esto es marginal y no está bien pagado; la principal forma de recuperar la inversión son los premios de festivales, pero por desgracia son pocos los festivales que, como el nuestro, los sigue dando. Ahora la tendencia, sobre todo en EEUU, es que no haya premios pero si tasa de inscripción.

Prendas delicadas, corto dirigido por José Antonio Cortés, protagonizado por Emilio Gavira

¿Cuál es la mayor dificultad para hacer una película LGTBI?

Mark Blane: En mi caso solicité muchas ayudas y patrocinadores y tuve que afrontar un rechazo tras otro; es extraño haber conseguido finalizar el rodaje y luego pedir financiación para terminar la película, que es lo que menos dinero requiere, y obtener negativas; eso fue lo más duro, superar tus propias inseguridades cuando te hacen sentir que tu película no le interesa a nadie.

José Antonio Cortés: Para mí la mayor dificultad estuvo en trabajar el guión, utilizar las claves clásicas de la comedia. Y luego rodar en mi pueblo, Hondarribia, y formar un equipo de rodaje con mucha gente nueva, tener que vender el proyecto para un trabajo no remunerado. Pero esta dificultad acabó siendo casi una ventaja porque conté con muchas más ayudas que en Madrid y el apoyo de mucha gente y del ayuntamiento defendiendo el proyecto.

Miguel Lafuente: Sacar un proyecto LGBTI es mucho más difícil que uno hetero, especialmente a nivel financiación; se piensa que es un lastre en vez de un plus. Los productores y canales de TV creen que estas películas solo van a ser vistas por el público LGBTI, lo cual es discutible, aunque por supuesto hay mucha gente hetero que se negaría a verlas, además de que supone perder la distribución en muchos países. Todas estas dificultades son mayores en el caso de las lesbianas; si ya las mujeres lo tienen difícil, mujer y lesbiana es muy complicado. Es más fácil que directores hombres puedan hacer cine lésbico. Después, en los festivales, también hay una barrera; algunos tienen un cupo, no oficial, por supuesto, de tantas películas de cine LGBTIQ cada año, y poner más de esa cantidad les parecería demasiado. Por eso muchas de las películas que programamos es muy difícil que se vean fuera de nuestro festival.

Ser a la vez director y guionista (y actor)

Mark Blane: Para mí lo más cómodo es interpretar lo que yo mismo he escrito, pero también me gusta dirigir. Me encantaría dirigir una historia escrita por otro o actuar para otros, sería liberador. Acabo de interpretar 6 episodios de una serie, un personaje muy diferente al de Cubby, y ha sido muy divertido; me apasiona actuar y construir un personaje, de hecho mi formación es como actor.

José Antonio Cortés: Me siento más cómodo trabajando el tema del guión: es un trabajo de soledad, de mucho tiempo, contigo mismo. Ser director también me encanta pero es otro tipo de experiencia: someterse a la disciplina del equipo, engrasar todo para que funcione … Al no ser remunerado el rodaje hay que trabajar con unas condiciones y con un tacto muy especiales, es mucho más delicado y complicado. Sí me veo escribiendo una historia para otro, pero no dirigiendo algo escrito por otra persona, solo me veo capacitado para dirigir proyectos que he escrito yo.

Miguel Lafuente: El cineasta multitarea es habitual en un cine independiente. No tiene que ser algo negativo, creo que, al contrario, le da mayor personalidad y sinceridad, aunque lo ideal es que hubiese más cine de diferentes géneros y formatos.

Mario, Kike y David, corto de Miguel Lafuente

Necesidad de los festivales temáticos LGTBI

Mark Blane: Son necesarios sí y no. Por un lado, mi película ha podido verse gracias a ellos, ya que nos han rechazado en todos los festivales hetero a los que nos presentamos menos en uno, y fueron sobre 25; en un festival hetero no proyectan más de 1 ó 2 películas LGTBI. La gente a la que le ha gustado Cubby son personas LGTBI que la han visto en festivales. Está muy bien, pero me gustaría llegar también al público generalista.

José Antonio Cortés: Creo que sí son necesarios, y más ahora con el retroceso en las libertades que hay, no solamente en este país. Hay que mantener la presencia en los espacios públicos y seguir luchando; creo que mucha gente del colectivo LGTBI no es consciente del peligro que corre. No obstante, muchos de mis cortos se han visto en otro tipo de festivales con diferentes temáticas, porque tratan temas que no son específicos de nuestro colectivo sino universales y tienen cabida en otros foros.

Miguel Lafuente: Creo que todos los festivales de cine son necesarios en estos tiempos en que cada vez se va menos al cine. Pero además los LGBTI tienen esa posibilidad de usar el cine como herramienta para la igualdad, para lanzar mensajes y para dar al público la opción de encontrar referentes en pantalla que no es tan fácil ver durante el resto del año. Los festivales LGBTI son muchas veces la única pantalla para muchos cineastas, ya que por una parte son películas sin grandes presupuestos, y sin grandes distribuidoras ni agentes de ventas detrás. Por otro lado, como decía antes, los festivales generalistas a veces tienen la impresión de que poner más de 4 pelis LGBTI en una sección sería raro, las tratan como si fuesen todas iguales, aunque afortunadamente los más grandes están apostando por premios específicos a este cine (Teddy, Sebastiane, Queer Lion, Queer Palm…).

Tráiler de Cubby (Versión Original)

Cine LGTBI diferente

Mark Blane: He visto muchas películas en los festivales a los que me han invitado y diría que no hay nada parecido a Cubby. Es una comedia con un protagonista gay que no es mainstream, no todo gira en torno al sexo ni hay gente de Hollywood. Es una rareza alguien tan loco como yo (ríe) que actúa, escribe, dirige y produce sin experiencia previa. Me temo que el cine es para gente rica o con muchos contactos, sino todo son obstáculos; no me imaginaba hasta que punto y por eso acabé teniendo que poner mucho dinero en la película porque en muchos momentos estaba solo y nadie me ayudaba. Pero a cambio creo que es muy auténtica; estoy muy contento con ella y no cambiaría nada.

José Antonio Cortés: Adoro el festival LesGaiCineMad y lo sigo desde que empezó, pero este año no he tenido tiempo de ver otras películas porque me ha coincidido con el rodaje de mi último corto, Zer moduz, así que he venido a presentar Prendas delicadas y al día siguiente me iba. Creo que mis bazas este año en el festival han sido presentar una comedia que cuenta una historia con muchas lecturas, algunas en clave muy positiva para la reivindicación. Estoy en un momento de mi vida en el que puedo echar la vista atrás, veo que algunas cosas no fluyen como creo que deberían y me sigo planteando un tipo de cine directamente unido al activismo. Mi último corto habla del deseo en otro momento, cuando no existía la cultura LGTBI, y estoy preparando otro, Cucharas, que probablemente ruede en euskera, y que me parece el proyecto adecuado para tratar el tema de la recuperación de la memoria histórica.

Miguel Lafuente: Todos los años intentamos incluir en nuestra programación películas que rompan con la narración tradicional, somos un festival de cine y tenemos un compromiso con el arte y la vanguardia. Desde So Pretty, Fin de siglo, Spit and Ashes o The Ground Beneath my Feet son películas no convencionales ni en narración ni en tema. Además tenemos nuestra sección de cortos experimentales, y el último año el homenaje a Barbara Hammer. En general una parte del público es muy receptiva a estas rupturas pero la mayoría no lo recibe especialmente bien y no todo el mundo está dispuesto a que el visionado de una película sea un reto en el que se tenga que aportar algo como espectador. Pero con que a un porcentaje del público le guste o le interese es suficiente, por eso seguiremos apostando por estas rarezas.

 

Mirando hacia el futuro

Mark Blane: Ahora mismo estoy escribiendo un corto que voy a producir; me apasiona y vamos a hacerlo en Brooklyn. Y estoy escribiendo también un largo, un thriller muy oscuro y diferente a Cubby, una película de entretenimiento sin mucho mensaje. Los personajes principales son mujeres maduras y hay un par de personajes gay. Cubby es mi primera película, es mi niña y la adoro, pero ahora necesito llegar a más público; he aprendido de los errores y quiero formar parte del juego.

José Antonio Cortés: El futuro no lo veo muy positivo pero bueno, hay que seguir peleando a través de la cultura para que en este planeta vivamos bien y todo el mundo pueda aspirar a la felicidad. El último corto que he rodado, Zer Moduz, se me ha ido de las manos, no sé como vamos a montarlo en menos de 30 minutos para que pueda tener el formato de un corto. Me encantaría dar el salto al largometraje pero no funciono en los circuitos subvencionados, así que no puedo trabajar en las condiciones que los actores y técnicos requieren. Por lo demás no lo vería imposible, puesto que este último corto podría haber funcionado como largo con tres días más de rodaje.

Miguel Lafuente: Aunque hace 20 años, cuando no había cine LGTBI descargable en Internet, venía más público al festival, que fue bajando conforme crecía la piratería, en los últimos años se está volviendo a crecer en número de espectadores, así que esperemos tener un futuro porque como decía antes, a la gente le interesa estar en el evento, ver las novedades, recuperar la experiencia colectiva. Dependerá de las apuestas e intereses que tengan las administraciones públicas, pero por el público y por nosotros seguirá existiendo.
El futuro de los cineastas lo veo brillante en muchos casos, es muy bonito ver como algunos directores siguen enviando películas año tras año y creciendo como autores. Eso a nivel global, porque a nivel español lo veo más complicado. En el cine español no hay apenas títulos LGBTI, siendo su presencia prácticamente nula en las taquillas y premios como los Goya. Es muy complicado sacar películas no comerciales adelante, y pocos directores se pueden permitir desarrollar una carrera con los temas que quisieran tratar.

Tráiler de Mario, Kike y David

Más información:
Portal del festival LesGaiCineMad
Reportaje de la última edición de LesGaiCineMad en cines.com
Página web del film Cubby

Última actualización: 18/05/2020

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